Wednesday, April 22, 2015

¿SINIESTRO PLAN PRO IRÁN?


A primera vista confunde lo que se propone hacer el presidente Barack Hussein Obama en materia de política exterior. Por ejemplo ¿por qué y para qué envía un acorazado a Yemén? Irán intervino en Yemén en favor de los rebeldes, pero Obama está con Irán. Arabia Saudita intentó disuadir a los rebeldes, mas acaba de suspender los bombardeos.
Irán es el peor enemigo de los Estados Unidos desde 1979. No obstante, Obama se ha humillado ante el Ayatola, jefe tiránico de esa teocracia, para forzarle a aceptar un acuerdo de paz que garantizaría su plan nuclear, sin las trabas ni sanciones económicas de Naciones Unidas.
Cuando el Congreso reclamó que ese acuerdo tiene que ser revisado para su sanción, un senador republicano se ingenió una disposición que logra los dos objetivos: calmar la preocupación de los legisladores y asegurar a Obama que cualquiera que fuere su decisión con Irán, no habrá forma legal para detenerlo.
El acuerdo de Obama no busca detener la nuclearización de Irán, ni presionar por cambios en la teocracia. No, la Doctrina Obama ha dado un vuelco radical a la que han aplicado los 43 Presidentes que le precedieron. Con él, el excepcionalismo de los Estados Unidos como modelo de libertad y democracia ha terminado. 
En adelante, si perdura su Doctrina, teocracias y dictocracias no se diferenciarán. Es la fórmula que está aplicando en Cuba, donde ha gobernado un solo dictador por más de 50 años, aplicando la igualdad de la miseria a más de 10 millones de habitantes. Miles que se opusieron murieron en el paredón, dos millones se exiliaron y los que aún protestan, son encarcelados.
A ese dictador, Fidel Castro, representado por su hermano Raúl, Obama le ha extendido la mano y le ha prometido restablecer relaciones diplomáticas y comerciales a cambio de nada. Al contrario, Cuba será borrada de la lista de Estados terroristas, como pronto lo será Irán y no se descarta que a los dos países les recompense económicamente por los embargos.
La teoría Obama, según sus ideólogos, implica que los Estados Unidos no se ha convertido en potencia excepcional por virtud de su sistema, sino por la fuerza militar que ha respaldado sus aventuras de explotación alrededor del mundo. La hora ha llegado de revertir esa tendencia para extender una mano amiga a los otrora enemigos explotados, según la Doctrina.
Al justificar el nuevo giro de la política con Cuba, Obama dijo que los 50 años no han servido para nada. ¿Qué es lo que quería que cambie? Implícita estaba una acusación a los Estados Unidos, insinuando que  en esos 50 años, como repiten sus enemigos, el “imperio” solo agredió, aisló y “bloqueó” a los indefensos habitantes de la isla caribeña.
Hay que acabar, consecuentemente, con la “agresión yanqui”, no con la dictadura de los Castro. El Ayatola y Fidel tienen así el visto bueno de Obama para afianzarse y robustecerse con el aluvión de caudales frescos y el libre flujo tecnología. El equilibrio nuclear se dará entre Israel y el Irán y la Paz Obama será una realidad universal.
Mas sería pueril suponer que Obama esté convencido de ello. Bien conoce que el Ayatola tiene un arsenal enorme de cohetes nucleares a los cuales solo resta colocar la cabeza atómica, cuya producción pronto se acelerará. Lo que se propone la teocracia lo saben todos: dominar la región, extinguir a Israel, atacar a los Estados Unidos y expandirse por el mundo.
En Egipto Obama apoyó a la Hermandad Musulmana cuando llegó al poder con Morsi. Éste fue derrocado por los militares por extremista y acaba de ser sentenciado a 20 años de prisión. Morsi apoyó al Hezbolla y a otros movimientos terroristas como Hamas y Al Qaeda, respaldados por Irán.
Al Qaeda fue a Libia para derrocar a Gadaffi, que se había inclinado por Occidente. Ni Obama ni el Ayatola lo querían y fue por ello que el líder de la Casa Blanca resolvió “to lead from behind”, o sea, comandar desde atrás (“yo no fui...”) en los ataques de la OTAN contra Gadaffi, que luchaba contra los terroristas islámicos. 
En el 2012 se urdió un contrabando de armas para Al Qaeda en Siria, desde Benghazi, Libia. El operativo se frustró al ser descubierto el plan por un bando terrorista opuesto. Se produjo una matanza en la que murieron el embajador de USA y tres altos funcionarios. Hillary Clinton, Secretaria de Estado en esa época, es ahora aspirante demócrata a la presidencia. 
Irak había quedado bajo control civil y militar cuando Obama asumió el mando en el 2009. Ahora es un caos, merced a su orden de retirar las tropas y no intervenir en Siria ni en otros puntos donde ha avanzado el Islam, para incluso fundar el primer Califato del Siglo XXI. Paulatinamente toda la zona está cayendo bajo la hegemonía iraní.
¿Cuál es la gran jugada de Obama? El acorazado Theodore Roosevelt no ha ido al Yemén con fines pacíficos, ni mucho menos. De ninguna manera para apoyar a Israel ni a Arabia Saudita, ahora disgustada con Irán. ¿Acaso, por eliminación de factores, su intención es la de agregar una muestra más de afecto a la causa iraní?
Dada la transparencia ejemplar del régimen de Obama, no queda campo sino para las más siniestras especulaciones, basadas en los hechos que están a la disposición.

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