Monday, April 13, 2015

SE DESVANECE LA LÓGICA


Mientras el presidente de los Estados Unidos persiste en su empeño de capitular ante Irán, enemigo confeso y promotor del terrorismo a nivel mundial, acaba este fin de semana de sellar su segunda capitulación voluntaria ante otro enemigo terrorista, aunque de dimensiones menores: Cuba. 
En Panamá, en la cumbre de la OEA, Obama abrazó a Raúl Castro y le prometió cumplir su promesa de formalizar las relaciones diplomáticas y comerciales cuanto antes. El representante de Fidel previamente le citó a Obama las innumerables supuestas agresiones del “imperio yanqui” contra la Isla, pero le perdonó porque “él no tenía la culpa”.
Los culpables, dijo Raúl, son los 10 presidentes que le precedieron, pues Obama no había nacido cuando su hermano Fidel encabezó la revolución en 1959. El razonamiento le cayó de perlas al aludido, quien sin vacilar afirmó que, en realidad, la Guerra Fría surgió después de que él naciera y que, además, esa guerra ya había terminado por lo que “había que olvidar el pasado”.
¿Es esa respuesta válida para un mandatario norteamericano, cualquiera que fuere su ubicación partidista, frente las acusaciones del representante de una dictadura perpetuada en el poder por más de 50 años? Ciertamente que no. Y tanto que Obama, al aceptar sin réplica dichas acusaciones, se ubicó virtualmente en el bando enemigo.
Arguye Obama que el congelamiento de las relaciones con Cuba por más de media centuria, “no han servido para nada”, por lo cual había que dar un paso adelante. Si nada ha cambiado y si la dictadura castrista sigue igual, según su lógica son los Estados Unidos los que tienen que cambiar. La democracia debe adaptarse a los designios de la dictadura, no al revés.
Las relaciones entre Cuba USA se suspendieron tras la confiscación de inversiones norteamericanas por más de 7.000 millones de dólares, en valores de 1960. Y porque Cuba se alió con la URSS convirtiéndose en punta de lanza para expandir el comunismo no solo en América Latina sino en África mediante la infiltración, el espionaje y la guerrilla.
Las libertades en Cuba se suprimieron, más de dos millones se exiliaron y la próspera economía se derrumbó. La miseria generalizada tuvo que ser subsidiada por Moscú, primero y por Chávez después, desde Caracas. Las indemnizaciones a las confiscaciones nunca se dieron ni se darán. Nunca hubo bloqueo, solo un embargo comercial entre Estados Unidos y Cuba.
El embargo se ha cumplido parcialmente, ya que el exilio ha podido remitir dinero desde el exterior a los familiares, medicamentos y otros artículos e inclusive han prevalecido formas de comercio disimuladas a través de los frecuentes viajes de visita a familiares. No existen restricciones para que  otras naciones del mundo comercien con Cuba.
Si la sociedad cubana está sumida en la miseria, no es por el embargo ni por un “bloqueo” que no existe, sino por el tipo de dictadura que rige en la Isla. Más bien hay quienes creen que a los Castro les conviene que siga el embargo, para así disfrazar la verdadera causa  del desastre cubano.
¿Por qué Obama fraterniza con los Castro y el Ayatola y en general atrae a los enemigos y ahuyenta a los aliados? Se ha filtrado que hay un ideólogo que ha influído en el mandatario y lo ha convencido de que el mejor modo de neutralizar al enemigo, desde el sitial de potencia mundial, es seducirlo, mimarlo, disuadirlo como vía para encauzarlo por la vía del bien.
Algo de esa teoría dejó traslucir en uno de sus intentos por defender su indefendible posición ante Irán. Hemos acordado, dijo, que Irán suspenda el desarrollo de armas nucleares por 10 y 20 años, habrá inspecciones y si fallan, serán castigados “por desobedientes”. El Ayatola replicó que jamás ha acordado semejante cosa y que no permitirá inspecciones, salvo en sus propios términos y calendario.
En medio de estas mutuas acusaciones de falsear la verdad, lo que parece no aceptar Obama es que Irán, Cuba y países con sistemas de gobierno en mayor o menor grado dictatoriales, ven en los Estados Unidos (y los aliados de Occidente) como a un enemigo al cual hay que atacar por todos los flancos para debilitarlo hasta reducir y suprimir su influencia mundial.
Eso lo entendieron desde el comienzo los fundadores de los Estados Unidos en 1776. Las 13 Colonias se unieron con el fin primordial de garantizar su seguridad interna y externa frente a las agresiones. La situación no ha variado desde entonces. Aunque separados por dos océanos, la república no fue inmune a las amenazas de la I y la II Guerras Mundiales.
Tuvo que repeler más tarde la expansión de la hegemonía soviética en Corea y Vietnam y las amenazas no se han atenuado por la geografía con el desarrollo del terrorismo. Estados Unidos sufrió con el ataque del 9/11en su territorio continental una peor agresión que la de Pearl Harbor de 1941. La nueva guerra podría ser nuclear y provenir de Irán.
En 1962 casi se produjo una guerra nuclear con la URSS por culpa de Cuba, que se evitó a última hora. Cuba no ha dejado de ser terrorista. Hace pocas semanas por sus aguas pasó una nave con misiles nucleares de Corea del Norte, otro con armas convencionales destinadas a las FARC de Colombia. La Habana es huésped hoy de este grupo narcoterrorista para sus conversaciones con el presidente colombiano Juan M. Santos.
En enero pasadolos Castro apresaron a 78 disidentes políticos, en febrero  a 492 y en marzo a 610. Raúl Castro exige a Obama, aparte del retiro del membrete de terrorista, que se indemnice a Cuba por el embargo y que se les devuleva Guantánamo, donde hay terroristas capturados en combate. Obama ha liberado a muchos y de buen grado devolvería Guantámo con todo sus terroristas.
El Papa Francisco se identifica con Obama en lo de Irán y Cuba. Envió sus bendiciones a la OEA en su cumbre y dijo compartir el logo inspirador de la cita: “Progreso con equidad”. Los dos piensan en la redistribución de la riqueza como vía para alcanzar la sociedad igualitaria, sin clases, sin hambre, sin odios, sin porbreza ni guerras.
Los une un común desprecio por el capitalismo basado en el libre comercio y la libertad, aduciendo que la riqueza de unos supone la explotación y la pobreza de otros. Edward P. Lazear, profesor de la Stanford University, en un artículo que publica el WSJ (Abril 1) dice que hay solo dos formas para reducir la desigualdad: hacer que los ricos se empobrezcan o facilitar que los pobres se hagan ricos.
Contrariamente a lo que el Papa y Obama predican, ha sido el capitalismo el instrumento acelerador del enriquecimiento y distribución de la riqueza. El asunto no es tanto político, cuanto económico. En 1820, el 94% de la población en Europa vivía en la pobreza y el 84% en el nivel de la más extrema pobreza. Con el advenimiento del capitalismo y la expansión del comercio, las condiciones de vida en Inglaterra, Bélgica, Holanda y Dinamarca mejoraron notoriamente.
Con anterioridad, en la Italia del Renacimiento el promedio de ingreso era de 1.000 dólares (de 1900). Y cuando la economía de mercado llegó a la China comunista, el índice de pobreza cayó del 84% en 1984 al 17% en el 2011. Igual “fenómeno” se registró en la India donde la pobreza cayó del 66% en 1979 al 24% en el 2011. Y en Vietnam, que en 1993 tenía 70 millones de habitantes con un 64% de pobreza y 85 millones en el 2008, pero con solo 17% de pobres.
(Huelga citar los milagros de las sociedades igualitarias impulsados por el Socialismo del SigloXXI: Venezuela, Cuba, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Bolivia están en ardua competencia para ver cuál llega primero a igualar los índices de miseria de la nación inspiradora de la doctrina, Cuba)
Por cierto que siempe habrá pobres y desprotegidos, pero la mejor manera de rescatarlos no será demonizando al capitalismo ni a los empresarios y a la gente de talento, sino procurando que se les facilite el acceso a más oportunidades para desarrollarse. La meta, en suma, no ha de ser la igualación de resultados, que peresupone redistribución de la riqueza y una sociedad igualitaria, sino igualdad de oportunidades dentro de la ley, el libre mercado y la democracia.

("The history of capitalism, as portrayed in academia and among much of the media, is a sad story. It's one of smokestacks, sweatshops, child labor, robber barons, social stratification and general exploitation of workers," the Washington Examiner observed.
But Roser's research "tells a much different story — one of industrialization being associated with a rapid decline in poverty."
Roser's website Our World in Data features graphics depicting the steady increase in people's wealth over the centuries.
In the year 1500, Renaissance Italy was the only region among those for which data is available where the gross domestic product per capita was above $1,000 in 1990 dollars.
In 1700, the GDP was above $2,000 per capita only in England, Belgium, Denmark, and the Netherlands.
By 1820, most of Western Europe had a GDP per capita over $1,000, although the average life expectancy was under 40.
Moving ahead to 1913, the United States, England, and Australia had GDP per capita of from $6,000 to $10,000, along with Belgium Canada, and the Netherlands.
In 1960, the U.S. was the only nation with GDP per capita from $10,000 to $20,000, although several Middle Eastern oil sheikdoms had GDPs higher than $20,000. By 2008, America's GDP was over $25,000, as was the GDP per capita in Australia, Norway, Switzerland, and Ireland. China's was less than $10,000."


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