Monday, February 27, 2017

LA MENTIRA NO ESTÁ PROTEGIDA

Han sido continuas las quejas del Presidente Donald Trump por la falta de profesionalismo de los principales medios de comunicación de este país, en cuanto a la cobertura y análisis de sus actividades durante la campaña electoral y ahora como gobernante.
A la mayoría los acusa de idear y divulgar “fake news”, noticias falsas, por lo cual inclusive les llegó a tildar de “partido de oposición” y como “enemigos del pueblo”. Los aludidos han reaccionado indignados diciendo que está atentando contra “la Primera Enmienda”. 
Se refieren a la primera de las diez enmiendas incoporadas en The Bill of Rights de la Constitución de los Estados Unidos, aprobadas en 1791 y que garantizan la libertad religiosa, la libre expresión y de prensa, de reunión y de petición.
La enmienda prohibe específicamente al Congreso dictar ley o regulación alguna que coarte o limite tales derechos y libertades, lo cual concuerda con el principio de la Constitución y la Declaración de la Independencia de que los gobiernos se forman para garantizar los derechos inidividuales, no para sofocarlos ni regularlos.
La libre expresión, vocal y escrita, es indispensable para recordar de modo permanente a los gobiernos que sus representantes son responsables ante sus electores, que son temporales y alternativos y que su gestión está en vigilancia para evitar abusos de poder y corrupción.
Pero la I Enmienda no ampara la mentira, mucho menos si se la utiliza como arma manipulada por una coalición de medios audivisuales corporarativos que se unen para desestabilizar a un Presidente elegido legítimamente, con apenas pocas semanas de posesionado.
Trump no se queja de los medios de oposición, les da la bienvenida porque comprende que son parte del sistema democrático. Lo que reclama es honestidad y profesionalismo, con rechazo a la imbricación de la noticia con una opinión sesgada en contra del que genera la noticia.
Los ejemplos son múltiples. Cuando Trump censura a los medios de difundir “fake news”, los medios aludidos suprimen el adjetivo “fake” o falsos y afirman que Trump se ha declarado enemigo “de los medios (en general) que los critican”, lo cual sería violatorio de las garantías de la Primera Enmienda Constitucional.
De allí parten para sostener que Trump es autoritario, que su intención es suprimir la libertad de prensa, acaso para convertirse en un Lenín o Hitler. No mencionan que durante y después de la campaña electoral, ningún otro candidato fue tan abierto a las conferencias de prensa como él, actitud que la mantuvo más tarde como Electo y Posesionado.
Desde un comienzo Trump prometió poner freno al ingreso de inmigrantes ilegales y, que si triunfaba en las elecciones, que los expulsaría iniciando la batida contra los que hubieren cometido crímenes. Siempre ha argumentado que su decisión está basada en la ley.
Los medios han distorsionado su pensamiento. Afirman que aborrece de la inmigración y que quiere suprimirla. Cuando pide énfasis en el control de la llegada de refugiados de países terroristas y la veda temporal desde algunos de ellos, sostienen que está prohibiendo el ingresos de musulmanes, solo por su condición religiosa.
En el tema de comercio, dijo en la campaña que revisará los tratados que no estén generando beneficios a los Estados Unidos y que más bien estimulan la fuga de capitales y pérdida de empleos. La intepretación de los medios es que Trump busca el aislacionismo y una retaliación tributaria que podría conducir a una guerra comercial global.
Cuando se refiere a terminar la construcción del muro divisorio con México, autorizada por el Congreso en el 2006, Trump dijo que era necesario para reducir el flujo de ilegales de ese país, de otros de Latinoamérica, de Asia y Europa. Entre los que se filtran, dijo, es innegable que hay maleantes, violadores, narcotraficantes, gente que quiere hacer daño al país.
De inmediato vino la hipérbole de los medios de oposición. Trump acusa a los mexicanos que cruzan la frontera de ser todos delincuentes, violadores y narcotraficantes, dijeron. Desde entonces no cesan las notas y documentales que tratan de demonizar a Trump como verdugo de las víctimas inocentes que violan la frontera tras huir de sus países de origen.
La histeria sube de punto con el caso de Rusia y Putin. Derrotada la demócrata Hillary Clinton, que ellos apoyaban, no encontraron mejor explicación para el inesperado fracaso que la supuesta intervención de Putin en las elecciones en favor de Trump. La aparente pista la encontraron en los WikiLeaks que difundieron los emails de la directiva de la campaña de Hillary.
Esa pista es absurda y toda la trama subsiguiente es igual. Los emails no fueron entregados por la inteligencia rusa a WikiLeaks sino por agentes de la inteligencia norteamericana. No tenían el propósito de favorecer al billonario Trump sino poner al descubierto la corrupción de Hillary y su entorno, con el caso por añadidura de los 33.000 emails que ella ocultó cuando era Secretaria de Estado.
Putin ha negado toda complicidad en el asunto, como lo ha hecho Trump. Obama y Hillary, los medios y políticos de oposición de ambos partidos reclaman una investigación, pero nadie tiene ninguna prueba ni cierta ni nebulosa. Nancy Pelosi, demócrata de la Cámara de Representantes, inclusive pide que se investigue cuánto dinero le dio Putin al multibillonario Trump para la campaña.
¿Qué afinidad podría existir entre Putin, el ex Director de la KGB y Trump? Más bien podría suponerse que Sanders, que pasó su luna de miel en Moscú o Hillary, discípula del marxista Saul Alinsky y sobre cuya doctrina escribió su tesis de grado, serían más afines a la Rusia comunista que el burgués por antonomasia de Trump.
Pero si se adentra un poco en la historia de Putin se descubre que entre él y Trump hay ciertamente más puntos de acuerdo que entre Putin y Obama o entre Putin y Hillary. Vale decir, es probable que Putin secunde más los valores tradicionales de Occidente que lo que pretenden los “anti Rusia” de nuevo cuño de hoy.
Putin se ha autoproclamado conservador, como estrategia para evitar el retorno a la barbarie. Se opone al globalismo convencido de que cada nación y cada cultura son únicas, que valoran y tienen derecho a defender su identidad. Condena que en tiempos de la URSS el papel del Estado haya sido absoluto, impidiendo que haya una economía competitiva.
Por lo mismo, se ha declarado en favor de los negocios empresariales y de un mercado de libre competencia. Nos costó mucho la experiencia soviética, ha dicho y nadie quiere repetirla. En Rusia rige el 13% del flat tax, no hay impuesto a las ganancias de capital, tiene una de las más bajas deudas públicas.
De otro lado, mientras Obama aumentó trabas a la inversión, fomentó el aborto y el gay marriage, alentó al Islam en desmedro del Cristainismo, Putin promueve los valores judeocristianos, condena al extremismo islámico, aborrece el genocidio de Stalin y fomenta la lectura obligatoria en las escuelas del “Archipiélago Gulag” de Solzhenitsyn.
¿Por qué CNN, MSNBC, CBS, The New York Times y demás “partidos de oposición”, como dice Trump, no se financian un viaje a Moscú para entrevistar a Vladimir Putin? Con seguridad que los recibiría con los brazos abiertos. 

Wednesday, February 22, 2017

TRUMP EL DESPIADADO

El Presidente Donald Trump acaba de adoptar una decisión “despiadada”, esta vez contra los inmigrantes ilegales. Ha resuelto que ha llegado la hora de que en este país se aplique la ley en esta materia, tal como lo había prometido en la campaña electoral del año pasado.
La reacción de los demócratas, que no se consuelan con la pérdida de su candidata Hillary Clinton, adopta todos los tonos, desde los lamentos más conmovedores que invitan a las lágrimas, hasta la violencia. En las calles, en foros, en entrevistas por radio y TV, en los comentarios de columnistas.
Le acusan a Trump de odiar a los inmigrantes, pese a que casó con dos de ellas (una checa, de la que se divorció y otra eslovaca, la actual Melania) y de no tener misericordia contra los que aquí buscan asilo y esperanzas de mejores condiciones de vida, que no hallaron en sus países de origen.
A la protesta se han sumado gobernantes y ex gobernantes extranjeros, como Vicente Fox, de México, que prometió “derramar hasta la última gota de sangre” en favor de los derechos de sus compatriotas emigrantes. Igual quejido han lanzado otros apesadumbrados líderes como Rafael Correa de Ecuador.
¿Por qué dichos gobernantes no “derramaron sangre” y lamentos para evitar que sus conciudadanos se vean forzados a emigrar debido a la miseria y empobrecimiento de sistemas que ellos dirigen y de los cuales ellos y sus beneficiarios lucran, merced a la práctica de una corrupción endémica?
Los que emigran lo hacen en su mayoría porque en sus países no rige la ley sino para los más débiles. La división de poderes es teórica lo cual explica la perpetuación de la corrupción, así se alternen los gobiernos. En los Estados Unidos la situación es distinta. El incumplimiento de la ley no es la regla, es la excepción que se castiga.
Con Barack Hussein Obama las leyes y regulaciones de inmigración no se cumplieron y la afluencia de ilegales por la frontera Sur recrudeció de manera alarmante. Ronald Reagan había pretendido antes frenar el flujo, acordando con el Congreso una amnistía temporal para los ilegales a cambio de medidas drásticas para cerrar las fronteras.
Pero no se cumplió y el muro, que se convino en construir en el 2006 con George W. Bush, quedó inconcluso. Ahora se lo terminará con Trump y en el esfuerzo cooperará México, en acción coordinada con su cierre de fronteras con Guatemala, Honduras y El Salvador. Estados Unidos dará ayuda para formar centros de recepción de ilegales expulsados.
Las nuevas medidas, que no lo son por crear algo inexistente sino por la decisión de aplicarlas, anula la figura de las “ciudades santuario” creadas por algunos alcaldes y gobernadores demócratas para proteger a ilegales  de la detención por parte de agentes federales de Inmigración, inclusive si han cometido delitos y están en prisión. La ley prohibe ese desacato.
El objetivo inicial del nuevo gobierno será detener y deportar a todos los ilegales que tengan un historial delictivo, sea por crímenes mayores o menores, como exceder el tiempo de visa, resisitir una orden previa de deportación, reingresar tras ser expulsado, cometer fraude en el uso de subsidios estatales, falsificar documentos como licencias de manejo que sirven de Identidad e infracciones similares. 
Los Estados Unidos ha sido un país abierto a la inmigración, pero siempre que esté sujeta a los procesos legales. Las leyes son claras, aunque algunas complejas en ciertos casos y todas perfectibles y actualizables, pero siguiendo el trámite establecido por la Constitución, que asigna esa función de forma exclusiva al Congreso, no al Ejecutivo ni a la Corte Suprema de Justicia.
¿Son severas  esas leyes? En modo alguno si se las compara con las del propio México, donde los ilegales son aprehendidos y expulsados sin dilaciones y cuyo proceso de naturalización es largo y dificultoso, como lo es en el Ecuador. Pero peores son los ejemplos de otros países, como se observa en el resumen que se transcribe a continuación:



IF YOU CROSS THE NORTH KOREAN BORDER
ILLEGALLY YOU GET 12 YEARS HARD LABOR.


 
IF YOU CROSS THE IRANIAN BORDER
ILLEGALLY YOU ARE DETAINED INDEFINITELY.

 
IF YOU CROSS THE AFGHAN BORDER
ILLEGALLY, YOU GET SHOT.

 
IF YOU CROSS THE SAUDI ARABIAN BORDER
ILLEGALLY YOU WILL BE JAILED.

 
IF YOU CROSS THE CHINESE BORDER
ILLEGALLY YOU MAY NEVER BE HEARD FROM AGAIN.

 
IF YOU CROSS THE VENEZUELAN BORDER
ILLEGALLY YOU WILL BE BRANDED A SPY AND YOUR FATE WILL BE SEALED.

 
IF YOU CROSS THE CUBAN BORDER ILLEGALLY
YOU WILL BE THROWN INTO POLITICAL PRISON TO ROT.

 
IF YOU CROSS THE U.S. BORDER ILLEGALLY YOU GET !!!
A JOB,          A DRIVERS LICENSE, 
SOCIAL SECURITY CARD, WELFARE, 
FOOD STAMPS, CREDIT CARDS, 
SUBSIDIZED RENT OR A LOAN TO BUY A HOUSE, 
FREE EDUCATION, FREE HEALTH CARE, 
A LOBBYIST IN WASHINGTON  BILLIONS OF DOLLARS WORTH OF PUBLIC DOCUMENTS PRINTED IN YOUR LANGUAGE 

Monday, February 20, 2017

¿MCCAIN ALECCIONA A TRUMP?

El candidato presidencial republicano John McCain, que perdió en el 2008 frente al demócrata Barack Hussein Obama y continúa como senador por Arizona desde tiempo inmemorial, ha ido a Munich a tratar de desprestigiar al presidente Donald Trump, elegido por su propio partido.
Es deshonesto e impropio que un legislador de cualquier partido utilice una tribuna en país extranjero para criticar a un Presidente en ejericicio acerca de su política exterior, porque raya en traición. Y peor si sus objeciones no se sujetan a la verdad. 
McCain acusó a Trump de tratar de aplicar políticas contrarias a los valores de Occidente, de mermar el apoyo y la solidaridad con Europa y la OTAN y de pretender aliarse con la Rusia de Putin. Horas más tarde, en la misma cita de Munich, el Vicepresidente Mike Pence dio un discurso a nombre de Trump para desmentir a McCain.
El actual mandatario jamás ha dicho que repudia a la OTAN, sino que busca actualizarla pues sigue los patrones de la guerra fría de hace más de 50 años, cuando la amenaza peor de hoy es el terrorismo islámico. No pide disolución del organismo, sino fortalecerlo y reclama contribuciones equitativas a todos sus asociados.
En cuanto a Rusia, Trump ha sostenido antes, durante y después de la campaña electoral que prefiere dialogar con Putin antes que confrontarlo, dado que representa a una potencia mundial nuclear respetable. En ningún momento ha insinuado que aceptaría una alianza que perjudique el interés de los Estados Unidos u Occidente.
McCain parece haberse sumado a la campaña de los demócratas y de los progresistas/globalistas empeñados en esgrimir el factor Rusia para torpedear la legitimidad de la presidencia de Trump. Sin prueba de ninguna clase, los opositores anti Trump alegan que Putin intervino en los comicios para favorecerlo en desmedro de la candidata demócrata Hillary Clinton.
El instrumento de la supuesta maniobra fue la publicación vía WikiLeaks de emails comprometedores de la dirigencia del partido demócrata, en los que se revelaban actos no éticos pro Hillary. Pero esos hechos ocurrieron con Obama, quien evidentemente nada hizo para evitarlo pese a que tuvo información, según ellos, cierta al respecto.
Putin ha negado toda participación rusa en la campaña electoral e igual lo ha hecho el grupo Trump. Nadie ha desmentido, en contraste, la veracidad de los emails de la dirigencia demócrata puestos al descubierto. Del lado republicano más bien se ha aclarado que se adoptaron medidas extra de seguridad cibernética, tras la advertencia que el FBI dio a los dos partidos y que los demócratas desoyeron.
El “fantasma” ruso persiste en la mentalidad demócrata/progresista, con el apoyo de medios como el The New York Times, que ocultó el genocidio de la era Stalin con la hambruna de la estatización de las propiedades agrícolas y las matanzas por la represión política. Walter Duranty, su Corresponsal en Moscú, recibió el Premio Pulitzer en 1932 con sus falsos reportajes (Wilkipedia).
El objetivo es torpedear todo esfuerzo de Trump por dialogar con Putin para mantener una relación pragmática, que permita liquidar de una vez por todas al terrorismo islámico, asunto en el cual coinciden. En cuanto a la alusión de McCain sobre Occidente, Putin parece estar más en armonía con una visión judeo cristiana que Obama, el general pro globalista y quienes protegen la expansión del radicalismo islámico.
Hay razones personales, además, que explican la actitud impropia del senador McCain en Europa. Durante la campaña, en alguna entrevista por TV, Trump se negó a admitir que el veterano de Vietnam sea un héroe por el hecho de haber estado en prisión. Si lo dijo, es porque tenía razones para ello. Casi nunca, aún sin el casi, Trump falta a la verdad en discursos, en sus mensajes por Twiter, en las entrevistas.
Efectivamente. Basta explorar el Internet y acceder a videos y testimonios para probar que McCain no fue un héroe, que colaboró  con los Vietcongs  y grabó cintas acusatorias contra las fuerzas armadas norteamericanas, no fue torturado y que se lesionó al saltar de su avión abatido y que fue liberado en tiempo récord en mérito a su cooperación y a que su padre era el comandante de las tropas navales de la región.
En el video clip que se puede ver y escuchar en este enlace, las pruebas son claras. Son testimonios en el Senado. Allí se da cuenta, además, que el ya entonces Senador y Héroe de Vietnam, apoyado por otro “héroe”, John Kerry, pasó una ley para bloquear toda información relativa a los prisioneros de guerra que quedaron atrás, que no pudieron tener el trato especial que tuvo McCain.

Friday, February 17, 2017

EL PAPEL DE LOS MEDIOS

Mal hacen quienes pretenden comparar la confrontación de Donald Trump con los principales medios de comunicación audiovisual que le son hostiles en los Estados Unidos, con las actitudes dictatoriales de gobernantes del tercer mundo para limitar la libre expresión.
El Presidente Trump, como lo aclaró en la espectacular rueda de prensa de ayer, acoge con entereza cualquier noticia u opinión que pudieran no serle favorables. Lo que le irrita, dijo, es que exista un periodismo deshonesto confabulado para atacarlo con mentiras.
En el Ecuador, por ejemplo, el Presidente Rafael Correa persiguió con zaña a columnistas como Carlos Vera, Jorge Ortiz y otros y presionó para que sean expulsados de los medios en que emitían opiniones que no eran de su agrado. Otro, Emilio Palacio de El Universo, se vió obligado a fugar y ahora está autoexiliado en Miami.
El Diario Hoy quebró por maniobras del régimen y algunos, como El Telégrafo, fueron confiscados. Los restantes optaron por la auto censura y el principal, El Comercio, finalmente fue vendido a un extranjero pese a prohibirlo la Constitución. La culminación de la guerra anti libre expresión fue la Ley Mordaza, una tácita imposición de la censura previa.
Trump ni remotamente busca algo parecido. Lo que anhela es la práctica de la honestidad profesional en el periodismo, como lo garantiza la Constitución. La situación ha llegado a tal extremo, que rebasa el delito del libelo que podría absolverse en los tribunales, para alcanzar niveles obstructivos de conspiración.
El factor “Rusia” es decidor. Meses antes de las elecciones de noviembre pasado, se hicieron públicos millares de emails de la dirigencia del partido demócrata que apoyaba a Hillary Clinton, en los que se revelaban patrañas para debilitar al rival de Hillary, Bernie Sanders y para facilitarle a ella en los debates por TV y otras maniobras nada éticas.
No se ha podido evaluar el impacto de los emails en los resultados de las elecciones, pero luego de la pérdida de Hillary, los demócratas forjaron la teoría de que esa filtración fue urdida por Rusia en favor de Trump. Nunca han llegado a presentar una sola prueba, pero siguen insistiendo en que la intervención de la dupleta Trump/Putin en las elecciones es indiscutible.
Rusia y Putin siguen siendo el arma del “progresismo”/demócrata para tratar de desligitimizar la presidencia de Trump. Es una campaña en la que participan a una sola voz The New York Times, Los Angeles Times, The Wall Street Journal, The Washington Post y las cadenas CNN, MSNBC, CBS y radios solidarias. Se trata de un bloqueo informativo deshonesto al que se opone Trump.
El NYT publicó en primera plana que la dirigencia de la campaña de Trump sostenía conversaciones regulares con funcionarios rusos antes, durante y después de la campaña electoral. Pero en la misma crónica se lee que los reporteros no lograron encontrar ninguna prueba de ello. Sin embargo dieron despliegue amplio y destacado al informe infundado.
Correa, para seguir con el ejemplo, no luchaba contra el periodismo deshonesto, sino contra el periodismo honesto que investigaba y deseaba comunicar a los lectores acerca de errores y quiebras de la ley en las que incurría el régimen. Trump alienta al periodismo honesto, acepta críticas, pero aborrece de las mentiras persistentes, que distraen el buen gobernar.
El derecho a la libre expresión es fundamental en una democracia como la de Estados Unidos y no debe ser regulada ni administrada como si fuera un servicio público, como en el caso de la Ley Mordaza del Ecuador. Es un derecho individual que se auto regula y limita con el derecho de los demás y que si incurre en excesos de injuria y calumnia, puede penalizarse.
Muy distinta es la colusión o acción colectiva de los medios audiovisuales y escritos, no para fortalecer sino para debilitar los valores de la democracia en su intento por desconocer la victoria de Trump, basados en una supuesta intervención de Putin en los asuntos internos de los Estados Unidos, acerca de lo cual no hay prueba alguna.
El general Michael Fynn acaba de verse forzado a renunciar de su cargo de Asesor de Seguridad Nacional, porque conversó con el embajador de Rusia y no contó de ello en todos sus detalles al Vicepresidente Pence. Eso se supo por “leaks” o filtraciones de la conversación telefónica que los reporteros del The Washington Post recibieron de agentes desde adentro de la Casa Blanca.
Tales filtraciones, que se multiplican, son un crimen cometidos por  empleados obamistas resentidos. Se los descubrirá y sancionará por atentar contra la seguridad nacional. Los WikiLeaks que divulgaron los emails en la campaña de Hillary, aún si fueron provistos por los rusos, no afectaban a la seguridad nacional. Hay evidencias de que fueron agentes de la CIA, anti Hillary, los que divulgaron esos emails.


Tuesday, February 14, 2017

¿TODAVÍA EN LA CASA BLANCA?

Si alguien viniera súbitamente de una remota jungla a este país y se guiara de diarios y TV para saber lo que aquí está pasando, quedaría confundido y podría pensar que la Casa Blanca está vacante, o que está punto de estarlo.
La mayoría de medios de comunicación, en efecto, está siguiendo la misma táctica de distorsionar lo que hace y dice Donald Trump, como lo hizo desde el momento en que lanzó su candidatura presidencial por el partido republicano en junio del 2015.
Cuando Trump era uno más de los 17 pre candidatos, hubo agoreros que no le daban más de un par de semanas de vida en la campaña, acusándolo de bufón, populista, demagogo, impreparado, débil mental. A medida que la campaña continuaba, extendían los plazos para su muerte política.
Hasta entrada la noche de la votación del 8 de noviembre la opinión de los expertos de los principales medios y de los portavoces de ambos partidos le asignaban el triunfo a la rival de Trump, la demócrata Hillary Clinton. The New York Times decía que ganaría con el 87% de los votos.
La realidad fue otra. La mayoría de electores permaneció impermeable a la campaña mediática y votó por Trump de manera espectacular e inequívoca y lo sigue respaldando. Pero los demócratas/progresistas no se resignan y arrecian en su campaña de todos los días para tratar de desligitimizar al Presidente electo y formalmente posesionado el 20 de enero pasado.
Han obstruído la aprobación senatorial de los miembros de su gabinete sin argumentos válidos y por un lapso sin precedentes en la historia. Pese a ello y gracias a la mayoría republicana, los nombramientos se están dando y pronto Trump podrá desarrollar su gobierno con uno de los gabinetes de más alta calidad en la Historia.
La infalibilidad no es atributo humano. Se ha producido una primera baja en el equipo Trump con la renuncia forzada del Asesor de Seguridad Nacional, general Michael Flynn, nombramiento que no requiere de la aprobación del Senado. El general de tres estrellas no dijo toda la verdad sobre diálogos que sostuvo con el embajador de Rusia y esa actitud lo descalificó.
No solo el periodismo de los medios adversos y las versiones deshonestas de portavoces incluso de su propio partido republicano se interponen en la misión Trump anti “progresismo”. También está la rama judicial de la que ha dicho que está “quebrada”. La decisión de suspender por 90 días el ingreso de refugiados de siete países calificados (por el gobierno de Obama) de promotores del terrorismo, ha sido bloqueda por un juez federal y la Novena Corte Federal de Apelaciones.
Lo hicieron aduciendo que no hay pruebas de que dichos siete países sean una amenaza para la seguridad nacional. Esto implica interferencia de la rama judicial en la ejecutiva. La Constitución y el Congreso facultan a la Presidencia a adoptar las medidas que juzgue pertinentes en materia de inmigración para garantizar la seguridad nacional.
Afortunadamente, en el gobierno de Trump habrá un 38% de vacancias en el sistema judicial federal y pronto el Senado iniciará el debate para elegir a Neil Gorsuch como noveno juez de la Corte Suprema de Justicia, en reemplazo del fallecido Antonin Scalia. Con él se restablecerá la ventaja de 9/5 en favor de la restauración del constitucionalismo originalista. La rama “quebrada” comenzará a rehacerse.
Mientras se propalan los rumores, los cambios de Trump continúan a ritmo acelerado. Irán y Corea del Norte están advertidos de que hay un nuevo jefe en la Casa Blanca dispuesto a frenar sus excesos. El pasado fin de semana reafirmó la amistad y alianza con el líder del Japón y mañana lo hará con el líder de Israel, en concordancia con el nuevo tono.
Simultáneamente, la nueva embajadora en Naciones Unidas dijo que el gobierno de los Estados Unidos no tolerará más que esta organización siga hostigando a Israel, su aliado más firme en Medio Oriente. Impugnó que la misión de NU a Libia la encabece el delegado de Palestina, cuya calidad de Estado no reconoce.
Trump acaba de incluir en la lista negra de narcotraficantes al vicepresidente Tarek Zaidan El Aissami, de Venezuela, por casos probados de tráfico de drogas y lavado de dinero en complicidad con el empresario José López Bello. La fortuna del segundo de Maduro y potencial sucesor, es de 3.000 millones de dólares. Tiene conexiones terroristas con Irán. Sus cuentas bancarias han sido congeladas.
Trump ha confirmado que antes de fin de año la reforma tributaria en favor de la inversión y el empleo será una realidad. La Bolsa de Nueva York reacciona con optimismo, el Dow Jones sobrepasó los 20.000 puntos y hoy estaba en 20.439. El Primer Ministro de Canadá Trudeau visitó a Trump ayer y junto con Peña Nieto de México se revisará el tratado comercial tripartito, NAFTA, para actualizarlo en beneficio común.
Las encuestas dicen que la popularidad de Trump ha caído al 44%, pero sin credibilidad. Lo desmiente el hecho por ejemplo de que la cantante Joy Villa se presentara sorpresivamente con traje pro Trump en la noche de gala de los premios Grammy (un medio hostil al Presidente) y que sus discos se vendieran a partir de entonces de modo caudaloso.
Su “ranking”, antes de la presentación, estaba por debajo de 500 o menos. Ahora sus ventas rivalizan con las de Beyoncé y Gaga en el puesto No 1. No será precisamente como resultado del repudio al slogan “Make America Great Again” de su vestido, el cual a los pies de la falda tenía claramente impreso en grandes letras el nombre Trump.

Wednesday, February 8, 2017

NOMBRAMIENTO EXCEPCIONAL

Uno de los nombramientos de mayor trascendencia es el que acaba de aprobar el Senado de los Estados Unidos de la Ministra de Educación, Betsy DeVos. Lo hizo con el histórico voto dirimente del vicepresidente Mike Pence, por 51 a 50. 
Los 48 senadores demócratas se opusieron al nombramiento ferozmente e incluso piratearon o “filibustearon” el debate, prolongándolo durante toda la noche del lunes al martes. A la batalla se unieron dos senadoras de Maine y Alaska, republicanas, lo que empató la votación a 50.
Nunca antes en la historia del Congreso se había llevado a tal extremo el cuestionamiento por la designación de un miembro del gabinete ministerial de un Presidente. Los debates han sido intensos en otros casos, como nombramiento de jueces o discusión de proyectos, nunca en referencia a colaboradores del nuevo régimen.
¿Por qué tanto empeño de los demócratas en bloquear el nombramiento del líder de un ministerio que aparentemente no tiene tanto poder como el de Defensa, el Departamento de Estado o el Fiscal General? La respuesta está en los sindicatos. Los sindicatos o Unions como se los conoce aquí en inglés, controlan desde hace mucho tiempo la educación pública en el país.
Desde 1990 The National Educaction Association ha dado 30 milllones de dólares del fondo de cuotas obligatorias de los profesores en favor de candidatos a nivel federal y local. El 93% fue al partido demócrata. En ese lapso, The American Federation of Teachers entregó 26 millones de dólares para igual fin. El 99% lo recibieron los demócratas.
El esquema es claro. La educación pública debe mantenerse rígida para usufructo de los demócratas. Los sueldos y los costos suben con aprobación de los regímenes y la calidad de la educación decae por la falta de competencia y porque los sindicatos bloquean cualquier reforma de actualización.
Betsy DeVos es una billonaria que desde hace una veintena de años se ha dedicado a profundizar en el tema para tratar de mejorarlo. No para acabar con las escuelas públicas, como mentirosamente han dicho los senadores demócratas y los articulistas que los apoyan, sino para abrir posibilidades de superación.
Una de las opciones, aplicadas ya con resultados positivos, es la creación de escuelas charter o alternativas, que se financian en parte con fondos de las escuelas públicas de educandos que las prefieren y usan “vouchers”, o cupones para financiar los estudios. Igual opción DeVos ofrece para las escuelas particulares y religiosas, con financiación parcial de esos bonos.
Un beneficiario y entusiasta apologista de la fórmula DeVos ha sido el senador Corey Booker, demócrata de la raza negra a quien lo quieren promover como sucesor de Obama para la lid presidencial del 2020. En el 2012, en una conferencia presidida por la ahora Ministra, expresó su respaldo a que no solo los adinerados puedan acceder a una buena educación.
Censuró a quienes ejercen cargos públicos en su nativa New Jersey que envían a sus hijos a escuelas privadas para que se eduquen mejor. Él pudo hacerlo porque obtuvo una beca, un “voucher”. Se liberó así del cerco de ignorancia y dependencia en que se ha convertido la mayoría de escuelas y colegios públicos de las áreas deprimidas. Sin embargo de su razonamiento, Booker votó contra DeVos.
Según las encuestas internacionales, el grado de rendimiento del sistema de educación de los Estados Unidos ocupa el lugar 25. En Matemáticas el 27, en Lectura el 17, en Ciencias el 20. Eslovaquia iguala esos rércords, pero invierte 53.000 dólares por estudiante, en contraste con los 115.000 que los contribuyentes nortamericanos lo hacen en este país.
La situación es crítica no solo por el desperdicio de recursos y los magros resultados en aprendizaje, sino porque los curricula se han elaborado bajo el influjo demócrata/progresista que distorsiona la historia de los Estados Unidos y corroe la mente de niños, jóvenes y adultos que luego votan demócrata en las elecciones y escriben y actúan demócrata en los medios audiovisuales y en Hollywood.
El nombramiento de Betsy DeVos, pese a la debilidad de su ministerio, está llamado a inspirar un cambio que devuelva el poder del control de la educación a los 50 Estados, a sus familias y ciudadanos y la libere acaso para siempre del monopolio de las Unions, en contubernio con regímenes de la misma ideología, que han estado transformando a la nación.
Estados Unidos es una nación basada en la libertad y la competencia. En la educación esos principios se han desvanecido, con la obligatoriedad de que cada educando esté forzado a enrolarse en la escuela o colegio donde habita, guste o no guste a sus padres. Mientras más miserable sea la situación de una ciudad o un barrio, más miserable será esa escuela y así serán los resultados de la educación.
DeVos, con Dondald Trump, quiere derribar la imposición demócrata/progresista de ese tipo de “igualación de resultados”, estática e incambiable, para sustituirla por el principio de igualdad de oportunidades para todos,  ahora inexistente. Con su nombramiento, ha  comenzado la gran proeza. 

(El Diario The Wall Street Journal, en su edición de mañana, incluirá un acápite de la declaración de la senadora demócrata Elizabeth Warren, formulada en el 2003, en favor de los vouchers. Warren se ha hecho célebre porque mintió tener ancestro indoamericano para recibir trato preferencial en la universidad. Figura como una potencial candidata presidencial para el 2020. En la nominación de la ministra de Educación DeVos fue opositora inflexible, como todo lo fue todo el  bloque de 48 senadores, con el añadido de dos republicanas. He aquí el texto en inglés de las palabras de Warren:)

Wednesday, February 8, 2017 6:38 PM EDT
From “The Two-Income Trap: Why Middle-Class Parents Are (Still) Going Broke” (2003) by Elizabeth Warren and Amelia Warren Tyagi. Ms. Warren is now a U.S. senator from Massachusetts:
Any policy that loosens the ironclad relationship between location-location-location and school-school-school would eliminate the need for parents to pay an inflated price for a home just because it happens to lie within the boundaries of a desirable school district. Ñ
A well-designed voucher program would fit the bill neatly. A taxpayer-funded voucher that paid the entire cost of educating a child (not just a partial subsidy) would open a range of opportunities to all children. . . . Fully funded vouchers would relieve parents from the terrible choice of leaving their kids in lousy schools or bankrupting themselves to escape those schools. 
We recognize that the term “voucher” has become a dirty word in many educational circles. The reason is straightforward: The current debate over vouchers is framed as a public-versus-private rift, with vouchers denounced for draining off much-needed funds from public schools. The fear is that partial-subsidy vouchers provide a boost so that better-off parents can opt out of a failing public school system, while the other children are left behind. 
But the public-versus-private competition misses the central point. The problem is not vouchers; the problem is parental choice. Under current voucher schemes, children who do not use the vouchers are still assigned to public schools based on their zip codes. This means that in the overwhelming majority of cases, a bureaucrat picks the child’s school, not a parent. The only way for parents to exercise any choice is to buy a different home—which is exactly how the bidding wars started. 

Short of buying a new home, parents currently have only one way to escape a failing public school: Send the kids to private school. But there is another alternative, one that would keep much-needed tax dollars inside the public school system while still reaping the advantages offered by a voucher program. Local governments could enact meaningful reform by enabling parents to choose from among all the public schools in a locale, with no presumptive assignment based on neighborhood. Under a public school voucher program, parents, not bureaucrats, would have the power to pick schools for their children—and to choose which schools would get their children’s vouchers.