Monday, May 27, 2019

UN PERIODISMO DESVIADO

El escritor y periodista Mark Levin acaba de publicar un libro en el que analiza documentadamente el estado de deterioro en el cual ha caído el periodismo en los Estados Unidos, debido a la pérdida de objetividad por influjo de la ideología demócrata "progresista".
Al libro lo titula "Unfreedom of the Press", empleando un neologismo para insinuar que la libertad de prensa en los Estados Unidos, uno de los pilares de la democracia garantizada por la Constitución de la República, ha comenzado a debilitarse en el país.
En una entrevista por TV con Sean Hannity, Levin hace un recuento  de la evolución del periodismo en los Estados Unidos desde la época revolucionaria, cuando prevalecieron los panfletos, hasta el advenimiento del "progresismo" a comienzos del siglo XX con el Presidente Woodrow Wilson y el ideólogo John Dewey.
La corriente "progresista" de la que se adueñó el partido demócrata,  consideró que la Constitución de 1778 era insuficiente para satisfacer las necesidades modernas de justicia social y de una más adecuada redistribución del ingreso, por lo cual surgieron las primeras ideas para crear un Estado Administrativo.
El Estado Administrativo fue surgiendo paulatinamente a medida que el Congreso Federal capitulaba al ceder funciones legislativas a una burocracia que asumió, además, tareas inconstitucionales de administrar justicia y dictar sanciones privativas del sistema judicial.
Con anterioridad a la ola "progresista" y tras la etapa panfletaria, los diarios usual y abiertamente se alineaban por uno u otro partido político, pero expresaban sus criterios políticos solo en las columnas y espacios dedicados a la opinión. Los hechos noticiosos públicos o privados se relataban con  objetividad. 
Pero el "progresismo" se tomó por asalto el periodismo. Algunos líderes de la profesión consideraron que el periodismo debía dejar de ser neutro en la entrega de noticias y optar por una posición de impulsor del cambio social, entendido éste como la necesidad de implantar la justicia social con redistribución del ingreso.
Estos postulados "progresistas" (socialistas) implican violación de la Constitución pues no cabe redistribución forzada de ingresos sin pérdida de libertades, basamento del sistema vigente en el país. La existencia del Estado Administrativo es, por cierto, otra aberración anticonstitucional inaceptable.
El problema mayúsculo es que la mayoría de medios está comprometida con la causa "progresista", que la absorben en las universidades. Según las estadísticas, más del 90% de los periodistas que trabajan en los medios son afiliados demócratas que  han aportado a candidatos de ese partido. La ideología "progresista" es prioritaria en casi todos los centros educativos del país y no solo académicos, sino a nivel secundario.
Ello explica la oposición implacable de los medios al Presidente Donald J. Trump, quien se ha propuesto y lo está logrando restaurar la plena vigencia de la Constitución, tal como fue concebida por los Fundadores y que ha probado ser el documento más eficaz de convivencia y bienestar en libertad que ha existido en la historia.
Trump ha demostrado cualidades de liderazgo inéditas para afrontar victorioso a la arremetida de los medios. Y hay encuestas que predicen que será reelecto con amplitud en las elecciones del 2020. Cualquier otro líder con menor prestancia hace ya mucho tiempo que habría sucumbido.
La entrevista a Levin se la puede ver y escuchar en este enlace o link. El libro Unfreedom of The Press, impreso o digital, se lo puede adquirir por Internet de cualquiera de los proveedores como Amazon o Kindle.

Friday, May 17, 2019

Y SE HARÁ JUSTICIA

El número de pre candidatos presidenciales de la oposición demócrata "progresista" llega ya a 23 y ninguno de ellos presenta una opción válida que no sea de insultos al Presidente Donald Trump, cuyo gobierno de dos años ha sido uno de los más prósperos en la historia de este país.
Durante más de dos años la oposición se ha dedicado a tratar de probar que el actual mandatario llegó a la Casa Blanca empujado por Putin, en perjuicio de Hillary Clinton, la candidata escogida por  Obama para que sea ungida en los comicios de noviembre del 2016.
Una comisión investigadora gastó entre 35 y 40 millones de dólares y no halló ninguna prueba de colusión, pese a que entrevistó a centenares de personas y examinó millones de documentos. Igual resultado nulo tuvieron otras comisiones legislativas, pero ello no satisfizo a los opositores.
La situación se oscureció con la pérdida republicana en la Cámara de Representantes, que se dedicó a boicotear a Trump en todos los planos, tanto en lo relativo a la supuesta colusión como a la política de fronteras  y de inmigración en general. En cuanto a otro material de legislación, la Cámara ha sido totalmente improductiva.
Mientras tanto, a ninguno de los pre candidatos presidenciales le importa asumir una posición anticonstitucional cuando atacan a Trump o defienden una tesis. Por ejemplo, se oponen a respaldar al Presidente en su afán de garantizar la seguridad de la frontera sur con un muro debido a la crisis y al no hacerlo, vulneran la Constitución.
Se negaron a votar en favor de prohibir el aborto al tercer trimestre del embarazo o de dar cuidados médicos a infantes que sobreviven a un embarazo y consideran el aborto como un derecho humano de la mujer, pese a que la Constitución garantiza el derecho a la vida como un derecho primario. Y quieren extender los servicios médicos universales como derecho obligatorio, lo cual es inconstitucional.
También hablan los demócratas de suprimir el sistema de elección presidencial por colegios electorales y no solo por voto popular, como lo estatuye la Constitución. El sistema lo idearon los fundadores para contrastar el peso de los Estados más populosos con los más débiles en población y no debe ser alterado pues es  lo justo.
(Y, por supuesto, casi todos ellos, acaso con la excepción de Biden, el ex vicepresidente de Obama, abogan por cambios sustantivos en el sistema pollítico de la nación orientados al socialismo marxista, lo cual está en abierta oposición a la esencia de lo que la Constitución propone inspirada en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de 1776.)
En tres ocasiones un Presidente ganó por votos electorales y no por votos populares: Jefferson, Lincoln y Trump. Trump va camino de hacer historia, como lo predijo John F. Kennedy Jr en junio de 1999 en su revista George Magazine: "Si mi querido amigo Donald Trump se decidiera alguna vez a sacrificar su fabulosa vida de billonario para convertirse en Presidente sería una fuerza imbatible para hacer justicia que demócratas y republicanos celebrarían por igual".
("John F. Kennedy Jr. said, "If my dear friend Donald Trump ever decided to sacrifice his fabulous billionaire lifestyle to become president he would be an unstoppable force for ultimate justice that Democrats and Republicans alike would celebrate.")
La justicia está por llegar con el nuevo Fiscal General, William Barr que ha comenzado a bucear en el pantano de la CIA y FBI, que bajo la tutela de Obama conspiraron con sus agentes para crear la fantasía de la colusión. En sus primeras declaraciones, da signos de que muchos de los altos dirigentes de Inteligencia, conectados con Obama y los Clinton, serán interrogados y enjuiciados.
Muchos deshonestos anti Trump terminarán tras de rejas.