Monday, April 30, 2018

QUE QUÉ PASÓ EN EL ECUADOR?

Parece que el propio ex-Presidente Rafael Correa declaró que no entendía cómo pudo pasar en el Ecuador la reciente tragedia del asesinato de periodistas y militares a manos de narcoterroristas en la provincia de Esmeraldas, que todavía tienen bajo secuestro a una pareja de viajantes.
La respuesta la pueden dar el propio Correa y su ex-vicepresidente y ahora Presidente, Lenín Moreno, quienes protegieron a las FARC y al ELN para que asentaran sus bases en territorio ecuaroriano, mientras huían del asedio militar antiterrorista del entonces Presidente Álvaro Uribe, uno de cuyos ministros era el hoy mandatario Juan Manuel Santos. 
Uribe estaba a punto de doblegar a los narcoterroristas e intentó liquidarlos también en sus puestos de refugio en el Ecuador. Para ello buscó lo que era obvio: un operativo conjunto con los militares ecuatorianos y para ello ofreció coordenadas de los sitios exactos de las bases guerrilleras en ese país. Pero no tuvo la cooperación de Correa.
Por esa razón Uribe se vio forzado a realizar la acción militar de Angostura del 2008 de manera unilateral, pues de otro modo los narcotraficantes habrían recibido alertas para fugar y evitar el ataque. Se comprobó que los invasores, al mando del líder alias Raúl Reyes, habían construído edificios y barracas fáciles de ubicar y denunciar si hubiera habido voluntad de hacerlo por parte de Correa.
El gobernante ecuatoriano de entonces se había negado a calificar a los narcoterroristas de las FARC y el ELN como tales, atribuyéndoles el títitulo de disidentes e incluso de “luchadores por la libertad”. Santos participó en el ataque e inicialmente Correa se enemistó con él, denunciando el ataque como violación de la soberanía y los derechos humanos.
Santos sucedió a Uribe en la presidencia con amplia mayoría de votos porque todos estaban  estaban convencidos de que culminaría la misión de Uribe de liquidar a la guerrilla que había asolado al país por más de 50 años. Sopresivamente, traicionó a Uribe, al voto popular y a si mismo y convocó a un “diálogo de paz” con los narcotraficantes en La Habana.
El acuerdo implicaba perdón por los asesinatos, secuestros, extorsión, narcotráfico y un “premio” de cinco curules en cada cámara del Congreso para los guerrilleros convertidos en actores políticos sin mancha. Pero el acuerdo tenía que ser sometido a referendo y la respuesta fue un  contundente no.
Santos hizo nuevamente caso omiso del mandato popular y maniobró en el Congreso para que se apruebe el acuerdo rechazado. Está en vigencia pero la mayoría popular lo rechaza. Uno de los efectos del forzado acuerdo es la potenciación de los narcoterroristas colombo/ecuatorianos en las fronteras, notoriamente en Esmeraldas. El ex-Vicepresidente Alberto Dahik escribió un brillante artículo sobre la traición de Santos, que se publica a continuación.
Pero la traición original la inició Correa con la anuencia de Moreno, según se relata en dos BLOGs que han sido insertados en el Internet cuando de buscar la célebre frase “luchadores por la libertad” se trata (santiagojervisdesdeusa.blogspot.com: Correa y los Asesinos de las FARC, enero 6, 2008; y Correa y Uribe, marzo 7, 2008). 
En el Diario El Nuevo Herald acaba de publicarse, además, una nota sobre uno de los líderes de las FARC amnistiados por Santos, que confirma que el acuerdo es una farsa traicionera condenada a fracasar.


Iván Márquez, ex jefe negociador de las FARC, durante una conferencia de prensa el 24 de junio en La Habana, Cuba.
Informe: EEUU tiene un video del número dos de las FARC negociando con un cartel mexicano

por Catalina Ruiz Parra 
El ya fracturado proceso de paz en Colombia se enfrenta ahora a una nueva crisis, esta vez por una investigación por narcotráfico que estaría llevando a cabo Estados Unidos contra Iván Márquez, número dos de la ex guerrilla FARC, convertida ahora en un partido político .
El diario estadounidense The Wall Street Journal reveló este sábado que las autoridades estadounidenses tienen en su poder un video del también negociador del grupo insurgente en La Habana con un enlace cercano a un reconocido capo mexicano.
La conversación entre el ex guerrillero y el enlace de la mafia mexicana habría tenido lugar después de la firma del proceso de paz entre las FARC y el gobierno colombiano, y fue grabado desde un celular, según una fuente sin identificar y cercana al caso.
Hasta el momento no hay ninguna acusación formal en ninguna corte federal de Estados Unidos contra Márquez.
Sin mencionar el artículo ni la supuesta investigación en su contra por narcotráfico, el ex jefe guerrillero aseguró el sábado en la noche que "esto ya es el colmo" y que se debe a intereses de terceros para hacer fracasar el proceso de paz.
Esto ya es el colmo. Como lo dije, el fiscal y todos los que están detrás de él, quieren llevarse el proceso de paz al infierno. Es hora que el país reaccione.
— Iván Márquez (@IvanMarquezFARC) 8:57 PM - Apr 28, 2018
Márquez responsabilizó directamente al fiscal Néstor Humberto Martínez de querer "hundir" los acuerdos de paz a los que llegaron el gobierno y la entonces guerrilla en Cuba, tras más de medio siglo de conflicto armado y en los que los ex combatientes se comprometieron a no volver a delinquir.
Esto ya es el colmo. Como lo dije, el fiscal y todos los que están detrás de él, quieren llevarse el proceso de paz al infierno. Es hora que el país reaccione.
El fiscal Martínez informó el sábado que su despacho no está investigando a Márquez por narcotráfico, pero no aclaró si tiene información de que Estados Unidos sí lo esté haciendo.
La explosiva revelación de The Wall Street Journal se conoce solo semanas después de que el ex jefe guerrillero Jesús Santrich fuera arrestado en Bogotá por petición de Estados Unidos, que lo requiere en extradición para que responda por conspiración por enviar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos en una operación con el cartel de Sinaloa.
Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez, también fue arrestado por ese mismo caso, pero se convirtió en testigo protegido de la DEA y ha estado colaborando en las últimas semanas desde Estados Unidos. Es tal la información vital que ha revelado que Marín es considerado ahora la 'garganta profunda de las FARC'.
La detención de Santrich llevó a que Iván Márquez renunciara a su curul en el Senado —una de las 10 que le corresponde a la ex guerrilla en el Congreso como parte de lo pactado en el proceso de paz— y en la que debería posesionarse el próximo 20 de julio.
"¿Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador y que me vayan a decir que soy un narcotraficante? Yo no estoy para esas cosas. Necesitamos respeto. Prefiero dejar esa joda allá", dijo 'Márquez' en una entrevista con el canal CM&.
Además de su renuncia al escaño en el Senado, Márquez anunció que no iría más a Bogotá, sino que se mudaría "temporalmente" a una vereda en Miravalle, en el departamento de Caquetá.
El proceso de paz atraviesa el momento más crítico tras su firma por el Estado Colombiano y las FARC. Nos hemos reunido hoy en Miravalle con Eamon Gilmore Enviado Especial de la Unión Europea y Jean Arnault de NNUU. La paz y la situación de Santrich hicieron parte de la agenda
— Iván Márquez (@IvanMarquezFARC) 3:11 PM - Apr 28, 2018
El 62,4 por ciento de los colombianos considera que la implementación del acuerdo de paz con las FARC va por mal camino, según una reciente encuesta de la firma Invamer.

(Al artículo de Dahik, que publicó El Universo)

Al presidente Santos
Usted, presidente Santos, ejercía el Ministerio de Comercio cuando quien escribe ejercía la vicepresidencia del Ecuador. Nos conocemos hace bastante tiempo. Con gran decisión en ese entonces de los presidentes Durán-Ballén y Gaviria, las relaciones entre las dos naciones fueron inmejorables.
Recibí del presidente el encargo de llevar las negociaciones de liberar el comercio con Colombia. Nuestro ministro Mauricio Pinto prontamente logró los acuerdos que multiplicaron impresionantemente el comercio entre nuestras dos naciones.
Viajé varias veces a Colombia. Sin bombos ni platillos, sin ceremonias, ni siquiera prensa. Trabajaba con el presidente Gaviria, a quien saludo a través de estas líneas. Tratábamos temas que incluían, obviamente, la seguridad entre los dos países. El viaje reservado de trabajo de un vicepresidente era ventajosamente más discreto que el de un presidente. Llevábamos esa agenda con gran reserva y particular eficacia.
Su país, en sencilla ceremonia en la embajada de Colombia en Quito, me otorgó la orden de Boyacá, no por razones protocolarias, sino por las labores realizadas en bien de la relación entre los dos países.
No dude entonces de mi afecto enorme por Colombia y por su pueblo, del cual tengo extraordinarios amigos, ni dude tampoco de mi conocimiento de las relaciones entre nuestros países.
El acuerdo de paz cobró en el Ecuador inicialmente precio con sangre de uniformados. La Policía y las FF.AA. de mi patria me merecen el más profundo respeto y cariño. Las serví con gran dedicación y amor. Son vitales para el Ecuador.
A esa sangre se suma ahora la de los tres periodistas infamemente plagiados, hechos rehenes y ejecutados, mientras ejercían la sagrada labor de informar en mi país.
Cuando, en soledad, presidente Santos, medite sobre la realidad de ese acuerdo de paz, que ojalá lo haga con remordimiento, le ruego que considere el daño que ese acuerdo le ha hecho ya al Ecuador...
El Mono Jojoy indicó que había financiado las campañas de la Revolución ciudadana en el Ecuador. Hay videos de YouTube donde lo dice. La computadora de Raúl Reyes dio igual información. Así lo leyó el presidente Uribe en la reunión de Santo Domingo. La Revolución ciudadana habría llegado con ese financiamiento, llegó, acalló a los periodistas, persiguió la libertad de prensa, y cuando pensábamos que esa libertad estaba recuperada, esas mismas FARC matan a tres cumplidores del deber.
Le ruego que vea una y otra vez el video en el cual usted habló inicialmente del incidente en Esmeraldas. Oiga su tono de voz, el énfasis que usted puso al decir que Guacho es ecuatoriano. Casi que ese fue su descargo. Hoy usted simplemente dice que tendremos el apoyo del Gobierno, de las FF.AA. y del pueblo colombiano.
Ojalá hubiera usted puesto el mismo énfasis en decir que en las FARC nunca se podía confiar, que el tema de vinculación con el narcotráfico no quedó resuelto, que la impunidad que les dio el acuerdo de paz ante sus monstruosos y asquerosos crímenes los motivan a seguir en sus bellaquerías; que el acuerdo es muy defectuoso. Qué saludable sería ver humildemente un mea culpa por el mismo. Si no es así, ¿cómo explicamos la conducta de Jesús Santirich? Pasó de negociador a extraditable por narcotráfico.
Ojalá usted no hubiera enfatizado tanto que Guacho es ecuatoriano, sino que era evidente que al Ecuador lo afectaría ese acuerdo, y que Guacho aprendió de las FARC sus maldades, y que usted le pide perdón por la firma de ese acuerdo, no solo a la mayoría del pueblo colombiano que lo rechazó, sino al pueblo ecuatoriano, civil y militar, que hoy pone su cuota de sangre.
Ese mal acuerdo halló terreno fértil porque las labores de inteligencia, de las FF.AA. y la Policía ecuatoriana, fueron desmanteladas y a cambio se creó una Senain para perseguir a opositores, y no para prevenir la subversión, la cual goza de la simpatía de muchos de los miembros de la familia Revolución Ciudadana.
Ese acuerdo no de paz sino que más parece de impunidad encontró, en la actualidad, a unos ministros de Defensa, Cancillería y del Interior que son los menos indicados para contrarrestar las grandes falencias que ese acuerdo tiene.
El paso del tiempo va dando la razón, presidente Santos, a la actuación de los presidentes Pastrana y Uribe, y hace meditar a la clase política ecuatoriana sobre la unidad indispensable para combatir la plaga del socialismo siglo XXI y este criminal coqueteo con Cuba, Venezuela y la subversión.

Cuando, en soledad, presidente Santos, medite sobre la realidad de ese acuerdo de paz, que ojalá lo haga con remordimiento, le ruego que considere el daño que ese acuerdo le ha hecho ya al Ecuador y que, lamentablemente, nadie en el Ecuador pudo potenciar más los riesgos que ese acuerdo tenía para el país que la familia Revolución Ciudadana.




Friday, April 27, 2018

TRUMP Y LAS COREAS

El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-Un, cruzó el Paralelo 38 que divide a la Península desde 1953 y saludó y se abrazó con el Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-In, para seguidamente acordar la paz entre las dos fracciones y un sucesivo tratado de desnuclearización total. 
La península coreana fue invadida por las fuerzas comunistas de China y la Unión Soviética a poco de concluída la II Guerra Mundial y las Naciones Unidas resolvieron repeler el ataque con los ejércitos de varios países, bajo el comando del general Douglas MacArthur y un mayor contigente militar de los Estados Unidos.
La guerra estuvo a punto de concluir coincidiendo con el azote de uno de los más crudos inviernos de la historia en 1952, cuando la ayuda militar china flaqueó y se replegó. MacArthur, héroe de la II Guerra Mundial y gestor de la pacificación y restauración del Japón, pidió autorización para asestar un golpe definitivo al enemigo, pero fue relevado del mando.
El Presidente Harry Truman, demócrata, el mismo que autorizó lanzar las bombas en Hiroshima y Nagasaki, temió que MacArthur llegase al extremo de recurrir a esa arma nuclear y lo despidió. Y ya cuando la victoria militar estaba ad portas sin necesidad de esa medida extrema, optó por el armisticio para acordar un cese de fuego sin sellar una paz duradera.  
Corea del Norte, con el amparo y la protección sino soviética, eirigió en esa región de la península una cárcel orwelliana con supresión total de las libertades individuales. Más aún, en violación de los acuerdos de Naciones Unidas y con apoyo financiero y tecnológico comunista desarrolló una industria nuclear cuya tecnología a su vez transfirió a Irán y Siria. 
Los intentos por disuadir a la dictadura norcoreana de su programa nuclear fracasaron, tanto de parte de las Naciones Unidas como de presidentes de los Estados Unidos, incluídos demócratas como Bill Clinton y Barack Hussein Obama como de los dos republicanos Bush. Clinton intentó halagar al dictador con obsequios de alimentos y préstamos, con resultados negativos.
Donald J. Trump, republicano, adoptó una política distinta. Invitó a China, a Rusia y a otros aliados a implantar severas sanciones económicas y comerciales a Corea del Norte, advirtiéndole que la opción militar no se descartaba si persistía en su obsesión de amedrentar a sus vecinos, a los Estados Unidos y al mundo con bombas nucleares.
Como de costumbre los demócratas progresistas de la oposición se mofaron de Trump y lo acusaron de provocador, irresponsable y posible causante de una lII Guerra Mundial. La verdad ha sido la opuesta. Los líderes de las dos Coreas se han unido, pronto los acuerdos de paz y renuncia a la nuclearización se concretarán y ratificarán y Trump estará en la ceremonia como el Invitado de Honor “gestor del milagro”.
Mientras el mundo observa deslumbrado ese “milagro”, que recuerda el de la reunificación de las dos Alemanias en circunstancias distintas y peor la derrota injustificada de Vietnam, los demoprogresistas le asestaron un nuevo golpe a Trump al obstruirle el nombramiento del Vicealmirante Ronny Jackson como Director de Departamento Para Veteranos, alegando acusaciones infundadas. 
El candidato fue médico consecutivamente de tres presidentes en la Casa Blanca (Bush, Obama, Trump) y de los tres recibió las mejores calificaciones por su capacidad profesional y humana. Nada de ello sirvió a los enemigos de Trump, cuyo odio fue mayor que el criterio favorable de los tres Jefes de Estados de dos partidos políticos.
Jackson, que sirvió en Afganistán y nunca fue político, se vio forzado a declinar la nominación. Ninguno de los ex-Presidentes, especialmente el demócrata Obama, tuvo la entereza de respaldar con alguna declaración al eminente galeno y militar calumniado. Trump ha dicho que al ritmo actual de obstruccionismo, se requeriría de nueva años para que las personas por él nominadas sean aprobados por el Congreso.

Wednesday, April 25, 2018

MACRON Y LAFAYETTE

Fue el propio Emmanuel Macron quien pidió en París a Donald J. Trump el año pasado que, cuando le tocara venir a los Estados Unidos en visita oficial de reciprocidad, le hiciese conocer Mount Vernon, la residencia de George Washington muy cercana a la capital. 
Su deseo se cumplió por cierto y Macron, junto a su cónyuge Brigitte y con Trump y Melania recorrieron la histórica y sobria residencia que albergó al Padre de la Patria y que, según confesiones mutuas, fue Padre Adoptivo del General y Marqués de Lafayette. 
Lafayette es una de las figuras más fascinantes en la historia de este país y de Francia, por lo cual se lo considera Héroe de Dos Mundos. No faltan las críticas negativas, pero prevalece su grandeza no obstante que ahora se atraviesen tendencias al revisionismo histórico. 
Lafayette, aristócrata, fue clave a inicios de la Revolución Francesa, pero desde su temprana juventud fue atraído por la causa independentista de la naciente república americana. Con sus propios recursos financió su nave para viajar a respaldar la revolución americana. Luego regresó a Francia para levantar fondos para la causa.
George Washington, nacido en 1732, era 25 años mayor que Lafayette (1757) y entre ellos surgió una entrañable simpatía y estrecha amistad que con el tiempo se transformó en una relación filo-paterna (Washington no tuvo hijos biológicos). Lafayette poseía grandes talentos militares y fue clave en el célebre sitio de Yorktown.
De regreso en Francia, Lafayette se opuso al radicalismo de la Revolución Francesa y fue encarcelado por cinco años. Napoleón lo liberó en 1797 y tras varias vicisitudes políticas, rechazó en 1830 el convertirse en dictador (así como su “padre adoptivo” rechazó una tercera presidencia), apoyando al rey Luis Felipe, que lo decepcionó con su autoritarismo. Murió Lafayette en 1834.
Previamente el Presidente James Monroe lo había invitado a visitar a los Estados Unidos en 1824. En una gira triunfal, recorrió los 24 Estados de entonces y en todas partes fue recibido apoteósicamente, a la manera de los héroes romanos. Su prestigio ha ido declinando en la memoria popular y si bien en el 2002 fue declarado ciudadano honorario, ha sido con Trump y Macron que su recuerdo ha revivido.
Ha sido inevitable esbozar un paralelo merced al evidente afecto mutuo entre los dos mandatarios actuales, a los que separa una parecida cantidad de años: él, Trump, con 71, y él, Macron, con 40. Emmanuel podría ser su hijo y Donald J. muchas veces lo trata como a tal, aún cuando para la turba anti Trump de los medios ello sea motivo de mofa. 
Chris Wallace, que tiene un programa de entrevistas los domingos en FOX, viajó a París para entrevistar a Macron en vísperas de su viaje a Washington. No aprovechó la oportunidad para exaltar los vínculos que unen, no a Trump con Macron, sino a Francia con Estados Unidos. Wallace  envileció el diálogo con preguntas como extraídas de James Comey y CNN o MSNBC para inducir a Macron a que hable mal de Trump, sin lograrlo.
Macron le recordó que Francia y Estados Unidos están juntos desde el nacimiento de esta nación en la Revolución Americana, en el Primer Tratado Comercial, en la I y II Guerra Mundiales. En los discursos tanto él como Trump han enfatizado en la fraternidad y unidad de propósitos que los une para luchar por la libertad, aún con sacrificio humano.
En este enlace o link en español de Wilkipidia se puede leer una interesante reseña sobre este legendario personaje Marqués de Lafayette.

Friday, April 20, 2018

ES LA HORA DE ASSANGE

Cuando todo indica que está a punto de terminar, sin cargos contra Trump, la larga y costosa investigación sobre su supuesta colusión con Rusia para llegar a la Casa Blanca en lugar de Hillary Clinton, la directiva del partido demócrata acaba de plantear hoy un juicio penal sobre el tema.
Esta vez lo hacen ante la Corte Federal de Nueva York contra Putin, Trump y Assange acusándoles de haberse confabulado para manipular el proceso eleccionario del 2016 en favor del multibillonario neoyorquino del partido republicano, para obstruir la victoria de Hillary que todos daban por segura.
La derrota demolió a los demócratas progresistas que no se recuperan ni mental ni emocionalmente hasta la fecha. Lo mínimo que debieron esperar es a que se pronuncie el Investigador Especial del caso, Bob Moeller, lo que puede ocurrir muy pronto. Otra comisión del Congreso ya examinó el caso y desechó los cargos.
Se desconoce cómo los progresistas pudieran enjuiciar a Putin, gobernante de un Estado soberano y cuáles serían las pruebas para respaldar la demanda. Trump y sus dirigentes de campaña han indicado reiteradamente que todo documento disponible (1.3 millones) ha sido puesto en manos de los investigadores, sin que se descubriera nada negativo.
La clave, en consecuencia, podría estar ahora en Julian Assange, creador y dirigente de WikiLeaks asilado en la embajada del Ecuador en Londres desde hace más de cinco años. De él depende hacer añicos a esta nueva demanda de los demprogresistas, si revela finalmente que los emails de Hillary y Podesta (su jefe de campaña en el 2016) llegaron a sus manos no de Rusia, sino de la CIA y el FBI.
Agentes y ex-agentes de esos organismos estaban indignados por la forma como Hillary violó las normas de seguridad nacional cuando ejercía la Secretaría de Estado en el gobierno de Obama al tener un servidor en su domicilio. En el intento por investigarla por esos delitos, ella ocultó 33.000 emails y destruyó computadores y iphones con ácidos y a martillazos.
Aterrrados por la posibilidad de que Hillary llegue a la Presidencia decidieron entregar a WikiLeaks los emails del DNC para revelar la forma ruin de hacer campaña de Hillary contra su rival Bernie Sanders. Hasta hace poco había en el Internet los clips con las declaraciones en tal sentido de los agentes (uno de ellos de ancestro cubano), pero ya han desaparecido de la red.
Trump, como el gran negociador que es, podría acordar con Assange la forma de dar a publicidad el origen de la filtración de los emails. Ecuador ha anunciado que quiere terminar de alguna forma con el asilo. Assange teme que Estados Unidos busque extraditarlo, por anteriores difusiones de secretos de alta seguridad. Pero es factible hallar alguna vía de solución en aras de conocer la verdad.
Si se confirma y divulga que los emails de Podesta no fueron hackeados por los rusos sino que provinieron de los Estados Unidos, la “colusión” imputada a Trump/Putin se desmoronaría definitivamente y, por ende, el jucio planteado en Nueva York y la investigación de Moeller.

En este link o enlace se puede leer una nota referente al verdadero origen de la filtración de los emails destinados a WikiLeaks. Por desgracia el videoclip también ha sido borrado.

Monday, April 16, 2018

EL TERCER "ESTABLISHMENT"

Al Presidente Donald J. Trump le ha brotado un tercer “establishment” con ánimo de obstruirle su gestión. El primero, desde luego, es el de la abierta oposición del partido demócrata “progresista”, respaldado por la gran prensa y el segundo el de los “RINOs” (Repubicanos solo de nombre).
Estos últimos son los republicanos de membrete que en el fondo coinciden con los demócratas en su visión “progresista” del mundo sobre economía, medio ambiente y la necesidad de abdicar la hegemonía de los Estados Unidos en aras de un globalismo igualitario e intolerante.
El nuevo “establishment”, que acaba de aflorar, es el de los conservadores recalcitrantes, algunos conocidos columnistas, que no aceptan ninguna flexión de Trump para gobernar si de por medio surgen obstáculos propios de la realidad política y legal del momento.
El grupo ha sido leal a Trump, pero no admite que el líder, para seguir cumpliendo con sus ofertas de campaña, en ocasiones tenga que recurrir a estrategias temporales para evitar el estancamiento y el fracaso. No siempre el mejor camino para cruzar el pantano es la línea recta, dijo Lincoln. 
Tal el caso, por ejemplo, del Presupuesto recientemente aprobado con un alto endeudamiento y que incluye asignación de fondos para organismos tan opuestos a la prédica republicana como el Planned Parenthood, que promueve el aborto. Trump no debíó aprobarlo, dicen los “ultra”. 
Lo aprobó porque en el Senado rige la regulación del anterior gobierno de Obama de que la mayoría debe obtenerse con los 2/3 de los 100 votos y en paquete, no por partes. Trump aprobó la Proforma porque incluía 6.700 mil milllones de dólares adicionales para las Fuerza Armadas, que Obama las debilitó y desfondó.
Para aprobar la próxima Proforma, en septiembre/octubre, Trump promete no aprobar gastos impropios y ha pedido al presidente del Senado, Mitch McConnell, que deshaga lo hecho por su predecesor demócrata Harry Reid para reinstituir la simple mayoría constitucional de aprobar leyes  con la simple mayoría de  51/100. Para decidirlo se necesita 51 de los 52 votos de los actuales senadores republicanos.
También los “ultra” se han quejado de que Trump no ha cumplido con la promesa de no intervenir en Siria y la reciente de retirar cuanto antes las tropas que aún quedan allí. Pero el sábado pasado se vio forzado a lanzar misiles a tres puntos concretos donde se producían, almacenaban y luego esparcían productos químicos para matar inocentes.
Ese método de muerte quedó prohibido por la Convención de Ginebra luego de las atrocidades registradas en la I Guerra Mundial. Obama dijo que Assad, el Presidente de Siria, se había deshecho de tales instalaciones, pero no fue así. El año pasado Trump ordenó el lanzamiento de un cohete de alto poder como advertencia, pero más tarde hubo decenas de víctimas por venenos químicos.
Tras una semana de investigaciones, Trump en alianza con Gran Bretaña y Francia resolvió lanzar otro ataque a dichos tres objetivos y el resultado fue de impecable efectividad. Rusia e Irán, que respaldan a Asaad, no respondieron militamente. Todos confían en que los ataques con armas químicas no se repitan.
Y que la oposición de los “tres establishments” no bloqueen al Presidentre en sus gestiones pro paz con Corea del Norte, China y Rusia, factores clave en el conflicto coreano, sirio y del Medio Oriente en general. Trump busca negociar la paz sin claudicar, pero los “progresistas” insisten en la  supuesta “colusión” Putin/Trump, que podría sustituir el diálogo con las armas.
Igualmente ha habido reticencia contra Trump por su estilo para terminar con las desventajas comerciales con China y otros (casi todos) los países. Su arma negociadora ha sido la amenaza de imponer tarifas en los casos en los cuales los productos norteamericanos entran a China con altos impuestos, mientras que los productos chinos importados (por ejemplo) ingresan con aranceles 0.
En el caso de China, los resultados han sido inmediatos. Claro, porque la supuesta “guerra comercial” habría perjudicado más a ese país que a USA. China ha prometido revisar las desventajas que elevan el déficit comercial en más de 500.000 millones de dólares por año, sin tomar en cuenta los billones adicionales (se habla de 800.000 millones) por concepto de robos intelectuales de patentes y de marcas.
Similares estrategias se seguirán aplicando a otras naciones con las cuales hay desbalance comercial, como con la Unión Europea, alrededor de 150.000 milllones de dólares anuales, con México y otras. El objetivo no es ni la guerra comercial ni el aislacionismo sino la búsqueda de convenios comerciales realmente libres y de beneficio recíproco.
Cuando están de por medio asuntos de tanta trascendencia, la gran prensa se ha hecho eco con gran vocinglería del lanzamiento de un libro del ex-director del FBI, James Comey, que fue tardíamente despedido por Trump de su cargo por perjuro y filtrador de información reservada. Comey debió haber sido cancelado el 20 de enero del 2017, tan pronto se posesionó Trump de la Presidencia.
Comey perdonó a Hillary por la eliminación de más de 30.000 emails y otras infracciones mientras era Secretaria de Estado, pese a que su papel como director del FBI era investigar y entregar el informe a su superior, la Fiscal General, para que decida lo pertinente. Esa falta era motivo suficiente para que no permaneciera en su cargo.
Trump confió demasiado y ahora Comey, despedido, lanza un libro que demócratas y republicanos condenan por canallesco. Es probable que se le siga juicio porque como ex director del FBI está prohibido de opinar en un caso cuya investigación aún no concluye, la colusión y por referirse a informes reservados.
También ocupó la atención pública las confesiones ante una Comisión del Congreso del creador de Facebook, Mark Zukerberger, por supuestas censuras político doctrinarias a algunos usuarios. Zukerberger, de 29 años de edad y dueño de una fortuna de 40.000 millones de dólares, pidió disculpas a los afectados y dijo que de buena gana aceptaría regulaciones del Estado a futuro.
El usufructuario de Facebook es ultra izquierdista, ultra obamista y lo que más querría es una regulación que le permita seguir haciendo lo que  ha hecho hasta ahora: borrar de la plataforma a la derecha. Una “ley mordaza”  estilo ecuatoriano le vendría de perlas. Pero lo que menos se necesita es eso precisamente. Lo que se requiere es menos intrusión del gobierno y más “facebooks”, es decir, más opciones de comunicación.
Facebook es una plataforma de expresión a la que voluntariamente acude una multitud de gente. Si muchas personas hallan barreras de expresión, algún otro “zukerberger” debe surgir para diseñar medios alternativos. Y hasta que ello ocurra, debería surgir un boicot espontáneo de quienes no están de acuerdo con este tipo de censura del medio existente.

Monday, April 9, 2018

¿POR QUÉ INVITAN A CASTRO?

Estuvo bien que el nuevo gobierno del Perú ratifique no invitar a Maduro a la Conferencia de las Américas de este fin de semana en Lima porque su régimen contradice la Carta Pro Democracia de la OEA. Pero no se entiende que no se aplique la misma medida a Raúl Castro.
Carlos Chávez, antecesor de Maduro, inició la quiebra de la incipiente democracia en Venezuela y ahora con Maduro esa nación está en escombros. Fidel Castro fue el inspirador y ambos recibieron apoyo para implantar allí otra “revolución socialista” que colectivice la miseria y anule las libertades inidividuales.
Mary Anastasia O´Grady, comentarista del diario The Wall Street Journal, hace un claro análisis de la contradicción de “desinvitar” a Maduro e invitar a Castro. En la nota, reproducida a continuación, resalta las atrocidades de la dictadura castrista enraizada en la Isla por más de media centuria y la complacencia de la OEA e incluso de Obama.
Hay gobernantes que son activos admiradores de los Castro, sobre todo de Fidel, como Lenín Moreno de Ecuador y otros de Nicaragua, Bolivia y de más allá de las Américas. Sin excepción, quienes exaltan a los Castro apoyan a Maduro (el caso Lenín), según sus propias confesiones.
En los Estados Unidos la izquierda siempre tuvo su “love affair” con el comunismo de la URSS, como lo probó documentadamente el senador McCarthy a mediados del siglo pasado. Obama reanudó las relaciones con Cuba y departió feliz con Raúl Castro en un juego de beisbol y antes, en una conferencia continetal, con Chávez. Eso se recuerda en una nota de este link).

Seguidamente el artículo del WSJ, en inglés, sobre Maduro y Raúl Castro:

Mary Anastasia O’Grady
Donald Trump got to the Oval Office in part because of his willingness to buck conventional narratives. When he addresses the eighth Summit of the Americas in Lima, Peru, Saturday he has a unique opportunity to live up to that reputation by telling the truth about Cuba’s totalitarian military dictatorship to a room full of people who would rather he not bring it up.
Many victims of the Castros’ revolutionary misery will be looking to the U.S. president for moral clarity on the giant crime against humanity that is Cuba, but none more than the long-suffering Cubans themselves, who are trapped on the island slave plantation and ignored by their regional brethren.
The Americas summit is almost a caricature of the classic hot-air convention. Every few years, since 1994, it gathers most of the leaders of the 34 members of the Organization of American States. There’s lots of eating and drinking to go along with the posing and pontificating for domestic consumption back home. But results are unimpressive. Despite an OAS democratic charter adopted in Lima in 2001, the Cuban disease has spread to Venezuela, Bolivia and Nicaragua.
This year the double talk will be especially hard to take. The systematic starvation of the Venezuelan people, and the refugee crisis it has spawned, isn’t only embarrassing for a bunch that pays lip service to human rights. It is also inconvenient since so many of the wretched exiles are now turning up on neighboring doorsteps.
To signal its dissatisfaction with the Caracas regime that has been violating civil liberties since the early 2000s, the “Lima Group”—Argentina, Brazil, Canada, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Mexico, Panama, Paraguay, Peru and St. Lucia—disinvited Venezuela to this year’s summit. This is progress and ought not go unappreciated.
Yet while Venezuela’s bus-driver-cum-dictator, Nicolás Maduro, won’t be sipping pisco sours and spooning ceviche in the Peruvian capital next weekend, the full OAS has decided that Raúl Castro, the mob boss who orchestrated the collapse of Venezuelan democracy, is most welcome.
This will go down in history as one of the most gutless decisions the region has taken in modern memory—and there’s a lot of competition. The Castro record is clear: Millions of Cubans have been summarily shot, hanged, drowned, poisoned, starved, imprisoned, tortured, sent to concentration camps, enslaved and exiled. Cubans have been stripped of their property, their right to raise their children and their freedom of conscience and religion.
Mythmakers’ claims about superior health care and education have been shot full of holes. Hospitals are run-down, unsanitary, and lacking basic medical supplies, linens and food. Many countries in the region have made far greater strides in literacy in the past half-century than Cuba, and they did it without putting their people in chains.
There is no way to sugarcoat the horror. Notwithstanding President Obama’s effort to give Raúl an image makeover during a U.S. presidential visit to the island in 2016, the brutality persists. By some measures it has grown worse as Fidel’s 86-year-old little brother prepares to step aside from the presidency on April 19. He is widely expected to hand the official title to Miguel Díaz-Canel, though Raúl will still head the Communist Party.
The passing of the nightstick will be risky for the police state. As Cuban-born writer Carlos Alberto Montaner, president of the Miami-based Interamerican Institute for Democracy, observed last week in a website post, Cuban material privation—from food to drinking water to housing, clothing and transportation—is dire. But there is also “the constant fear, the absence of rights and the unpleasant need to lie, a need all Cubans have in order to survive in a totalitarian society.” The raw failure of the system, Mr. Montaner wrote, implies something has to change as the Castro boys fade to black.
The dictatorship’s elite understand this, which is why they are doubling down on the repression. The Center for a Free Cuba reports that more than 5,100 dissidents were arrested in 2017. Eduardo Cardet Concepción, a medical doctor and leader of the Christian Liberation Movement, has been in prison since November 2016. He is accused of failing to respect “the comandante.” Amnesty International has named him a prisoner of conscience. In December he was beaten and stabbed by other prisoners.
Members of the dissident group Ladies in White are thrashed in the streets, dragged on the pavement and often detained when they try to attend Sunday Mass. In March the group’s leader, Berta Soler, was denied permission to leave the country. Havana has blocked human-rights advocates from traveling to Lima.

The State Department could have objected to Castro’s attendance and made other members explain their support. Instead Foggy Bottom has signaled complicity through silence. Many are hoping that President Trump will speak out, with the added benefit that he can deliver the message to Raúl personally.