Tuesday, February 24, 2015

LA MENTIRA GLOBAL


El presidente Barack Hussein Obama insiste hasta el cansancio y hasta el aburrimiento y la indignación, que los terroristas musulmanes que ahorcan, degüellan, violan, crucifican y decapitan a infieles no son musulmanes sino “solo” terroristas, que toman en vano el nombre del Islam. 
Como aprendiz de teólogo, alecciona que hay que tener cuidado en separar religión del terrorismo. Sostiene que los terroristas árabes podrán ser terroristas pero no son religiosos: no son musulmanes aunque digan que lo son. Obama así lo sentencia y así quiere que sea y punto. Pero de ninguna manera hay punto.
Obama pretende dirigirse a un grupo de idiotas. Idiotas serán los que le creen, los cuales en los tiempos de Lenin y Stalin solían llamarse “tontos útiles” a la causa comunista, hoy islámica. Habrá otros que le creen sin ser necesariamente idiotas, pero si mal informados. Y un último grupo que le sigue por solidaridad de raza o por solidaridad ideológica.
Nadie le ha preguntado a Obama si el Isis/Ildis no es musulmán y si no lo son tampoco las otras hordas de asesinos árabes ¿entonces qué son? Quiere convencernos de que son terroristas sin membrete. Pero a través de la historia se observa que todo movimiento terrorista siempre se  organiza a favor o en contra de una causa, que tratan de divulgar llamando la atención pública mediante la siniestra arma del terror.
No se conoce de terroristas que salgan a la calles y sitios de concentración de multitudes para causar terror por el solo placer de aterrorizar. Quizás haya habido actos individuales, pero seguramente son una excepción patológica. 
Los vocablos terror y terrorismo se popularizaron con Robespierre en la Revolución Francesa. El objetivo era “limpiar” los rezagos monárquicos y forzar a la población a ser virtuosa según los cánones revolucionarios. Hubo terror con los anarquistas, contrarios a la autoridad de cualquier forma. Y el terrorismo de Estado de Lenín y Stalin que mató a más de 50 millones de inconformes y cerca de 100 millones en la China de Mao.
Hitler sembró el terror con el Holocausto para eliminar a seis millones de judíos, además de gitanos y cristianos. El marxismo/leninismo/estalinismo quiso extenderse mediante el terror. El Che Guevara estuvo en Angola y Bolivia para comandar revueltas armadas y Fidel Castro asesoró a Salvador Allende en Chile durante 40 días para aplastar a la oposición. Los secuestros de aviones comerciales eran frecuentes en esa época, protagonizados por comunistas. 
Los terroristas narcotraficantes han sido y son “maestros” en la maldad con que han amedrentado al poder público o se han vengado de colaboradores que traicionaron su fidelidad a los “capi”. En parecido nivel han estado los terroristas del Eta de España o del IRA de Irlanda, que intentaron asesinar a Margaret Thatcher, o los de Argelia que por poco liquidan a De Gaulle. 
Los narcos aterrorizaban y aterrorizan para amurallar su negocio, los otros buscaban la independencia. Siempre hay una motivación en cada movimiento terrorista desde antes y después de la Revolución Francesa de Robespierre. Pero Obama insinúa que el terrorismo árabe es algo nuevo, que no está motivado por ideología ninguna, menos por una religión.
Si quisiera hacer el esfuerzo mental de separar religión de terrorismo, debería separar a Mahoma de la religión, porque Mahoma fue practicante del terror. A Mahoma no hay cómo separarlo del Islam porque Islam y terror son una sola cosa. El Islam no busca la paz sino la imposición de su fe por la fuerza y el exterminio de los infieles que no se conviertan o sometan.
El terrorismo islámico no es nuevo, es milenario. Las Cruzadas se crearon en el siglo XI a instancias del Papa Urbano para contrarrestar el terrorismo árabe/musulmán que se había apoderado de Jerusalén he impedido a los cristianos el libre peregrinaje. El imperio islámico se había extendido hasta la península ibérica en el siglo XV, hasta su expulsión por los Reyes Católicos y el descubrimiento de América, que alteró el balance de poder.
El objetivo islámico es extender su dominio por el globo para imponer la ley shariah. Lo está consiguiendo con la formación del primer Califato del siglo XXI en Siria/Irak, que avanza con la venia de Obama. Sus tentáculos ya llegan a Noráfrica, África, al Sudeste asiático. En Europa y los Estados Unidos, su táctica de dominio es la infiltración.
La Hermandad Musulmana es la matriz de todos los núcleos de expansión e infiltración islámica. La fundó Al Banan en 1928. Coetáneo de Hitler, fue su admirador y colaborador en el II Guerra Mundial. Les unía su común antisemitismo. El mismo que nutre el terror de hoy en todas las células del Islam en todos los confines del globo. 
Líderes de la Hermandad son huéspedes frecuentes de la Casa Blanca. Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, tuvo que esperar en la puerta de servicio cuando vino a visitar a Obama. Al llegar a la Oficina Oval, una de las primeras decisiones de Obama fue deshacerse del busto de Winston Churchill que la Corona Inglesa le había dado en préstamo a George W. Bush.
Si Obama no quiere identificar a los terroristas musulmanes como tales, es porque trata de encubrirlos. ¿Y porque comparte sus ideales? Por sus actos los conoceréis, dice una máxima bíblica. Obama ¿es o no cristiano? ¿Es o no musulmán? Idem. Si en efecto es musulmán, se explica que pueda decir que es cristiano pues está protegido por el Corán para mentir,  si ello favorece la causa del Islam.
La mentira está en el ADN de Obama. Ha mentido sobre su partida de nacimiento, su certificado de seguro social; ha ocultado documentos de su paso por universidades, su vida en Indonesia. Mintió en la campaña del 2008 sobre el matrimonio gay, mintió sobre el Obamacare, mintió sobre la amnistía a los inmigrantes, miente sobre su respeto a la Constitución.
Nada raro que quien así actúe, pueda ser acusado de no amar a los Estados Unidos y de que se dude sobre su verdadera religiosidad. Es el dabate que divide ahora a la nación, cuando aún faltan dos años para las elecciones presidenciales y la fecha para su reemplazo, enero 20 del 2017.

(Valerie Jarrett según unos es el poder tras del poder en el gobierno de Obama. Es su principal asesora. Nacida en el Irán, en 1977 admitió que la táctica islámica es utilizar la libertad religiosa en los Estados Unidos para manipularla y acabar imponiendo la religión del Islam. He aquí su fotografía y su declaración:)


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