Anónimo[1]
Según una noticia de El Comercio del 16 de agosto: “El presidente de la República, Rafael Correa, … afirmó que realizará la importación directa de harina para venderla a través del Ministerio de Agricultura a los panificadores de todo el país.” La medida demuestra que el presidente Correa ignora crasamente el sector de la panificación y esa ignorancia económica le lleva a buscar remedios que empeorarán el sector y el bienestar de la población.
Idiosincrasias de la industria panificadora
De un saco de harina sale en "promedio" mil seiscientos panes (1. 600). Eso significa que si el saco de harina sube en 16 dólares, para compensar el aumento del costo ¡el panadero debe subir el precio en un (1) centavo! Esto significa que si el gobierno logra "vender" al panadero un saco por 16 dólares menos, solo se bajaría el precio del pan en un centavo. Pero para que logre vender en 16 dólares menos va a tener que subsidiar, lo cual expande el gasto público y estimula la inflación en general.
Los molineros no venden sólo harina. Ofrecen una serie de servicios adicionales como asesoría técnica, capacitación, charlas motivadoras. Por ejemplo, el tiempo de leudado y la cantidad de levadura que se debe usar depende de la calidad de la harina y esta a su vez depende de la calidad del trigo. Los molineros realizan pruebas de laboratorios continuamente para aconsejar a los panaderos inclusive la temperatura a la que debe hornearse el pan. ¿Tendrá el Ministerio de Agricultura personal e instrumentación idóneos para realizar este servicio que ofrecen los molineros? El tipo de harina al que están acostumbrados los panaderos ecuatorianos proviene de trigos de alta proteína. Esta harina es la única que puede leudar con la cantidad de grasa que producen los panes en el Ecuador. ¿Sabrá el ministerio de agricultura estos detalles?
La logística para llegar con la harina hasta el panadero es muy compleja. Los molineros han logrado formar todo un tinglado poco a poco a través de los años. Unos molinos, por ejemplo, llegan hasta al panadero más pequeño de las áreas rurales. En Rusia, Ucrania, Polonia se producía muchísimo trigo, pero como no tenían los sistemas de ferrocarriles, silos, puertos, etc. las cosechas se perdían en los campos. Ucrania era el granero de Europa antes de la revolución comunista, hoy ha vuelto a producir trigo en grandes cantidades pero no lo puede sacar al mercado mundial eficientemente por falta de logística. El MAG jamás podría organizar esta red de distribución, porque la logística no se organiza de la noche a la mañana, sino que es el resultado de un proceso de tanteo, de “trial-and-error”, que ha evolucionado a través de muchos años.
El Ecuador no es un productor de trigo.
En Ecuador se produce menos de 5. 000 TM de trigo al año. El Ecuador sólo para consumo humano importa 450. 000 TM, para balanceados importa otras 150. 000. Con el incremento del precio del trigo podría volverse nuevamente rentable sembrar trigo, pero simplemente no hay las tierras suficientes, en la Sierra bajo los 3. 000 metros, para producir suficiente como para no importar. Introduciendo tecnologías y empresas eficientes, el Ecuador podría llegar a producir, cuando más, unas 50. 000 TM de trigo al año.
El trigo que se importa se paga con cartas de crédito, a muy corto plazo. Es decir que el pago es casi al contado. El trigo viene al granel, no se puede importar 100 o 200 kilos, hay que comprar un barco completo. El tiempo que se demora un barco en descargar en el puerto tiene un costo y esto implica que mientras más se demore la retirada del trigo del barco, más aumentan los costos de descarga. Como algunos de los molinos del país no son lo suficientemente grandes para utilizar todo un cargamento, hay que coordinar las operaciones de importación con varios de ellos. Esto implica costos de tiempo, de personal y de negociación. A esos costos hay que añadir los aranceles y la tramitación para retirar el trigo de la Aduana. ¿Tendrá el ministerio personal con conocimientos suficientes para realizar estas operaciones tan eficientemente como lo hacen los molineros?
Los panaderos no pagan la harina al contado, reciben 30 días de crédito. Los molineros incurren en el riesgo a cambio de asegurarse una clientela. Y tienen un conocimiento de a quién se puede dar crédito y a quién no. Es más, estos “préstamos” nunca se cobran, porque semana tras semana el panadero compra un nuevo cargamento, paga por el anterior pero no por el nuevo. Dicho de otra manera, los molineros compran el trigo al contado y cobran a plazos, esto implica capitales de operación bastante altos y costos que se incluyen en el precio de la harina. Las tasas altas de interés de los últimos años han incidido también en los costos de la harina.
Según El Federalista, diario electrónico de opinión política y económica (http://el-federalista.blogspot.com/) la medida que pretende adoptar Rafael Correa es equivocada, pues la reciente elevación de precios tiene otras causas como el aumento de dinero circulante por subsidio a la pobreza y también puede agregarse el factor externo de China e India que están demandando grandes cantidades de alimentos.
El precio del trigo se explica con simples leyes de la oferta y demanda. Uno de los factores se debe a que el trigo es apreciado y los cada vez más capitalistas chinos lo están adquiriendo en mayor cantidad, ello motiva a que los precios suban por la oferta insuficiente pero eso también incentiva a que nuevos productores ingresen a producir trigo con lo que el precio tiende a bajar en el largo plazo.
El trigo también ha subido de precio porque ha aumentado el precio del petróleo y se está haciendo etanol del maíz, por lo tanto se está reemplazando el maíz con trigo en la alimentación animal. Tierras que sembraban trigo hoy siembran maíz porque es más rentable. También ha habido problemas con las cosechas. También han subido los fletes marítimos en casi un 100%, esto por el precio del petróleo que usan los barcos y por la demanda de China e India. Simplemente no hay suficientes barcos para cubrir la demanda adicional y habrá que esperar a que se construyan más barcos. El precio del trigo en Europa es el más alto en la historia. En Estados Unidos es el más alto en 30 años.
Si alguien tiene curiosidad por saber como se mueven los precios internacionales de diversas commodities; incluyendo trigo, maíz, café, cacao, entre otros, puede observar cada día la página de Commodities de Bloomberg. Allí se puede observar que el precio internacional del trigo ha estado creciendo durante los últimos meses. A continuación se muestra un gráfico sobre la evolución de los precios del trigo durante el año 2006 y cuya tendencia a la alza continúa.
Spward Trend in Wheat Prices, fuente: icmarc
El aumento en el precio de la harina tiene muy poco que ver con las acciones de Álvaro Noboa, a quien el presidente Correa culpó de encarecer el precio del producto. “Hay que recordar que en la campaña presidencial también incrementó el precio y hoy nuevamente lo hace para financiar su campaña y perjudicar así al Gobierno que sabe que va a ganar las elecciones de septiembre”, enfatizó. Correa falsea la verdad, porque Noboa ha sido muy renuente a subir el precio de la harina. En realidad, consistentemente ha vendido la harina más barata que otros molineros, lo cual pueden testificar los mismos panaderos.
La economía política de la propuesta de Correa
La harina que el gobierno piensa traer es de Argentina, pero los panaderos ecuatorianos van a tener serios problemas con la calidad. En el Ecuador se hace pan con harina del mejor trigo del mundo que es el canadiense. Si tratan de traer harina canadiense, va a salir carísima. El gobierno argentino prohibió la exportación de trigo para que el precio del pan en Argentina no subiera. Evo Morales de Bolivia consiguió de Néstor Kirchner que le venda un lote de harina subsidiada. Esta harina llegó a la frontera argentino/boliviana, pero nunca llegó al interior. Más bien apareció en el mercado negro de Perú. Cuando el gobierno se involucra en las actividades privadas crea incentivos para la corrupción. Así que no nos llame la atención que la harina que piensa traer el gobierno sea otra fuente más para que las mafias privadas – en contubernio con los “servidores públicos -- se llenen los bolsillos.
Las medidas económicas que toma Rafael Correa parece que siempre tienen un contenido político: conseguir votos para la Asamblea, aun a costa del bienestar del pueblo ecuatoriano. El anuncio de la importación de harina es parte de su estrategia.
Demostrábamos que debido a la baja incidencia del precio de la harina en el precio del pan, el gobierno debía bajar el precio de la harina a menos de 16 dólares para reducir el precio en 1 centavo. O sea que poco se beneficiaría a los consumidores. Pero a los panaderos sí les conviene, aunque la reducción sea de 1 dólar. Si un panadero consume 100 sacos al mes, una reducción de 1 dólar significa un aumento de las ganancias en 1. 000 dólares mensuales. Bonito botín, a costa del erario y sin beneficio para los consumidores, porque el panadero no puede bajar el precio en 0,065 centavos.
Entonces debe quedar claro que lo que importa es ganarse la adhesión de los panaderos. A pesar de que los consumidores no se beneficiarían, el “anuncio” de que se reducirá el precio de la harina sería suficiente para que muchos ingenuos y desconocedores de la industria “crean” que se beneficiarán y aplaudan la decisión de un presidente que “se preocupa por el pueblo”. Tamaña mentira, pero muy efectiva como maniobra política.
La arrogancia fatal
Según el economista austriaco, Friedrich von Hayek, los gobernantes nunca podían llevar a cabo políticas económicas benéficas porque no eran omniscientes sino déspotas ignorantes. Es decir que buscaban “imponer” soluciones basada en una interpretación miope de la realidad. Un economista podía tener un PhD, inclusive muchos años de experiencia pedagógica o burocrática, pero sus conocimientos eran generales. Para conducir o administrar un negocio con éxito era indispensable tener conocimientos específicos. Está claro que Correa desconoce las peculiaridades de la industria y por ello comete el error fatal de creer que puede “remediar” el supuestamente alto costo de la harina. Y eso si suponemos que lo hace por ignorancia pero de buena fe.
Pero la propuesta de Correa no sólo peca de ignorancia, sino que está motivaba por objetivos políticos. Y lo que es peor, para conseguir sus objetivos poco le importa el bienestar de los ecuatorianos. Porque la importación de trigo necesariamente involucrará subsidios, costos burocráticos y favoritismos clientelares.
Consecuencias fatales
Lamentablemente, ante el fracaso de que no se va reducir el precio del pan, el gobierno muy seguramente caerá en la trampa de tomar medidas peores, como decretar un precio oficial, más bajo que el actual. Cualquiera que haya estudiado economía 101 sabe que un precio por debajo del mercado automáticamente crea un exceso de demanda, que se refleja en un desabastecimiento del producto. ¡Habrá que hacer cola para comprar pan! El precio bajo también conducirá a que los panaderos reduzcan el tamaño del pan. Para “corregir” el problema, le obligarán al panadero a vender “por peso”. Entonces, se manufacturará un pan denso, soso, de mala calidad. Esto ya sucedió en Chile en la época de Salvador Allende.
Danny Ayala de El Federalista afirma: Localmente el flujo irracional de dinero provocado por Rafael Correa al aumentar los subsidios y el gasto público hace que más dinero compita por la misma oferta de productos convirtiéndose en un efecto subasta donde el precio de la harina tiende a aumentar y lo seguirá haciendo así Correa “decrete lo contrario”. Decía, seguirá subiendo a menos que se eliminen las trabas y aranceles a la importación de harina en lugar de crear mas burocracia (algo que reduciría el precio en parte). Pero Rafael Correa al parecer tiene un incurable delirio de persecución, pues imagina que toda elevación de precios obedece a una conjura orquestada por la oposición, sin reparar que buena parte de la inflación presente tiene como causa su propia irresponsabilidad fiscal.
Como argumentamos, la importación de harina no es un proceso sin costo. El Ministerio de Agricultura tiene que hacer el pedido, embarcarlo, distribuirlo y ¿venderá a plazos, como lo hacen los molineros? Si es así, entonces, no nos llame la atención que un día no le pagarán al fisco. La distribución de la harina necesariamente conlleva favoritismos políticos. No todos lo panaderos van a tener acceso a la harina importada y los más pequeños son los que menos palancas políticas tienen. ¡Y dicen ser socialistas!
[1] Omitimos el nombre del autor de este ensayo porque, por su asociación con el sector molinero, teme que el gobierno de Correa tome represalias.
1 comment:
Según me cuentan el gobierno ha decidido subsidiar el saco de harina en $5.00, que les darán directamente a los molineros. Esta medida no es tan torpe como la anterior pero sigue siendo una estupidez económica. Los molineros felices porque ahora no tienen que competir entre ellos, el gobierno les "garantiza" un precio al subsidiarlos. Los panaderos "felices" porque por cada saco de harina se "ahorran" 5 dólares. ¿Y los consumidores? Bien gracias, porque no se va a reducir el precio del pan ni un centavo. Recuerda que de cada saco salen 1.600 panes. Para que baje el precio del pan en un centavo el subsidio debería ser de $16. Ahora como el precio de la harina en el Ecuador va a ser más bajo que en Colombia y Perú, no nos llame la atención que se comenzará a contrabandear harina hacia allá. Igual que sucede con el gas y lo que sucedió con la úrea. En otras, palabras el gobierno lo que supuestamente ha logrado son los votos de molineros y panaderos, a costa de los pobres de la patria. Y dicen que son socialistas.
(f) Un consumidor común de pan
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