El presidente ecuatoriano Rafael Correa, en otra de sus tan temidas alocuciones de radio de los sábados, ha arremetido esta vez contra el sistema de seguridad social del Ecuador anunciando que para agosto del 2008 confía en estar inaugurando un superbanco del Afiliado y del Emigrante.
Como es usual en él, no ha dado detalles acerca de esta su última propuesta para arriar al país hacia la prosperidad del socialismo del siglo XXI. No obstante ha adelantado que comprará un banco -¿cuál, nacional, extranjero, con qué dinero?- con ese objetivo y que lo convertirá en el más poderoso de la nación, tanto que la banca “chulquera” del país se pondrá a temblar por la competencia.
Pese a su proverbial ambigüedad, Correa indicó que buscará para ese banco asesoría internacional y que también será internacional la administración. En ese manejo indica que estarán involucradas las finanzas del Institutito Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y las inversiones de esta institución a la que aportan todos los empleados tanto públicos como privados del país.
También informa, igualmente sin el menor atisbo de cómo hacerlo, que a ese ente abstracto de administración internacional se le encargará dirigir las inversiones del IESS y se supone que del nuevo Banco del Afiliado y del Emigrante hacia las áreas de la industria petrolera, las centrales hidroeléctricas y, aquí agrega un enorme…etc.
En cuanto a los emigrantes, les va a recomendar que aporten al nuevo banco para que las transferencias que las están haciendo desde Europa, Estados Unidos o Australia les resulten sin costo alguno. No explica cómo ese nuevo ente bancario, estatal o privado o mixto vaya a operar de manera gratuita para sus usuarios.
La creación de un banco del afiliado en principio es aceptable. Siempre, por cierto, que responda a la necesidad de iniciar la transformación del sistema quebrado del IESS para encaminarlo hacia la privatización mediante la oferta a los empleados de destinar sus ahorros a agencias privadas de inversión, como ha ocurrido en Chile.
En Chile, con el régimen liberal de Pinochet, el cambio fue fructífero. El modelo del IESS, originado en México en la primera mitad del siglo XX y regado por toda América Latina, fue reemplazado allí por la opción de que los aportes del empleado vayan a varias AFP o agencias de ahorro privadas, todas con la garantía del Estado.
No solo mejoraron las pensiones de retiro de los afiliados, que es la principal meta del sistema de seguridad social, sino que el ahorro en manos privadas dejó de seguir cayendo en el agujero negro de malos administradores como el IESS, siendo absorbido por el sector empresarial privado con lo que se estimuló la inversión, la producción y el empleo.
Los beneficios han sido múltiples, tanto para el empleado como para las AFP y desde luego para el sector empresarial privado. Últimamente el gobierno chileno ha tenido que aplicar reformas al sistema para adaptarlo a las nuevas realidades; pero los problemas surgidos no indujeron a extinguir al sistema, sino a perfeccionarlo.
En el Ecuador el IESS está tan quebrado como lo están otras empresas estatales, principalmente Petroecuador. En el gobierno de Sixto Durán se perdió la oportunidad de modernizar el sistema y más bien se perpetuaron los defectos. En los Estados Unidos la quiebra del sistema de seguridad social, que sigue básicamente los mismos esquemas, podría quebrar totalmente en 10 o 15 años, quizás menos.
El presidente GWBush propuso una reforma convincente inspirada en el modelo chileno pero fue negada incluso con la oposición de sus mismos republicanos. Es lo mismo que le ocurrió con su proyecto de cambiar las leyes de inmigración, que sigue siendo la mejor opción y que tendrá que ser aprobada en una nueva oportunidad más propicia.
Muy dudoso que Correa busque algo parecido cuando habla del Banco del Afiliado. Si así fuere, estaríamos presenciando una inesperada conversión de un clon de Hugo Chávez enemigo acérrimo del mercado libre y el capitalismo, por un líder campeón de lo contrario, el capitalismo.
El IESS y todas las instituciones de similar contextura fracasaron por la simple razón del intervencionismo del Estado en el manejo y desvío de los ahorros. En un principio funcionó, a la era de Roosevelt y la Gran Depresión, por ejemplo. Pero no hoy, ni en USA ni en la América Latina porque cada vez menos trabajadores activos pueden subsidiar a un número cada vez mayor de ciudadanos que envejecen más tarde.
La solución, que Correa no comparte ideológicamente, es el mercado y la competencia por captar ese ingente ahorro de los trabajadores. Unas agencias ofrecerán tales y tales condiciones para atraer a las variables preferencias de los potenciales contribuyentes. Lo interesante es que ese flujo de ahorros queda disponible a los inversores, lo que genera ganancias al que aporta, crea empresas, empleo, riqueza social. No deudas y subsidios endémicos, como en el sistema actual.
¿Es eso lo que quiere Correa? Aunque la propuesta es primaria y confusa, dados los antecedentes del autor conducen a una respuesta negativa. Lo extraño es que afirma que entregará la administración de asunto tan delicado a manos extranjeras, una vez que se ha declarado tan nacionalista, tan obsesivamente reacio a extender el permiso de operación antinarcóticos de la unidad militar de USA en Manta, por xenofobia anti yanqui.
De otro lado, no se entiendo cómo puede vincular al Banco del Afiliado con el aporte de los emigrantes. Son depósitos que nada tienen de común entre si. La transferencia de remesas de los emigrantes es un operativo meramente bancario. El manejo de los aportes de los afiliados al IESS tiene características radicalmente distintas.
El columnista “Pajarito” Febres Cordero, en un delicioso artículo que se publica hoy en El Universo, le implora al presidente Correa que se calle. Este mandatario solo habla y no gobierna. Y habla mal de todo el mundo, con excepción acaso de sus esbirros más cercanos.
Fue a Guayaquil para pelear con el alcalde Nebot, prometiendo por anticipado que “estaremos farreando toda la semana” en esa ciudad natal. Aunque dice que no bebe alcohol, su perorata radial de ayer en Playas parece ser el resultado de un exceso en la bebida, es decir de un mal “chuchaqui” según el decir ecuatoriano. ¿Cuándo se calma y va su despacho en Quito a gobernar según la Constitución y las leyes?
Ha insistido en el asunto de los videos. Dictatorialmente cambió una ley al respecto y de un modo igualmente dictatorial dio una amnistía de 48 horas para que los medios den a publicidad “todos los videos que les de la gana” sobre su administración. Ninguno fue divulgado y ello estuvo bien, pues lo contrario habría sido someterse al dictado de quien actúa como un mayordomo vulgar.
Vuelve a dar lecciones de periodismo, igual como lo hizo en días pasados su ministro de Educación a El Universo. Dice Correa que no deben difundirse videos sobre actividades particulares “pues no está bien que venga cualquier patán, te filme mientras estás en el baño y te digan: mira, te saco en pelotas a no ser que me des plata”.
Es cita textual. Está equivocado Correa. Cuando Patiño se entrevistó con los agentes de la deuda externa, ni él ni los otros estaban en pelotas. Estaban en un hotel privado para discutir sobre asuntos públicos. Debieron haberse reunido en el despacho ministerial y poco importa si el diálogo se grababa o no pues los asuntos públicos son públicos, a menos que atañan a la seguridad nacional.
Más aún, los hombres públicos deben someterse al escrutinio permanente de los observadores, sean o no periodistas. Aún en sus actividades privadas pues no cabe el desdoblamiento entre ser honestos y honorables en lo público, lo opuesto en lo privado. Si el acto sexual oral de Clinton en la Oficina Oval se hubiese grabado y divulgado, el abusivo mandatario no habría tenido escapatoria. Y aunque mintió bajo juramento fue absuelto por razones políticas del momento.
Hacen bien los medios de comunicación del Ecuador de declarar que desconocerán la orden presidencial sobre los videos existentes y futuros, así como su rechazo al asedio constante del presidente contra la libertad de expresión. Lo contrario constituiría una claudicación que distorsionaría la tradición libertaria del país.
2 comments:
pues ahora Ecuador es conocido gracias a la intervención del Estado, ahora ya no existr una sola clase de socialismo existe mucha variedad... y es mejor así porque no nos regimos a una regla de oro que impone sino más bien a buscar el bien común... quizás tengas razón... al decir que el sector privado a producido empleo y a habido pocos desmanes, pero por lo menos en nuestra realidad ecuatoriana, desde que era pequeño se ha visto como el sector privado a dado prácticamente la riqueza de todo un pueblo a sus intereses mezquinos e intereses extranjeros... que prácticamente hundieron nuestra moneda nacional... es por eso que la mayoría prefiere aun presidente preparado y que vela por los intereses de la patria, osea buscando el bien común y no el bien de unos pocos que quieren acumular riqueza y exprimir a la gran mayoría que somos el pueblo...
pues ahora Ecuador es conocido gracias a la intervención del Estado, ahora ya no existr una sola clase de socialismo existe mucha variedad... y es mejor así porque no nos regimos a una regla de oro que impone sino más bien a buscar el bien común... quizás tengas razón... al decir que el sector privado a producido empleo y a habido pocos desmanes, pero por lo menos en nuestra realidad ecuatoriana, desde que era pequeño se ha visto como el sector privado a dado prácticamente la riqueza de todo un pueblo a sus intereses mezquinos e intereses extranjeros... que prácticamente hundieron nuestra moneda nacional... es por eso que la mayoría prefiere aun presidente preparado y que vela por los intereses de la patria, osea buscando el bien común y no el bien de unos pocos que quieren acumular riqueza y exprimir a la gran mayoría que somos el pueblo...
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