(Un periodista madrileño, Kike Garma, opina así acerca de las consecuencias de la victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos)
LOS GRANDES PERDEDORES
Ganó Donald Trump, contra todo pronóstico.
PERDIO Hillary Clinton, sí... y con ella perdió Goldman Sachs, perdió el Banco Mundial, perdió George Soros, perdió Chomsky, perdió Stiglitz y perdió Krugman. Perdió Podemos, perdió el PSOE, perdió el Frente Amplio de Perú, de Chile, de Costa Rica y de Uruguay. Perdieron las Madres de Mayo, perdió el kirchnerismo, perdió la Unión Europea, perdió la ONU, perdió APRODEH, perdió el comunismo reciclado en neomarxismo, perdieron los islamistas, perdió la Corte Interamericana de Derechos Humanos y perdieron las ONG traficantes de derechos humanos. Perdió Planned Parenthood, perdió PROMSEX, perdieron las feminazis, perdieron las aborteras, perdieron los homosexualistas (que no es lo mismo que "homosexuales"), perdió el lobby gay, perdieron los ecoterroristas, perdieron los vagos-tirapiedra, perdieron los sectanimalistas.
Perdió Hollywood y perdió Robert De Niro, perdió Madonna y su asquerosa oferta de felación a tutti li mundi. Perdieron los actoruchos izquierdosos del mundo con ínfulas de dioses del Olimpo. Perdió el multiculturalismo, perdió el indigenismo, perdió la inmigración ilegal, perdió el socialismo del siglo XX. Perdió el Comité del Premio Nobel Noruego, perdió Maduro, perdió Santos, perdieron los acuerdos con terroristas, perdió el chavismo, perdió Fidel, perdió el DAESH, perdió Hamash, perdió Hezboláh, perdió el terrorismo del ETA,
PERDIO el Foro de Sao Pablo, las FARC, ELN, PCC, Sendero Luminoso, Iran, y perdieron todos sus representantes y defensores. Perdió “Welcome Refugees, perdió "Free Palestine", perdió Greenpeace. Perdió CNN, perdió Univisión, perdió El País, perdió El Mundo, perdió El Comercio con todas sus mulas y úteros persiguiendo a opositores y haciendo el trabajo sucio. Perdieron los renegados anticlericales, perdieron los “tolerantes” odiadores de la fe, perdieron los ateos que buscan destruir al cristianismo.
Perdió la petulancia de quienes se autodenominan "reserva moral mundial", "defensores de la dignidad" y "paladines de la igualdad". Perdió la arrogancia de los analistas políticos, internacionalistas, gurús, intelectuales y expertos progresistas que monopolizan los platós de TV, convencidos de estar en posesión de la verdad absoluta. Perdió su influencia y credibilidad, que han sido expuestas y humilladas. Perdió también el servilismo disfrazado de periodismo que intentaba confundir información con opinión, propagando retórica barata y demagogia pura. Perdieron los centristas tibios, perdieron los "neutrales" en política, que quieren quedar bien con Dios y con el Diablo. Perdieron los falsos valores, los asesores políticos vendedores de humo y los sicarios mediáticos de redacciones progres, Perdió la dictadura del pensamiento único. Perdió la ideología de género, perdió el marxismo cultural, perdió el correctivo político.
Demostrado está que los sondeos de las encuestadoras —otras grandes derrotadas— solo existen para generar opinión y no precisamente para lo que ofrecen y deberían hacer: revelar la verdad. Recordemos, si no, el triunfo del Brexit, de Macri y del “No” en Colombia. Y como Dios no juega a los dados, este quizá sea otro punto de inflexión importante en la historia. Ganó Trump, solo contra todo el despliegue político, económico y mediático, y se convierte en el nuevo outsiderpolítico. Y tal como Reagan —por quien en campaña nadie daba un centavo y como presidente fue precursor de la caída del Muro de Berlín— derrumbará el muro del establichmen neomarxista.
Trump así le demuestra al mundo que el sueño americano es más real que nunca.
ANBB
Kike L Garma "
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