El presidente Rafael Correa (acompañado de su mujer belga, a quien el pueblo ecuatoriano casi no conoce ) ha ido a visitar a Fidel Castro en Cuba para escuchar genuflexo sus sermones y consejos y allí se quedará hasta el jueves.
¿Por qué no se queda allí indefinidamente? Fidel y Raúl le darían asilo político sin vacilar. Para consolarse podría hacerse acompañar por el trotamundos Zelaya, que viaja sin descanso sufragado por Hugo Chávez. Y por su redil de esbirros de nombres lenín, marx, patiño y demás.
Porque Correa no está calificado para seguir de Presidente. Le ha mentido al pueblo en todas las áreas. En lo interno ha destruido todo vestigio de institucionalidad democrática y ha destrozado la economía hasta generar estancamiento y recesión, con 0 inversión privada interna y externa.
En lo externo ha hecho el ridículo y mentido. El diario El Nuevo Heraldo de Miami publicó ayer más detalles que confirman que Correa se alió a las FARC, las protegió, recibió dinero para su campaña electoral y delegó al ministro de Seguridad Gustavo Larrea para que dialogue con Raúl Reyes, segundo en jerarquía del grupo narcoterrorista.
Raúl Reyes murió el 1 de marzo del años pasado por el bombardeo de la Fuerza Aérea colombiana a la base de Angostura en suelo ecuatoriano. Los atacantes hallaron tres computadoras portátiles con información acerca de los vínculos de las FARC con Chávez y Correa.
Estos dos gobernantes, discípulos ambos de los Castro de Cuba, dijeron a coro que la información de las computadoras era forjada. Pero ahora no solo la Interpol dice que la información es cierta sino el propio líder de las FARC, Manuel Marulanda, Tiro Fijo. El Nuevo Herald, filial del MIami Herald, ofrece datos irrefutables sobre el tema.
Son fragmentos adicionales del video del Mono Jojoy que ya fue hecho público parcialmente con anterioridad. Allí el Mono Jojoy lee el testamento de Tiro Fijo en el que se lamenta no solo de la muerte de Reyes sino sobre todo de la pérdida y captura de la información de las computadoras, golpe del cual difícilmente podrán recuperarse las FARC, dice.
La nota del Herald, no transcrita en el Ecuador, puede leerse en este link. No cabe dudar más de las mentiras de Correa sobre sus nexos y simpatía con las FARC. Para mayor abundamiento hace pocos días confesó Larrea que Correa si conocía de sus movimientos y diálogos con Raúl Reyes, se entiende que en Angostura y no en ningún “tercer país” que él, Larrea, dice “no está autorizado a revelar”. Correa se ha negado sistemáticamente a aceptar lo obvio, que él si sabía lo que su ministro de Seguridad hacía, decía y negociaba.
Si se prueba que Larrea dialogó sin autorización con Reyes, tendrá que ser juzgado por traición a la Patria dijo hace un par de meses Correa y lo reiteraron otras autoridades. Pero ahora las pruebas internas y externas son más que suficientes. Lo problemático es que en el Ecuador no hay ni Congreso ni Tribunal de Garantías Constitucionales ni Corte Suprema independientes, por lo cual ningún enjuiciamiento es factible al menos en las actuales circunstancias.
Pero la suerte del gobierno de Correa está echada. Comienza a heder por todas las costuras. Ello explica que esté organizando “camisas pardas” al estilo nazi para defenderlo e impedir que brote, se ligue y robustezca la oposición. Y por eso sigue implacable en su asedio a los pocos medios y a los periodistas que aún se mantienen independientes y analíticos.
Su hostilidad con el Presidente Álvaro Uribe explica también su posición débil y defensiva. Acepta reanudar diálogos con él para que las relaciones diplomáticas que él rompió unilateralmente se restablezcan, pero pone sus condiciones. ¿Cuáles? Que pare de acusarlo de cómplice de las FARC y que prometa no organizar nuevos “ataques preventivos” como el de Angostura.
En cuanto a lo primero, Uribe no puede comprometerse a censurar nuevas informaciones que probablemente continuarán apareciendo y que prueben que Correa (con Chávez) ha estado estrechamente vinculando con las FARC. En cuando a descartar la teoría de la “guerra preventiva”, a quien toca evitarla es a Correa, no a Uribe.
El primer mandato de todo gobernante es garantizar la seguridad interna y externa del país. Correa sabía de la existencia de la base de Angostura (su colega vecino le dio información al respecto) pero no solo no la prohibió, sino que la amparó y permitió que allí se reuna con Reyes su ministro Larrea y facilitó que viajen allá becarios de las FARC a la reunión en Quito de “solidaridad boliviariana” celebrada con el auspicio también de Chávez.
Las FARC buscan derrocar por la fuerza a Uribe para abolir el sistema democrático de Colombia, algo que han conseguido Chávez y Correa en sus respectivos países por la vía del chantaje de la ley. Las FARC han asesinado a millares de seres inocentes y han causado y causan zozobra permanente en la sociedad colombiana.
La obligación constitucional y moral de Uribe era abatir a los insurgentes amparados por el vecino gobernante en suelo ecuatoriano. Si a Correa le ha dolido tanto la muerte de los narcoterroristas y quiere evitar otro golpe certero de los militares colombianos, la fórmula es simple: no los proteja, no les ofrezca tierra ecuatoriana como “santuario”. Ni a Uribe ni a quien le suceda les interesará atacar a ecuatorianos pacíficos, con quienes prefiere por tradición histórica, mantener buenas relaciones.
En suma, si Rafael Correa ama realmente al pueblo ecuatoriano más que a si mismo, más que a su desenfrenado apetito de poder y adulación, bien haría entonces en solicitar asilo indefinido en el paraíso insular. Dice que su rodilla está mala (¿acaso en el Ecuador ya no hay buenos “fregadores” que hubieran podido aliviarlo?).
Pero lo que no está bien es su cabeza, su ego, su visión de la historia. Michael Savage, popular director del programa radial Savage Nation en los Estados Unidos y autor de varios libros sostiene que el liberalismo (entiéndase izquierdismo pro fascista y comunista) es una enfermedad mental.
Viene oportuno el artículo que Gonzalo Maldonado publica hoy en El Comercio en el que se analizan las posibles causas de esa enfermedad. Lástima que Cuba no sea el lugar más aconsejado para tratamiento y cura de este mal.
1 comment:
Estimado Santiago:
Adjunto un comentario a su magnífico artículo del domingo 23 de agosto, del 2009.
El dictador está deseoso que la gente que no comparte sus convicciones fascistas - marxistas - leninistas, y, por supuesto, narcicistas, como dice Andrés Oppenheimer, abandone el país. Ya lo declaró paladinamente a comienzos de este año.
En esa línea van las últimas locuras que nos regala la dictadura, entre ellas el plan de elevar los salarios “hasta llegar al nivel de la canasta básica”. Muy loable la intención aunque el camino a seguir no sólo es el menos indicado sino contraproducente porque va a causar una tremenda distorsión que implicará inflación por el aumento de los costos de producción más la especulación consiguiente, que afectará al conjunto de la economía y, por tanto, incrementará del valor de la canasta básica. Parece que no quieren entender que el valor de ésta va a subir ineludiblemente y la distancia entre el nuevo salario básico y el valor de aquella será siempre creciente. Qué distinto sería si el incremento del sueldo básico se debiera a la ahora inexistente inversión nacional y extranjera, mejor educación de la población y por tanto mayor capacidad adquisitiva, aspectos en los que no se distingue precisamente la supuesta revolución ciudadana.
No menos preocupante es la penalización de aspectos como la no afiliación al IESS, que a muchos trabajadores les disgusta porque no les sirve para nada y porque se trata de un impuesto encubierto que sólo busca seguir financiando a un estado insaciable y derrochador que no ha dudado en echar mano de los dineros de los afiliados.
Se torna muy difícil sobrevivir en el país en estas condiciones, cuando el estado, mediante sus actos cotidianos, se ha declarado enemigo de la iniciativa privada. Ya vendrán las expropiaciones y demás actos del mayor demagogo que ha asolado al Ecuador.
Siga adelante con sus artículos, Santiago, que siempre son una guía en este mundo de tinieblas que nos ha tocado vivir.
Un cordial abrazo,
César Mora
Post a Comment