Sorprende la celeridad con la que algunos columnistas del Ecuador y el mundo se han solazado con el conflicto por el cual atraviesa el actual presidente del Banco Mundial Paul Wolfowitz, designado para esa función por el presidente de los Estados Unidos GeorgeW Bush.
En el caso ecuatoriano, la reacción podría entenderse como un gesto de solidaridad con el gobernante Rafael Correa, quien acaba de expulsar al representante del BM en Quito, paso primero para cortar toda relación con esa organización a la que ha lanzado los peores epítetos.
Pero a todos los comentaristas que han disfrutado con el conflicto les une una actitud común: su odio al presidente norteamericano y, en el fondo, su odio a todo lo que esté vinculado con el estilo de vida cultural, político y económico de los Estados Unidos (léase envidia).
Aún cuando ahora se dispone de la maravilla del Internet para acceder a todas las informaciones referentes al tema, los críticos parecen seleccionar únicamente aquellos datos y enfoques que pudiesen favorecer a sus análisis prejuiciados sobre el tema.
Desde luego que lo ideal habría sido que Wolfowitz, viceministro de Defensa a la época en que se tomó la decisión de deponer al tirano Hussein de Irak por no acatar las resoluciones de las Naciones Unidas sobre desarme de armas nucleares, estuviese libre de todo pecado mayor o menor para desempeñar el cargo.
Por desgracia, ese ideal no se cumplió. Su grave falta fue tener una relación amorosa con una funcionaria del BM de relativo alto nivel. Pero nada más. Fue él mismo quien reveló esa relación durante los interrogatorios previos a la confirmación de su nombramiento. Advirtió que si se lo confirmaba en el cargo habría que estudiar la manera de evitar un conflicto de intereses en esa relación.
Para ello se designó una comisión tripartita independiente. Ésta concluyó que si bien la dama en mención estaba en un nivel cuarto o quinto de subordinación al presidente del Banco, se recomendable trasladarla a otras funciones, fuera del recinto bancario. El lugar elegido fue una dependencia del Departamento de Estado.
De acuerdo con las reglas en vigencia, ese tipo de movilización implica un reajuste salarial para compensar la forzada suspensión en la carrera de la funcionaria aludida. La fijación de tales compensaciones no fueron de decisión unilateral de la primera autoridad del organismo, pero ello no bastó para evitar que brotara el escándalo.
Gente enterada de lo que realmente ha ocurrido en el interior del BM luego de la llegada de Wolfowitz señalan que la verdadera causa del escándalo es su férrea política para frenar la corrupción de la burocracia de este ente, financiado en su quinta parte con fondos de los Estados Unidos.
El BM nació tras la segunda guerra mundial para combatir a la pobreza. Pero con el paso del tiempo, burócratas comprometidos con gobernantes corruptos de las naciones receptores distorsionaron la misión. Los fondos para combatir la pobreza en realidad engrosaron las cuentas de los tiranuelos y no solo no crearon riqueza, sino que acentuaron la miseria y la prolongación en el poder de los regímenes corruptos.
África fue el centro de atención de Wolfowitz. Mucho se ha logrado corregir en esa área y son precisamente los gobernantes modernizados y honestos de la región los que mayor respaldo han ofrecido al presidente del Banco cuestionado para que no sea depuesto por presión de burócratas y países comprometidos.
Francia, Alemania, Rusia y otras naciones europeas comandan la oposición a Wolfowitz. Son los mismos países que comerciaron y cobraron coimas de Hussein dentro del programa Alimentos por Petróleo de las Naciones Unidas y que se opusieron y se siguen oponiendo a la intervención en Irak.
Los europeos quisieran que Wolfowitz sea reemplazado por alguno de ellos. Cuentan para ello con el respaldo de los burócratas que quieren que nada cambie en el BM para seguir en goce de sus jugosos salarios y de las coimas al estilo de Hussein de regímenes corruptos.
En el Ecuador el presidente Rafael Correa sacó a empellones del Ecuador al representante del BM porque éste había retenido el otorgamiento final de un préstamo de 100 millones de dólares cuando Correa era ministro de Economía de su predecesor, Alfredo Palacio.
Correa considera eso insultante. Pero la razón era simple: Correa y Palacio, de modo unilateral, terminaron con el fondo de reserva para contingencias que se alimentaba con los excedentes de los precios del petróleo. El fondo se utilizó para dilapidarlo en “gasto social”, echando al cesto el objetivo de mantenerlo como reserva para contingencias, lo cual fue acordado con el BM.
El BM, que integran 184 países, no impone nada: simplemente discute con los gobiernos para concederles préstamos de lucha contra la pobreza de acuerdo con planes y estrategias de aplicación y corrección del gasto superfluo. Si el gobierno de turno no acepta las condiciones, simplemente no se firma el acuerdo. Pero si lo firma, deberá cumplir con el acuerdo.
El emplear el fondo de contingencia a capricho es un acto de corrupción en el manejo de las finanzas públicas. Algo que contradice las políticas del presidente Paul Wolfowitz. Correa y los columnistas pueden decir lo que se les antoje al respecto, pero esa es la realidad.
(Esos columnistas que ahora condenan a Wolfowivitz por su “affaire” con una funcionaria del BM exculparon como pecadillo sin importancia que el presidente Clinton tuviera sexo oral con la pasante Linowitz en un rincón de la Oficina Oval. Y que luego perjurara ante los jueces. negándolo. Y Son los que también dirán horrores del subsecretario de Estado Tobias que fue removido al ser sorprendido en sus vinculaciones con prostitutas a domicilio. Doble estándar para los “liberals” de aquí y de todo el orbe).
Correa sigue mientras tanto en su tránsito hacia la autocracia total. Condena al BM, al FMI y busca el aislacionismo total, salvo con el reducido círculo o circo de los Tres Chiflados con Hugo Chávez y Evo Morales, a los que debería sumarse el líder sandinista Daniel Ortega de Nicaragua, todos ellos bajo el control del fantasma de Cuba Fidel Castro.
Solo falta que Correa imite a Chávez y amenace también con emigrar de la OEA.Para adherirse quizás, de una vez por todas, al jihadismo de Ahamdinejad. Del Irán. Quizás una buena oportunidad para ello podría ser la marcha que Correa encabezará este primero de mayo en protesta contra las injusticias d el imperialismo yanqui “contra todos los trabajadores y todos los seres inocentes y desvalidos del mundo”.
Si hay desmanes durante las manifestaciones por las calles ¿apresarán a su principal promotor?
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