Newt Gingrich, el ex-presidente republicano de la Cámara de Representantes que logró frenar un tanto la agenda progresista del entonces Presidente de los demócratas Bill Clinton con su Contract with America, ha sido claro una vez más al decir que el caso de supuesta colusión de Trump con los rusos debe archivarse.
La acusación provino de los demócratas que perdieron las elecciones con Hillary Clinton en noviembre pasado. La victoria fue inequívoca, pero lejos de aceptarla urdieron la fantasía de que Vladimir Putin y Donald J. Trump se complotaron para inmiscuirse en el proceso eleccionario del 2016 para perjudicar a Hillary y ungir de Presidente al billonario de Manhattan.
Casi ocho meses han transcurrido desde el inicio de la disparatada trama en la que intentaron revivir pugnas propias de la Guerra Fría que se suponía habían terminado tras la caída del Muro de Berlín en 1989. En la comedia han jugado papel relevante los principales medios de radio, TV, diarios y revistas del país, convertidos en portavoces del “progresismo”.
Se nombraron comisiones en las dos cámaras legislativas para que se investigue al caso, pese a que Putin y Trump negaron la acusación. Trump, una vez posesionado de la Presidencia, pidió a las agencias de inteligencia que aceleren los trabajos sobre el tema para clarificarlo sin más dilación.
Así prometió hacerlo el entonces Director del FBI James Comey, según lo confesó al comparecer ante el Senado el martes pasado. Allí confirmó también lo que Trump había dicho cuando le notificó que quedaba cesante: que sobre él, el Presidente, no pesaba ninguna acusación de colusión con los rusos durante la campaña del 2016 y que por tanto no existía ningún expediente de investigación en su contra.
Más aún, Comey dijo bajo juramento que era falso que Trump le hubiese instado directa o indirectamente a que suspendiese o alterase el curso del proceso de investigación sobre la supuesta intervención rusa, lo que de facto anulaba la especulación de que por su parte hubiera habido ánimo de “obstruir la justicia”, lo cual es un delito penal.
Si los dos principales argumentos de los demócratas en contra de Trump para descalificar su victorial electoral, la supuesta colusión con los rusos en los comicios y la también supuesta obstrucción de la justicia, han sido desvanecidas por la propia y principal autoridad de Investigación en el país, es pertinente que Newt Gingrich pida que se archive el proceso en contra de Trump y que empaña su gestión gubernamental.
Adicionalmente, dice Gingrich que debe cancelarse al Investigador Especial nombrado para colaborar en el caso ruso/Trump. Cuando el Fiscal General Jeff Sessions se excusó de hacerlo porque durante la campaña y como senador se había entrevistado con el embajador ruso, el Sub Contralor Rod Rosenstein juzgó conveniente designar a Robert Mueller como Investigador Especial.
Se da por descontado que este tipo de investigadores debe ser neutral. Mueller no lo es. Cuando fue Fiscal General con Bush, Comey era su subrogante. Son íntimos, no hay neutralidad. La intervención de Comey en el Senado el martes pasado fue revisada y aprobada por Mueller, incluídos los agravios a Trump.
Si las investigaciones continúan de todos modos, Trump debe al menos hacer uso de sus atribuciones y cancelar a Mueller y pedir un reemplazante imparcial. Si la necedad demócrata persiste en acusar sin pruebas a Trump, la cosecha será pérdida de tiempo y recursos y un agravamiento en la crisis de credibilidad del partido demócrata, asi como de la llamada “gran prensa”.
La “república” que quieren los demócratas, lo demuestran sus recientes actitudes, no es la República descrita en la Declaración de la Independencia de 1776 ni en la Constitución de 1778, en la cual se respeta la voluntad popular, las libertades individuales y el derecho que el pueblo tiene de acceder a la verdad a través de medios independientes, que ahora la distorsionan corroídos por su partidismo demócrata/progresista.
¿A qué tipo de república aspiran hoy los neo demócratas? ¿Una afin a la de los Castro, la que quiere el terrorista portorriqueño López, la que promueve la ley sharia del Islam, la que protege al Irán con Obama, la que congenie con Chávez?
(Oscar López Rivera es un portorriqueño terrorista que Obama puso libre antes de terminar su sentencia. Está ligado a la muerte de muchos ciudadanos en Nueva York, heridos y pérdidas materiales. A él se suman los terroristas puestos libres de Guantánamo y otros casos. López Rivera iba a encabezar un desfile patriótico en NY, el día en el que 97% de sus conciudadanos votó en la Isla en favor de que ésta se vuelva no independiente, como quiere el terrorista, ni estado asociado como lo es ahora, sino el Estado número 51 de la Unión. La nota la publicó The Wall Street Journal la semana pasada)
¿A qué tipo de república aspiran hoy los neo demócratas? ¿Una afin a la de los Castro, la que quiere el terrorista portorriqueño López, la que promueve la ley sharia del Islam, la que protege al Irán con Obama, la que congenie con Chávez?
(Oscar López Rivera es un portorriqueño terrorista que Obama puso libre antes de terminar su sentencia. Está ligado a la muerte de muchos ciudadanos en Nueva York, heridos y pérdidas materiales. A él se suman los terroristas puestos libres de Guantánamo y otros casos. López Rivera iba a encabezar un desfile patriótico en NY, el día en el que 97% de sus conciudadanos votó en la Isla en favor de que ésta se vuelva no independiente, como quiere el terrorista, ni estado asociado como lo es ahora, sino el Estado número 51 de la Unión. La nota la publicó The Wall Street Journal la semana pasada)
When the fourth bomb exploded in lower Manhattan on New Year’s Eve 1982, Detective Richard Pastorella took shrapnel from his stomach to his scalp. It blinded him, maimed his right hand, left him nearly deaf. Surgeons used 22 titanium screws to hold together his ruined face.
“When my granddaughters present me with crayon drawings and are pleased to show them to me, I have to pretend that I can see them and enjoy their effort,” Detective Pastorella later testified. “I have sacrificed my pride, my dignity and will never be free.”
Now the leader of the terrorists who maimed him is free. President Obama granted Oscar López Rivera clemency in January. This weekend he will march in New York’s Puerto Rican Day Parade.
López Rivera was the “prime recruiter” for the terrorist group FALN, as well as “a key trainer in bombing, sabotage, and other techniques of guerrilla warfare,” according to his presentencing report. From 1974 to 1983, his group carried out more than 130 bombings, killing six. He has shown little remorse. Last month he insisted that “colonized people” have the right to use “all methods within reach, including force.”
The Puerto Rican Day Parade had originally designated López Rivera its first-ever National Freedom Hero. After massive backlash, organizers tried to save face. He stepped down from his “formal role,” they announced, but will still march.
So will the city’s far-left political elite. Although both of the state’s U.S. senators said they wouldn’t march, Mayor Bill de Blasio was willing to do so even when the terrorist was the official parade honoree. His office called the uproar “needless controversy.” City Council Speaker Melissa Mark-Viverito overtly supported López Rivera.
That’s part of a broader trend: Over the past year, the far left has repeatedly venerated terrorists and murderers. Take Rasmea Odeh. In 1969 her group, the Popular Front for the Liberation of Palestine, murdered two college students by planting a bomb in a box of sweets in a Jerusalem grocery.
Odeh awaits deportation after lying about her terrorism conviction on U.S. immigration papers. According to the feminist website Jezebel, she “epitomizes the progressive left movement and exemplifies the women to whom we should be listening.” The Women’s March gave Odeh a prominent role as it orchestrated the Day Without Women strike. She has also gone on the campus speaking circuit.
Another leftist cause célèbre: Leonard Peltier, serving a life sentence for murdering two FBI agents at the Pine Ridge Indian Reservation in South Dakota in 1975. He and other assailants ambushed the men, riddling their cars with at least 125 bullets. As one agent lay wounded and another tried to surrender, Peltier shot both point-blank.
The Standing Rock alliance of environmentalists, Hollywood progressives and Native American activists have fought for Peltier’s release, portraying his conviction as a legacy of the 1890 Wounded Knee massacre.
The progressive media insists that it’s conservatives who are violence-prone—especially in the era of Trump. But it’s the left that champions monsters like Oscar López Rivera, Rasmea Odeh and Leonard Peltier.
(Donald J. Trump está acusado por los demócratas de conspirar con los rusos para ganar la Presidencia, en desmedro de Hillary Clinton. Lea estos datos:)
TRUMP'S RUSSIAN CONNECTION AND OTHER CRIMES
Remember when Donald Trump was business partners with the Russian
government and his company got 53 million from the Russian government
investment fund called Rusnano that was started by Vladimir Putin and
is referred to as "Putin's Child"? Oh wait that wasn't Trump it was
John Podesta.
Remember when Donald Trump received 500 thousand for a speech in
Moscow and paid for by Renaissance Capital, a company tied to Russian
Intelligence Agencies? Oh wait that was Bill Clinton.
Remember when Donald Trump approved the sale of 20% of US uranium to
the Russians while he was Secretary of State which gave control of it
to Rosatom the Russian State Atomic Energy Corporation? Oh wait that
was Hillary Clinton.
Remember when Donald Trump lied about that and said he wasn't a part
of approving the deal that gave the Russians 1/5 of our uranium, but
then his emails were leaked showing he did lie about it? Oh wait the
was Hillary Clinton and John Podesta.
Remember when Donald Trump got 145 million dollars from shareholders
of the uranium company sold to the Russians? Oh wait that was Hillary
Clinton and the Clinton Foundation.
Remember when Donald Trump accepted millions in donations from Russian
Oligarchs like the chairman of a company that's part of the Russian
Nuclear Research Cluster, the wife of the mayor of Moscow, and a close
pal of Putins? Oh wait that was the Clinton Foundation.
Remember when Donald Trump failed to disclose all those donations
before becoming the Secretary of State, and it was only found out when
a journalist went through Canadian tax records? Oh wait that was
Hillary Clinton.
Remember when Donald Trump told Mitt Romney that the 80s called and it
wanted its Russian policy back. The Cold War is over? Oh wait that was
President Obama.
Man... Trump's ties to Russia are disgusting."
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