Cuando todavía el Congreso discute cómo enterrar al Obamacare (porque está muerto), los demócratas quieren resucitarlo por algo que querían hacer desde el principio: establecer un servicio de salud universal controlado del Estado, con prescindencia del sector privado y financiado con impuesos.
El Obamacare se entrabó por desfinanciamiento. Para simular que su verdadero propósito era la socialización, Obama mintió que la gente podía quedarse con su antiguo seguro de salud, garantizando la competencia entre las empresas privadas para la oferta de servicios.
La verdad, un bien casi inexistente ente los demócratas, es que la ley hizo obligatorio para todos la adquisición de un seguro de salud, so pena de una multa progresiva. Muchos, sobre todo los jóvenes, prefirieron pagar la multa o no pagarla y no adquirir la póliza, lo que desfondó al Obamacare y desalentó a las compañías privadas.
No bastó con aumentar las primas. Las compañías privadas comenzaron a salirse del programa. El Obamacare no logró reclutar el número mínimo de nuevos asegurados, con lo cual los precios no solo no bajaron sino que subieron. En previsión de lo que sobrevendría, se aumentó el número de beneficiarios de Medicare/Medicaid que subsidia el Estado.
Así malévolamente se crearon nuevos “entitlements” o derechos adquiridos, difíciles de ser corregidos o eliminados una vez legislados. La discusión en el Congreso se centra hoy en la alternativa de aceptar o no la socialización de la medicina en el país iniciada por Obama o rescatar el sistema de libre competencia de servicios del sector privado. Es este el sistema que ha convertido a los Estados Unidos en pionero del mundo tanto por la calidad de los servicios como por su constante innovación.
La apropiación de los medios de producción y servicios por parte del Estado ha probado ser nociva para las sociedades a las que se pretende beneficiar. Se parte de la utopía, marxista o fascista, de que un control severo de las actividades y expectativas humanas logrará una igualación de resultados, en los que desaparecerá el mal y sobrevendrán la y la felicidad perpetuas.
Lo que en realidad adviene es la abolición de las libertades inidividuales y la igualación de la miseria. Pero la constación histórica de estos hechos no ha detenido la marcha de esa doctrina colectivista, iniciada por judíos msrxistas que huyeron de la Alemania nazi y se afincaron en los Estados Unidos. Desde entonces, el Grupo de Frankfurt ha infectado a la academia y los medios.
Los defensores del Obamacare se proclaman defensores de los débiles y desprotegidos. Pero con la socialización de la salud lo que buscan es controlar al menos 1/5 de la economía nacional, lo que constituiría el paso más audaz hacia la destrucción del sistema competitivo de libre empresa ideado en 1776.
Si los demócratas están por la salud y la vida, no deberían descalificar del partido a los pro vida. Para ser admitido, ha dicho el nuevo jefe del Comité Directivo Tom Pérez (de ancestro dominicano), hay que respaldar el aborto. Más seres humanos han muerto desde 1973 cuando se instauró la ley pro aborto (58 millones) que en todas las guerras en que han participado los Estados Unidos (11 millones).
(During the year 2013 in the United States: heart disease claimed 800,000 lives; cancer 600,000; abortion 1,000,000 (that's 3,000 abortions every day).
(During the year 2013 in the United States: heart disease claimed 800,000 lives; cancer 600,000; abortion 1,000,000 (that's 3,000 abortions every day).
Since 1973: 600,000 people were murdered with guns; there were 2,000,000 car accidents; and 58,000,000 children were aborted (that's about 1/6 of the U.S.'s current population).
The number of abortions since 1973 are hard to grasp; but they would add up to more than the total population of the following states all together: Washington, Vermont, Wyoming, Louisiana, Kentucky, Oregon, Connecticut, Iowa, Utah, Mississippi, Arkansas, Nevada, Kansas, New Mexico, Nebraska, West Virginia, Iowa, Hawaii, New Hampshire, Maine, Rhode Island, Montana, Delaware, North Dakota, South Dakota, and Alaska. Please note: abortion clinics must report the number of abortions, but Doctor's offices do not. In addition, the State of California is not required to report abortions at all.
All of the fatalities of wars ever fought in approximately 240 years of U.S. history (the Revolutionary War, War of 1812, Mexican War, Civil War, Spanish-American War, WWI, WWII, Korean War, Vietnam War, and Persian Gulf War) would equal 11,000,000. America's killed 58,000,000.)
El influjo del Grupo de Frankfurt se refleja nítido en los medios. Por cierto los periodistas absorbieron su progresismo de las universidades y ahora han transformado la misión profesional de infomar con la de orientar según una visión unidemensional del mundo y la vida. La clásica separación entre informar y opinar sobre un hecho ha desaparecido en perjuicio del pueblo.
Especialmente con la TV, algunos periodistas se han autoensalzado en demasía. En algunos casos son damas muy bellas, pero en otros hasta renacuajos como Jorge Ramos (mexicano) han lllegado a decir que su misión la sienten tan noble y redentora, que creen que ha llegado la hora de abandonar el periodismo neutral para convertirlo en un instrumento de lucha por los pobres.
Con un mensaje que es siempre el mismo, la utopía socialista igualitaria. Con Trump esa prensa se ha desbordado. Se han dedicado no a informar, sino a distorsionar la noticia, a ignorarla o a tratar de ridiculizar la figura del mandatario con mentiras e insultos. Cuando Trump responde con un Tweet, como acaba de hacerlo, esa prensa dice que ha violado la Constitución.
Galo Plaza, en el Ecuador, hacía caso omiso de los insultos de la oposición y cuando al folletín Combate le faltó papel, les hizo llegar unas resmas. Eran otros tiempos y Trump no es un Plaza. Si Trump hubiese terciado con Velasco Ibarra en 1960, lo habría hecho añicos, como igual habría ocurrido hipotéticamente con Lenín Moreno en el 2016.
La pareja del MSNBC afectada con el tweet la conforman Mika Brzezinski y su partner Joe Scarborough. Lo que les ha afectado es que Trump haya dicho la verdad, que Mika acudió con Joe al hotel Mar-a-Lago en Palm Beach y que él se negó a recibirlos y que ella tenía huellas de sangre de una operación de cirugía plástica facial, asuntos que no han negado.
Trump no quiere una prensa pasiva, que lo alabe, sino una prensa libre de prejuicios, objetiva, profesional, que critique en las secciones de Opinión pero que informe con sujeción a la verdad, sin pautas partidistas. Mika es hija del que fue asesor del presidente Jimmy Carter en Seguridad Nacional, Zbigniew Brzezinski, recién fallecido. Huyó de Polonia, víctima de las invasiones de nazis y comunistas.
Aquí se volvió pro socialista y su hija lo emuló. Carter, que enseña la Biblia en escuelas dominicales, ataca a Israel y defiende a los palestinos.