Tuesday, September 23, 2014

EL PRÍNCIPE DE LA PAZ EN GUERRA


Barack Hussein Obama, el presidente demócrata que recibió el Premio Nobel de la Paz tan pronto se posesionó en el 2009, está ahora en guerra abierta desde anoche. Pero no se sabe bien contra quién ni contra qué.
Los programas de TV se interrumpieron pasadas las 9pm para anunciar que desde una hora antes  habían comenzado los bombardeos a objetivos ubicados en Siria, en manos del grupo islámico terrorista Isis/Isil. Pero esta mañana se supo que los ataques eran contra Khorasan.
A este grupo, del que se supo solo la víspera por una nota en el diario The New York Times, no se lo conocía en absoluto. Ahora se sabe que, al igual que el Isis/Isil, desciende de Al Qaeda y se formó en Siria. Se afirma, sin dar detalles, que tenía planes para atacar a los Estados Unidos,
Obama siempre se mostró renuente a reaccionar contra el Isis/Isil, pese a sus conquistas militares en Siria oriental y parte de Irak. Allí ha impuesto el terror y la ley Shariah, que regirá en el Califato cuyo propósito es extenderse por toda Arabia, incluyendo a Israel.
En nombre de Alá han caído degollados o crucificados los opositores, entre ellos cristianos que no lograron escapar. Dos periodistas de los Estados Unidos y más tarde un voluntario británico, fueron decapitados por un musulmán y los videos de los crímenes fueron difundidos por Internet. 
Las escenas causaron pavor dentro y fuera de esta nación y la popularidad de Obama comenzó a caer en picada. Dejó de mofarse del Isis/Isil y decir que son un grupo de amateurs que no amenazan a los Estados Unidos y a revisar con sus asesores el curso de las encuestas.
Fue entonces que se decidió a actuar. Advirtió que el Isis/Isil no era un grupo musulmán y que autorizaría bombardear puntos estratégicos de sus avances en Irak, para debilitarlos. Nunca dijo, ni entonces ni ahora, “hasta derrotarlos”. Tampoco ha aceptado criterios de Egipto, de Tony Blair y otros expertos y estrategas, de extender la lucha a todo el terrorismo musulmán.
Insiste en que tampoco permitirá que haya tropas en tierra para respaldar los ataques aéros, asunto que disputa todo ex general y almirante consultado. Alguien compara los ataques áereos “quirúrgicos” contra los terroristas con un intento de cazar y matar moscas con águilas.
Porque la táctica Obama contra el Isis/Isil y ahora Khorasan lo único que en el mejor de los casos conseguirá es que el grupo vuelva a internarse en las cavernas para reagruparse y rearmarse, en espera de tiempos mejores para un relanzamiento. ¿Acaso los perseguirá en las montañas con drones ultra sofisticados?
Obama habló esta mañana sobre la guerra por menos de cinco minutos. Lo hizo como si leyera el horario de llegadas/salidas en una estación de trenes. Si ese hubiera sido el tono de Napoleón antes de emprender alguna de sus batallas, de seguro que sus soldados hubieran lanzado sus armas al suelo y se marchaban a casa.
Se vanaglorió de que esta guerra no era solo suya sino resultado de una alianza de...5 países árabes musulmanes. Entre ellos Arabia Saudita. Rush Limbaugh decía con sorna esta tarde: ¿Arabia Saudita? Entonces debería comenzar a bombardearse a si misma, pues ha sido cuna del terrorismo y ha decapitado a más gente que toda la decapitada por Isis/Isil...
Limbaugh se burló también de Qatar y dijo que si este país colabora con los bombardeos, lo hará con F-16 o F-18 dorados, pues ha oído que ya es posible conseguir allí los iPhone6-128, en oro “tan solo” por 100.000 dólares. Destacó que ninguno de los aliados tradicionales se ha unido, particularmente el Reino Unido, Alemania, Australia o Canadá.
Se dice que el embajador sirio en Naciones Unidas fue notificado de los bombardeos con anticipación. Su jefe Assad estará muy contento, pues él y su padre siempre lucharon contra los terroristas de Al Qaeda y ahora Isis y Khorasan. Si éstos son derrotados en territorio sirio ¿quién ocupará esos espacios? Será él pues es territorio sirio y no habrá tropas de USA en tierra. Israel, país del cual Obama no es fan, está feliz con las bombas.
Las motivaciones de Obama son, pues, inescrutables. Aparte, claro está, de su deseo de frenar la caída de su popularidad en las encuestas. Pero hacia dónde va y hasta cuándo, es una incógnita. El verdadero enemigo de los Estados Unidos y de Occidente no se limita a Isis/Isil ni al nuevo hijuelo Khorasan, sino al terrorismo musulmán en su globalidad.
Lo dice Tony Blair y cualquier analista informado y cuerdo. Pero Obama no lo acepta, debido a su ancestro paterno y a su temprana educación en el Islam. El terrorismo no brota espontáneo ni es resultado de la opresión o la  explotación. Es consecuencia directa de la educación que se la inculca desde la más tierna edad a los musulmanes.
Es una educación basada en el Corán. Su religión no predica la paz, sino la obligada conversión de los infieles, a quienes amenaza de muerte si la respuesta es negativa. El musulmán moderado es un mito, al igual que la reforma o modernización del Islam. Hay excepciones de convivencia, pero la norma es que el infiel sea visto como un enemigo.
Eso explica el brote de tantos grupos terroristas con el denominador común de odio a Occidente, de odio a todo lo derivado de la cultura de los “infieles”. Los musulmanes se han desparramado por toda Europa y las tres Américas y se concentran en ghettos, se aislan, sin dejar de presionar para imponer los pejuicios de su religión.
Lo hacen aprovechando los espacios de libertad propios de los sistemas del Occidente, democrático/capitalistas. En algunos países como Holanda, Bélgica y Francia, poco a poco los musulmanes llenan los espacios de liderazgo dejados por las democracias débiles, mientras el terrorismo se robustece militarmente en el Medio Oriente, sin resistencia real.
La guerra inaugurada anoche por Obama en ningún caso está orientada a derrotar al terrorismo musulmán, como otrora se luchó contra el nazismo, por ejemplo. Desde entonces, los Estados Unidos no ha ganado una sola guerra, porque ha perdido su fe y espíritu de lucha. El mejor (o peor) ejemplo de ello es el actual presidente.
Agréguese que Obama no cree en los valores de Occidente, los que inspiraron a los fundadores de esta nación hace menos de 250 años y se comprenderá por qué este país está en declinación. Los esfuerzos para pelear en Irak y Afganistán resultaron inútiles. Así de inútiles resultarán los actuales bombardeos de corte simplemente electoral contra el Isis/Isil.

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