Friday, September 21, 2007

CITA CUMBRE EN LA SIMA

Rafael Correa, presidente del Ecuador, estará de visita en los Estados Unidos durante una semana a partir de mañana. Tendrá tiempo suficiente para anunciar a los “gringos”, en su propia tierra a la que tanto odia, que los días del “imperio” están contados.
De Miami irá a Nueva York para asistir y seguramente hablar ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Sería una magnífica oportunidad para que los notorios tres jerarcas de la lucha antiimperialista se junten: él, Ahmadinejad y Chávez. (¿Por qué no van entrelazados a depositar ofrendas en el lugar de las torres derruidas?)
Las ofrendas que los tres depositen estarían dedicadas, claro, no a la memoria de los casi 3.000 seres inocentes que fueron sacrificados en el holocausto del 11 de septiembre del 2001, sino a los “mártires” musulmanes que condujeron a la nave suicida en esa fecha y que ahora moran en el paraíso de las 11.000 o más vírgenes.
A Correa se lo ve en las fotografías con una camisa adornada con figurines y símbolos indígenas, a los cuales él es tan afecto. Bien podrían trocarse esos figurines por la cruz gamada. Una reserva de tales camisas le podría servir para el intercambio protocolario de regalos con sus coidearios reunidos en Nueva York.
Correa seguramente piensa como pensaron algunos comentaristas del Ecuador con el ataque S/11: los Estados Unidos lo tenían merecido dada su arrogancia imperialista con la que pretenden dominar al mundo. Los pilotos que organizaron el operativo suicida eran consecuentemente, para ellos, héroes. En Estados Unidos fue donde el padre de Correa fue apresado por narcotraficante y eso él no lo puede olvidar ni perdonar.
Chávez y Correa marchan coordinadamente hacia regímenes fundamentalistas con la inspiración del líder iraní y por supuesto de “la momia que escribe” desde un sepulcro impenetrable de La Habana. Para Correa todos los escollos parecen hasta aquí superados y ad-portas tiene la elección de una asamblea que le dará la Constitución y los poderes “que a él le den la gana”.
Se multiplican los arrepentidos que votaron por él, vacilantes frente a la opción del bananero Noboa. El arrepentimiento es quizás tardío porque Correa tiene asegurada la mayoría para la Asamblea, con o sin los votos suficientes. Tal como ocurrió con Chávez en su última reelección presidencial cuando ganó con un fraude avalado por el demócrata Jimmy Carter.
Al parecer la quedan algunas dudas a Correa sobre los resultados electorales del domingo 30 de este mes. De ahí que haya ordenado al Tribunal Electoral prohibir la realización de encuestas tipo exit poll o “a boca de urna” diciendo que podrían distorsionar la verdad (si la verdad le es contraria en los resultados, habría que añadir).
Las encuestas, ideadas en los Estados Unidos para aprovechar el adelanto tecnológico de las comunicaciones y la computación, se limitan a preguntar a los votantes que salen de las urnas acerca de por cuáles candidatos votaron. Luego las encuestadoras hacen las proyecciones técnicas para predecir tendencias.
En otras palabras, no hay interferencia en las mesas mismas de votación ni en el conteo que sucede al cierre del acto electoral. La prohibición de los exit poll, en consecuencia, es simplemente otro atentado contra la libre expresión, que tanto molesta al mandatario. ¿Con qué derecho el gobierno me impide a mi y o a usted comentar sobre la forma en que votamos, a quien “nos de la gana”?
Las razones para la medida prohibitiva de Correa son obvias. Cuando Chávez observó que los primeros resultados de los últimos comicios no le favorecían como pensaba, ordenó suspender el conteo por muchas horas. Nadie supo qué pasó en ese lapso, salvo que las nuevas cifras que comenzaron a darse tenían un giro chavista absolutamente sospechoso.
La oposición protestó, pidió revisión de urnas, actas, cuentas y dio pruebas del fraude. Cuando aún se discutía la petición anti Chávez, surgió Carter y declaró a Venezuela y al mundo que la victoria del líder era legítima e incontrastable y la protesta por el fraude se archivó.
Correa, con esa lección cívica de Chávez, ha tomado previsiones. Pero lo más probable es que no las necesite, pues todas las encuestas revelan que él sigue en goce de amplia mayoría. Y por anticipado ha negociado una alianza con otros grupos para consolidar una mayoría en la Asamblea.
¿Cómo gobernará Correa con plenos poderes, si ahora gobierna como si los tuviera? En Santa Rosa, provincia de Los Ríos, dijo “aquí se necesita un buen aeropuerto” y llamó a los militares para que lo construyan. Sin licitación, sin estudios. Protegido por un decreto ley de emergencia, les asignó 26 millones de dólares para el proyecto, sin protesta de nadie.
Eso está ocurriendo ahora. Los 26 millones de dólares se suman a los 300 millones de dólares que ya puso en manos de los militares para obras viales, portuarias y de otra índole. Nadie le tomará cuentas de la justificación y uso de los fondos en un estado de emergencia que no existe. No hay Congreso. Y pronto habrá una asamblea y una comisión legislativa que le serán por completo dóciles.
En Argentina Correa no cesó en la campaña electoral permanente en la que ha estado en el Ecuador desde que se posesionó. Solo que allí trabajó a favor de Cristina Fernández, la Hillary de ese país. (¿Por qué Rafael oculta a su cónyuge belga y jamás la exhibe en actos oficiales o no oficiales? ¿Tiene algún defecto físico o él es “mucho macho”?)
El mandatario ecuatoriano aprovechó de la euforia de su auditorio para revelar lo que ya se sospechaba: que es un admirador del “Che” Guevara (que asesinó a miles dentro y fuera de Cuba) y de Perón (que asesinó a la Argentina, una de las naciones más prósperas de las Américas hasta que él llegó).
También prometió en su visita continuar en el empeño de “borrar por completo la noche del neoliberalismo” de la memoria de América Latina. Y con aplauso de quienes lo oían “que hay que impulsar una nueva arquitectura regional que no dependa de la arquitectura financiera internacional”. Traducción: no al Banco Mundial, no al Fondo Monetario Internacional, no al capitalismo occidental.
El trámite para el tratado de libre comercio con los Estados Unidos fue archivado por Correa y pronto terminará el acuerdo de preferencias arancelarias entre los dos países. Correa ofrece dar subsidios a los que se perjudiquen, aunque no explica de dónde seguirá sacando más subsidios que hasta ahora suman, según cifras oficiales, 3.909 millones de dólares.
Chile, gracias al tratado con USA, tuvo un aumento de exportaciones entre el 2003 y el 2006 del 167%, mientras que las de USA a ese país fueron del 123%. El volumen de comercio bilateral se expandió en 148%. Pasó de 7.950 millones de dólares en el 2004 a 11.430 millones de dólares el 2005 y a 14.840 millones de dólares en el 2006.
7.675 productos chilenos ingresan ahora al mercado de los Estados Unidos sin gravámenes arancelarios, lo que representa el 95.6% del total de los ítems que exporta. Para el 2015 el arancel desaparecerá en un 100%.
Si Correa, consolidado con la Asamblea, continuará con su ideal de forjar esa arquitectura financiera regional, para aislarse de la internacional. Aún cuando parece un juego de palabras, refleja su aversión a la historia. La economía se globaliza de modo irreversible y quienes pretenden sustraerse a la corriente, en lugar de adaptarse, están condenados a mantener a sus pueblos estancados y míseramente pobres.
Eso ocurrió con Albania, está ocurriendo con Corea del Norte, puede ocurrirle a Irán y también a Venezuela. Las naciones que lograron salir de estos iluminados se han abierto al mercado libre y competitivo interior y exterior y han prosperado de manera espectacular. En ese camino van no solo Chile sino Colombia y Perú en la región.
¿Se sumará alguna vez el Ecuador?

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