Parece que el propio ex-Presidente Rafael Correa declaró que no entendía cómo pudo pasar en el Ecuador la reciente tragedia del asesinato de periodistas y militares a manos de narcoterroristas en la provincia de Esmeraldas, que todavía tienen bajo secuestro a una pareja de viajantes.
La respuesta la pueden dar el propio Correa y su ex-vicepresidente y ahora Presidente, Lenín Moreno, quienes protegieron a las FARC y al ELN para que asentaran sus bases en territorio ecuaroriano, mientras huían del asedio militar antiterrorista del entonces Presidente Álvaro Uribe, uno de cuyos ministros era el hoy mandatario Juan Manuel Santos.
Uribe estaba a punto de doblegar a los narcoterroristas e intentó liquidarlos también en sus puestos de refugio en el Ecuador. Para ello buscó lo que era obvio: un operativo conjunto con los militares ecuatorianos y para ello ofreció coordenadas de los sitios exactos de las bases guerrilleras en ese país. Pero no tuvo la cooperación de Correa.
Por esa razón Uribe se vio forzado a realizar la acción militar de Angostura del 2008 de manera unilateral, pues de otro modo los narcotraficantes habrían recibido alertas para fugar y evitar el ataque. Se comprobó que los invasores, al mando del líder alias Raúl Reyes, habían construído edificios y barracas fáciles de ubicar y denunciar si hubiera habido voluntad de hacerlo por parte de Correa.
El gobernante ecuatoriano de entonces se había negado a calificar a los narcoterroristas de las FARC y el ELN como tales, atribuyéndoles el títitulo de disidentes e incluso de “luchadores por la libertad”. Santos participó en el ataque e inicialmente Correa se enemistó con él, denunciando el ataque como violación de la soberanía y los derechos humanos.
Santos sucedió a Uribe en la presidencia con amplia mayoría de votos porque todos estaban estaban convencidos de que culminaría la misión de Uribe de liquidar a la guerrilla que había asolado al país por más de 50 años. Sopresivamente, traicionó a Uribe, al voto popular y a si mismo y convocó a un “diálogo de paz” con los narcotraficantes en La Habana.
El acuerdo implicaba perdón por los asesinatos, secuestros, extorsión, narcotráfico y un “premio” de cinco curules en cada cámara del Congreso para los guerrilleros convertidos en actores políticos sin mancha. Pero el acuerdo tenía que ser sometido a referendo y la respuesta fue un contundente no.
Santos hizo nuevamente caso omiso del mandato popular y maniobró en el Congreso para que se apruebe el acuerdo rechazado. Está en vigencia pero la mayoría popular lo rechaza. Uno de los efectos del forzado acuerdo es la potenciación de los narcoterroristas colombo/ecuatorianos en las fronteras, notoriamente en Esmeraldas. El ex-Vicepresidente Alberto Dahik escribió un brillante artículo sobre la traición de Santos, que se publica a continuación.
Pero la traición original la inició Correa con la anuencia de Moreno, según se relata en dos BLOGs que han sido insertados en el Internet cuando de buscar la célebre frase “luchadores por la libertad” se trata (santiagojervisdesdeusa.blogspot.com: Correa y los Asesinos de las FARC, enero 6, 2008; y Correa y Uribe, marzo 7, 2008).
En el Diario El Nuevo Herald acaba de publicarse, además, una nota sobre uno de los líderes de las FARC amnistiados por Santos, que confirma que el acuerdo es una farsa traicionera condenada a fracasar.
(Al artículo de Dahik, que publicó El Universo)
Al presidente Santos
En el Diario El Nuevo Herald acaba de publicarse, además, una nota sobre uno de los líderes de las FARC amnistiados por Santos, que confirma que el acuerdo es una farsa traicionera condenada a fracasar.
Informe: EEUU tiene un video del número dos de las FARC negociando con un cartel mexicano
por Catalina Ruiz Parra
El ya fracturado proceso de paz en Colombia se enfrenta ahora a una nueva crisis, esta vez por una investigación por narcotráfico que estaría llevando a cabo Estados Unidos contra Iván Márquez, número dos de la ex guerrilla FARC, convertida ahora en un partido político .
El diario estadounidense The Wall Street Journal reveló este sábado que las autoridades estadounidenses tienen en su poder un video del también negociador del grupo insurgente en La Habana con un enlace cercano a un reconocido capo mexicano.
La conversación entre el ex guerrillero y el enlace de la mafia mexicana habría tenido lugar después de la firma del proceso de paz entre las FARC y el gobierno colombiano, y fue grabado desde un celular, según una fuente sin identificar y cercana al caso.
Hasta el momento no hay ninguna acusación formal en ninguna corte federal de Estados Unidos contra Márquez.
Sin mencionar el artículo ni la supuesta investigación en su contra por narcotráfico, el ex jefe guerrillero aseguró el sábado en la noche que "esto ya es el colmo" y que se debe a intereses de terceros para hacer fracasar el proceso de paz.
Esto ya es el colmo. Como lo dije, el fiscal y todos los que están detrás de él, quieren llevarse el proceso de paz al infierno. Es hora que el país reaccione.
— Iván Márquez (@IvanMarquezFARC) 8:57 PM - Apr 28, 2018
Márquez responsabilizó directamente al fiscal Néstor Humberto Martínez de querer "hundir" los acuerdos de paz a los que llegaron el gobierno y la entonces guerrilla en Cuba, tras más de medio siglo de conflicto armado y en los que los ex combatientes se comprometieron a no volver a delinquir.
Esto ya es el colmo. Como lo dije, el fiscal y todos los que están detrás de él, quieren llevarse el proceso de paz al infierno. Es hora que el país reaccione.
El fiscal Martínez informó el sábado que su despacho no está investigando a Márquez por narcotráfico, pero no aclaró si tiene información de que Estados Unidos sí lo esté haciendo.
La explosiva revelación de The Wall Street Journal se conoce solo semanas después de que el ex jefe guerrillero Jesús Santrich fuera arrestado en Bogotá por petición de Estados Unidos, que lo requiere en extradición para que responda por conspiración por enviar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos en una operación con el cartel de Sinaloa.
Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez, también fue arrestado por ese mismo caso, pero se convirtió en testigo protegido de la DEA y ha estado colaborando en las últimas semanas desde Estados Unidos. Es tal la información vital que ha revelado que Marín es considerado ahora la 'garganta profunda de las FARC'.
La detención de Santrich llevó a que Iván Márquez renunciara a su curul en el Senado —una de las 10 que le corresponde a la ex guerrilla en el Congreso como parte de lo pactado en el proceso de paz— y en la que debería posesionarse el próximo 20 de julio.
"¿Cómo hago yo para ir el 20 de julio a ejercer como senador y que me vayan a decir que soy un narcotraficante? Yo no estoy para esas cosas. Necesitamos respeto. Prefiero dejar esa joda allá", dijo 'Márquez' en una entrevista con el canal CM&.
Además de su renuncia al escaño en el Senado, Márquez anunció que no iría más a Bogotá, sino que se mudaría "temporalmente" a una vereda en Miravalle, en el departamento de Caquetá.
El proceso de paz atraviesa el momento más crítico tras su firma por el Estado Colombiano y las FARC. Nos hemos reunido hoy en Miravalle con Eamon Gilmore Enviado Especial de la Unión Europea y Jean Arnault de NNUU. La paz y la situación de Santrich hicieron parte de la agenda
— Iván Márquez (@IvanMarquezFARC) 3:11 PM - Apr 28, 2018
El 62,4 por ciento de los colombianos considera que la implementación del acuerdo de paz con las FARC va por mal camino, según una reciente encuesta de la firma Invamer.
(Al artículo de Dahik, que publicó El Universo)
Al presidente Santos
Usted, presidente Santos, ejercía el Ministerio de Comercio cuando quien escribe ejercía la vicepresidencia del Ecuador. Nos conocemos hace bastante tiempo. Con gran decisión en ese entonces de los presidentes Durán-Ballén y Gaviria, las relaciones entre las dos naciones fueron inmejorables.
Recibí del presidente el encargo de llevar las negociaciones de liberar el comercio con Colombia. Nuestro ministro Mauricio Pinto prontamente logró los acuerdos que multiplicaron impresionantemente el comercio entre nuestras dos naciones.
Viajé varias veces a Colombia. Sin bombos ni platillos, sin ceremonias, ni siquiera prensa. Trabajaba con el presidente Gaviria, a quien saludo a través de estas líneas. Tratábamos temas que incluían, obviamente, la seguridad entre los dos países. El viaje reservado de trabajo de un vicepresidente era ventajosamente más discreto que el de un presidente. Llevábamos esa agenda con gran reserva y particular eficacia.
Su país, en sencilla ceremonia en la embajada de Colombia en Quito, me otorgó la orden de Boyacá, no por razones protocolarias, sino por las labores realizadas en bien de la relación entre los dos países.
No dude entonces de mi afecto enorme por Colombia y por su pueblo, del cual tengo extraordinarios amigos, ni dude tampoco de mi conocimiento de las relaciones entre nuestros países.
El acuerdo de paz cobró en el Ecuador inicialmente precio con sangre de uniformados. La Policía y las FF.AA. de mi patria me merecen el más profundo respeto y cariño. Las serví con gran dedicación y amor. Son vitales para el Ecuador.
A esa sangre se suma ahora la de los tres periodistas infamemente plagiados, hechos rehenes y ejecutados, mientras ejercían la sagrada labor de informar en mi país.
Cuando, en soledad, presidente Santos, medite sobre la realidad de ese acuerdo de paz, que ojalá lo haga con remordimiento, le ruego que considere el daño que ese acuerdo le ha hecho ya al Ecuador...
El Mono Jojoy indicó que había financiado las campañas de la Revolución ciudadana en el Ecuador. Hay videos de YouTube donde lo dice. La computadora de Raúl Reyes dio igual información. Así lo leyó el presidente Uribe en la reunión de Santo Domingo. La Revolución ciudadana habría llegado con ese financiamiento, llegó, acalló a los periodistas, persiguió la libertad de prensa, y cuando pensábamos que esa libertad estaba recuperada, esas mismas FARC matan a tres cumplidores del deber.
Le ruego que vea una y otra vez el video en el cual usted habló inicialmente del incidente en Esmeraldas. Oiga su tono de voz, el énfasis que usted puso al decir que Guacho es ecuatoriano. Casi que ese fue su descargo. Hoy usted simplemente dice que tendremos el apoyo del Gobierno, de las FF.AA. y del pueblo colombiano.
Ojalá hubiera usted puesto el mismo énfasis en decir que en las FARC nunca se podía confiar, que el tema de vinculación con el narcotráfico no quedó resuelto, que la impunidad que les dio el acuerdo de paz ante sus monstruosos y asquerosos crímenes los motivan a seguir en sus bellaquerías; que el acuerdo es muy defectuoso. Qué saludable sería ver humildemente un mea culpa por el mismo. Si no es así, ¿cómo explicamos la conducta de Jesús Santirich? Pasó de negociador a extraditable por narcotráfico.
Ojalá usted no hubiera enfatizado tanto que Guacho es ecuatoriano, sino que era evidente que al Ecuador lo afectaría ese acuerdo, y que Guacho aprendió de las FARC sus maldades, y que usted le pide perdón por la firma de ese acuerdo, no solo a la mayoría del pueblo colombiano que lo rechazó, sino al pueblo ecuatoriano, civil y militar, que hoy pone su cuota de sangre.
Ese mal acuerdo halló terreno fértil porque las labores de inteligencia, de las FF.AA. y la Policía ecuatoriana, fueron desmanteladas y a cambio se creó una Senain para perseguir a opositores, y no para prevenir la subversión, la cual goza de la simpatía de muchos de los miembros de la familia Revolución Ciudadana.
Ese acuerdo no de paz sino que más parece de impunidad encontró, en la actualidad, a unos ministros de Defensa, Cancillería y del Interior que son los menos indicados para contrarrestar las grandes falencias que ese acuerdo tiene.
El paso del tiempo va dando la razón, presidente Santos, a la actuación de los presidentes Pastrana y Uribe, y hace meditar a la clase política ecuatoriana sobre la unidad indispensable para combatir la plaga del socialismo siglo XXI y este criminal coqueteo con Cuba, Venezuela y la subversión.
Cuando, en soledad, presidente Santos, medite sobre la realidad de ese acuerdo de paz, que ojalá lo haga con remordimiento, le ruego que considere el daño que ese acuerdo le ha hecho ya al Ecuador y que, lamentablemente, nadie en el Ecuador pudo potenciar más los riesgos que ese acuerdo tenía para el país que la familia Revolución Ciudadana.