Donald Trump con fecuencia recuerda lo que Bernie Sanders dijo de Hillary Clinton durante las primarias demócratas: a ella le falta “judgment”, o sea capacidad de juicio y evaluación para decidir.
Eso quedó plenamente comprobado anoche en el debate entre Tim Kaine y Mike Pence, candidatos a la Vicepresidencia, demócrata y republicano. La diferencia en favor de Pence fue tan aplastante que hasta una encuesta de CNN lo admitió.
El candidato escogido por Hillary fue gobernador de Virginia y allí aplicó la doctrina “progresista” de elevar los impuestos, abultar el gasto público y la deuda y quebrar al Estado. Pence, ex-gobernador de Indiana y ex-senador por 12 años hizo lo opuesto y al separarse para aceptar la candidatura dejó un superávit de 2.000 millones de dólares.
En el debate, Kaine actuó como un muchacho malcriado frente al superior, al que lo interrumpió 72 veces. La moderadora, una hispana, fue incapaz de controlar el diálogo y fracasó en su intento de acallar a Pence cuando iniciaba un argumento esclarecedor de las incorrecciones de Hillary.
Kaine, al igual que Hillary, repetía como autómata una y otra vez mentiras contra Trump, incluso cuando Pence en ocasiones le aclaraba. Es falso que eludiera la preguntas. Lo que quiso es evitar la emboscada y tratar de enrumbar la discusión hacia temas de mayor sustento.
Repetidamente Kaine, como Hillary, acusó a Trump de decir que todos los mexicanos ilegales son rateros, violadores y traficantes. Lo dicho por Trump es que es muy probable que entre los que cruzan la frontera subrepticiamente se filtren maleantes y traficantes y no solo de ese país sino de otras partes del mundo.
Particularmente equivocado estuvo Kaine frente al aborto, sobre todo al reiterar que es católico. Criticó a Pence por aspirar a que se anule la decisión Roe vs Wade de 1973 de la Corte Suprema de Justicia que declara constitucional el aborto, indicando que como católico defiende el derecho de la mujer a decidir según su consciencia lo relativo a su función reproductiva.
Pence considera abominable que haya un partido político, liderado ahora por una mujer, que esté en contra de ldefender a los más vulnerables, los nonatos. No lo dijo, pero Roe vs Wade es una resolución condicionada a que científicamente se dermine si la vida nace o no al momento de la concepción, asunto que está ahora más allá de toda discusión.
Quizás Pence estuvo vacilante cuando Kaine le mencionó que Trump en una ocasión sostuvo que las mujeres que abortan deberían ser sancionadas tanto como quienes cooperan para que el aborto ocurra. Lo dijo en la hipótesis de que Roe vs Wade sea anulada, lo que él apoya y que el aborto vuelva a ser lo que ha sido siempre: un crimen.
También dejó de lado la respuesta sobre John McCain y su heroicidad. En otra oportunidad, temprano en su campaña en las primarias, Trump criticó a McCain porque no es heroico dejarse capturar. Lo que no elaboró es que, como piloto de la Navy en la guerra de Vietnam, McCacin hizo un vuelo no autorizado por una zona de combate peligrosa y fue abatido.
Fue apropaida no morder el anzuelo sobre el certificado de nacimiento de Obama. No es momento para volverlo a discutir. El problema surgió en la campaña de Hillary en el 2008. Se exhibió un certificado de Barack nacido en Hawai. Pero su madre no le transmitió la ciudadanía norteamericana ya que se radicaron en Indonesia y cuando él tenía menos de seis años adoptó la ciudadanía indonesia y la religión musulmana.
Hay sospechas de que más tarde viajó con pasaporte indonesio incluso de vuelta a los Estados Unidos y con el nombre Barry Soetoro, que nunca dejó o sustituyó legalmente por el de Barack Hussein. La incógnita no se ha resuelto y queda por verse si se la resolverá algún día. Nunca, claro está, si por alguna razón imprevista Hillary Clinton llega a la Casa Blanca.
En todo caso, la presentación de Pence fue admirable y todo lo que dijo en cuanto a sustancia, cambio, reforma y redirección del país se encuadró 100% dentro de lo que ha propuesto Trumpo desde el 16 de junio del 2015 en que lanzó su candidatura. Por cierto, el desempeño del debatiente brilló mucho más feente a las impertinencias y monotonía de insultos de su rival.
Trump debería asimilar algunos detalles de la actuación de Pence, a quien inteligentemente seleccionó como compañero de fórmula. Principalmente control de si mismo para enfrentarse con calma a sus “enemigos”: Hillary y los dos moderadores que dirigirán el próximo debate en la modalidad de townhall, el próximo domingo en St. Louis, Missouri.
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