Tuesday, March 13, 2012

OPUESTOS A UNA LIBRE ELECCIÓN

Es curioso observar que en el partido Republicano de los Estados Unidos exista una presión constante del denominado “establishment” para imponer contra viento y marea al candidato escogido por ellos desde hace casi un año o más, Mitt Romney.

Porque el GOP (sus siglas) se ha caracterizado precisamente por abogar por las libertades en todas sus expresiones y en, por cierto, el mecanismo de la libre elección por el voto popular para designar a los representantes de gobierno en los niveles local, estatal y federal.

Ahora está en marcha un fascinante proceso de selección del nominado por el partido para competir en las elecciones presidenciales de noviembre próximo frente al actual presidente, Barack Hussein Obama. En cada estado los votantes deben decidir por su favorito y ello se traduce en el número de delegados electores para la Convención final.

Mitt Romney, ex gobernador de Massachussetts y mormón, fue derrotado en su intento de buscar la nominación en las primarias del 2008, que las ganó John McCain, luego vencido por Obama. Desde ese mismo año, Mitt se trazó un objetivo que lo persigue con obstinación mormona y la ayuda de su gigantesca fortuna personal: la nominación presidencial.

En su prolongada campaña ha invertido de su bolsillo más de 40 millones de dólares y a ello se suman otros millones del “establishment” que lo respalda, en la banca y en las grandes corporaciones. El “establishment” abarca a los muy bien avenidos con el status quo de Washington, su gran gasto fiscal y el intercambio de favores entre quienes controlan el medio burocrático capitalino.

Romney tiene un pasado poco conservador. Es más bien un “liberal” converso de última hora, entendiéndose aquí ese término como el de los de la izquierda demócrata radical. Fue el creador en su Estado de un sistema estatal de provisión de salud obligatorio, que Obama imitó para extenderlo a todo el país.

Esta ley, que se aprobó cuando los demócratas tenían total control de las dos cámaras del Congreso (en el 2010 la de Representantes alcanzó mayoría republicana), forzando y violando procedimientos, es repudiada por la mayoría de norteamericanos y estados y su objeción por violatoria de la Constitución (al exigir un mandato de servicios) ha sido aceptada por la Corte Suprema de Justicia. Se espera su dictamen para junio.

También Romney ha apoyado leyes en favor del aborto, los matrimonios gay y similares medidas que son rechazadas frontalmente por el GOP. Hoy Mitt ha cambiado su retórica y quiere ganarse los votos republicanos con una imagen de conservador puro y una feroz y multimillonaria campaña en contra de sus rivales de partido, Newt Gingrich y RickSantorum.

Newt logró una espectacular victoria en South Carolina, pero perdió en el siguiente estado, Florida, debido a su desconcierto en un debate previo por TV, en los que siempre ha descollado y por los avisos negativos y sin base de acusación de Romney. Su recuperación es lenta, pero quien ha sacado ventaja de la situación es Santorum.

Nadie se fijaba en él al inicio de la primaria. Pero ha ido escalando posiciones a medida que Romney ha seguido mantenéndose estable en un mismo nivel mediocre de aceptación, que bordea el 30% o 35%. No obstante, Mitt continua a la cabeza, con casi 500 delegados.

Para alcanzar la nominación en la Convención de Tampa, en junio, al menos 1144 votos se necesitan. El “establishment” y sus portavoces están nerviosos. Si la contienda con Newt y Rick (además de Ron Paul, que no cuenta) continúa, hay el peligro de que Romney no alcance la cifra mínima y entonces la Convención quedaría abierta a votación libre.

Los resultados serían obvios: el elegido sería cualquiera menos Romney, ya que los votos anti Romney de Newt, Rick y Ron más que duplican los que el candidato mormón ha logrado acumular tras cuatro años de campaña y millones de dólares en propaganda y organización.

“Sabios” analistas, como el derrotado McCain que apoya a Romney, dicen que si la batalla continúa, o sea si sus rivales no se hacen a un lado como él aconseja, Obama podría ser reelegido. McCain fue nominado en febrero del 2008 y Obama en junio y éste lo aplastó por lo que su argumento carece de validez.

Si a la Convención el GOP llega sin el mínimo de delegados para uno solo de los pre candidatos, la suerte se dilucidará en agosto, por libre decisión. Los mismos del “establishment” creen que dos meses, hasta noviembre, es muy poco tiempo para derrotar a la maquinaria mafiosa de Obama, que tiene billones de dólares, como los tuvo, sin origen claro, en el 2008.

Pero esa es una falacia. Si emerge como candidato Gingrich, o inclusive si es Santorum, dos meses son suficientes para desenmascarar a Obama y enterrarlo en las urnas. La economía está en zoletas, la deuda supera los 16 trillones de dólares (más que el PNB), la falsedad de su certificado de nacimieno ha sido formalmente denunciada con pruebas, la política externa está por los suelos y, para colmo, la gente maldice a diario por el alza imparable de los precios de la gasolina, fruto de las erradas políticas energéticas del régimen.

Las bases del GOP, se ha demostrado, no aceptan la imposición de Romney y quieren en su lugar a alguien que no deje dudas de que será idulgente con Obama y débil para confrontarlo en los debates, en los foros, en las urnas. Ese sentimiento, insatisfecho con Romney, es el que encarna el Tea Party. Lejos de haberse vaporizado desde las contundentes elecciones del 2010, está más vivo y latente que nunca en estas primarias.

El prolongado proceso de selección este año será beneficios para el GOP, no lo contrario. Ojalá se repita con el partido demócrata a futuro y sea imitado en otras naciones pro democracia. Es la mejor vía para examinar a fondo a los aspirantes, en todas sus formas internas y externas, a fin de que no quede resquicio de duda para la decisión final.

Esta noche habrá votaciones clave en Alabama y Mississipi. Romney dice que las ganará, aunque las encuestas reflejan números muy cercanos entre los tres, que Ron Paul no cuenta. Cualesquiera que fueren los resultados la contienda continuará hasta junio o agosto para sufrimiento del “establishment” y su séquito de agoreros y consejeros.

Ello será positivo para el partido, para el país y para poner en su sitio al “establishment” complaciente. El elegido no debe tener sombra de dudas para el electorado y para la finalidad suprema y principal de bloquear a Obama en su misión en marcha de destruir a los Estados Unidos como potencia líder de la libertad en el mundo. El candidato del “establishment”, Romney, no es ninguna garantía para lograrlo.


No comments: