Friday, June 28, 2019

¿POR QUÉ TANTO ODIO?

Hace exactamente cien años se firmó el Tratado de Versalles que puso fin oficialmente a la Primera Guerra Mundial. Contrariamente a lo que la mayoría de la gente supone, no fueron los errores o excesos de ese tratado la simiente que dio origen a la devastadora Segunda Gran Guerra.
El historiador Joseph Laconte, catedrático de King´s College de la ciudad de Nueva York, publica hoy en el Diario The Wall Street Journal un excelente artículo en el cual sostiene que la I Guerra, que causó la muerte de 40 millones de personas, generó un trauma indecible en la humanidad de entonces.
Los valores y principios culturales, éticos y religiosos colapsaron y la gente, desorientada y desconcertada, renegó del pasado y deambuló en búsqueda de una nueva fe en la cual creer. En marzo de 1919, antes de Versalles, Mussolini anunció la llegada del fascismo "que lo abarca todo: fuera de él ningún valor humano o espiritual puede existir , mucho menos tener valor".
En 1922, Mussolini se declararía dictador. El comunismo de Lenín, en Rusia, se consolidaba como otra forma de fascismo con una tiranía absolutista, cuyos peligros advirtió Churchill desde su nacimiento a raíz de la caída del zarismo y el advenimiento de los bolcheviques.
En todo caso, la desazón y el desconcierto que siguieron a los estragos de la I Guerra Mundial se explican. Los sobrevivientes de la catástrofe se tornaron nihilistas y escépticos, prontos a aceptar fórmulas nuevas, por utópicas o extremas que pudieren aparecer. La prueba de la experiencia, sin embargo, los haría reflexionar.
Lo que no se explica, en contraste, es lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, país que contribuyó a salvar a Europa y al mundo de las dos grandes tragedias bélicas sin sufrir directamente los horrendos destrozos de otras naciones. No obstante ello, se está extendiendo una corriente de repudio hacia lo que es este país, como si hubiere sido víctima de alguna crisis de decadencia y destrozo funestos.
Ello a juzgar por la campaña política de la veintena de pre candidatos presidenciales por el partido demócrata, que con el membrete de "progresista" aspira a evitar la reelección del Presidente Donald J. Trump en noviembre de 2020. Sus postulados todos se han alineado con principios socialistas, antípodas de lo que consagra la Constitución de 1778 inspirada en la Declaración de la Independencia de 1776.
Para salir del supuesto deterioro en que se halla el país, los demócratas piden despenalizar el ingreso ilegal de migrantes y la concesión gratuita de asistencia médica, licencias de manejo (que sirven de cédula de identidad para votar), derecho a alimentación y vivienda y otras garantías, todo lo cual prohibe la Constitución. Al mismo tiempo proponen no deportar a los hijos menores de quienes llegaron ilegalmente.
Proponen abolir los servicios privados de salud para sustituirlos por un servicio único estatal gratuito, calificando a la salud como un derecho humano, no contemplado en la Constitución. En igual situación colocan al derecho a la educación gratuita en todos los niveles, lo que tampoco prescribe la Constitución.
Los demócratas, por unanimidad, quieren que se convierta en ley federal el derecho al aborto en cualquier instancia, que fue autorizado en forma condicional por la Corte Suprema de Justitica y está sujeto a revisión. La Constitución garantiza el derecho a la vida en toda circunstancia.
En suma, el "progresismo" del partido demócrata inclinado hacia el socialismo considera que la Constitución es obsoleta y tiene que ser modificado para amoldarse a las modernas necesidades de "justicia social" que no otra cosa es sino redistribución del ingreso según criterios de un gobierno y de una burocracia cada vez más más autoritarios (quitar a los ricos para dar a los pobres, pese a que la Constitución garantiza la propiead privada).
Esa mentalidad de cambio de los últimos decenios no es resultado de una catástrofe o una demolición como las ocurridas con las dos grandes guerras, sino de la obra de zapa de una ideología marxista que se ha ido infiltrando arteramente en los centros de educación en sus distintos niveles y se ha ido extendiendo a la mayoría de medios de comunicación e infiltrado ahora hondamente entre los demócratas.
Si esa corriente persevera y se impone en las elecciones del 2020, como ya se impuso en los pasados comicios para retomar la Cámara de Representantes y generar tanto daño y obstrucción a la misión de gobernar,  se habría iniciado ahora sí la declinación de la nación más próspera y libre que haya tenido la humanidad.

Monday, June 17, 2019

TOWARD THE RE-ELECTION

President Donald J. Trump will announce tomorrow in the city of Orlando, Florida, that he will seek re-election in the 2020 presidential election. Twenty-two Democratic, socialist and probably 1 independent candidates will try to prevent it.

Unless something totally unexpected happens it will be impossible.Because the proposals of the progressive democrats who oppose Trump erode the substantive principles of the Constitution of this country of 1778, derived from the Declaration of Independence of 1776, which have made this nation great.
These documents created, in short, a system that would forever prevent the establishment of authoritarian regimes in America in the manner of the monarchy of George III of the United Kingdom that had just been defeated. For this, although the need to create a regulatory government was admitted, at the same time mechanisms were imposed to prevent it from exceeding its power.
The mechanism devised was the delegation of popular power in three branches with the task of mutual control, precisely to stop the excesses.One of the branches would be in charge of legislating, another of executing the laws and a third of resolving doubts and discrepancies in the application of the laws.
If for the monarchs the power came to them as a gift of the deity and the conqueror as a result of the imposition of force, for the liberated settlers the power resided in the people by the grace of God. And since men were not angels, as Madison explained, one had to be very vigilant about the use they would make of the temporal power that the people conferred on them to govern.
The Constitution was elaborated for that purpose. Guarantee that the government never exceeds its powers of control and that both the Federal Congress and the State Congresses do not renounce their mission to legislate and that the Courts at their various levels do not exceed their functions assuming those of legislating beyond what allows the Constitution.
The anti-Trump candidates propose that health care for all be socialized, which would imply a growth of more than 32 trillion dollars in public spending, the abolition of the private health sector and an unsustainable increase in state intervention and bureaucracy, to the detriment of the quality of service and the rise of fraud and corruption.
In another unconstitutional demand, they ask to abolish the polling stations for the presidential elections, which was the mechanism of the Founders to balance the political forces of the smaller and less populated states with the larger and densely populated ones. It was another way to create a Republic, not a democracy that could degenerate into "mobocracy" or the imposition of amorphous crowds.
They also ask for "social justice", a verbal game to hide their socialist / Marxist attempts to redistribute income through the imposition of confiscatory taxes or the direct confiscation of goods "to those who have more" in favor of "those who have less". which is a violation of the Constitution that guarantees the right to private property.
The demoprogressists are ardent defenders of abortion and gay marriage, two options contrary to the Constitution that are now practiced freely in the United States by decision of the Supreme Court itself, which years ago backed slavery as legal and later as illegal. interracial marriage.
Opposition candidates do not have a single valid idea according to the Constitution. If there was an independent press, they would be beaten for that and other circumstances night and day. But they are not, but on the contrary. Because that press, with minimal exceptions, has been common cause with "progressivism" for several decades and has renounced outright professional journalism.
That blockade of the media could explain why there are people who support them, that ignores that the day this country abandons the principles of the Declaration of Independence and its Constitution, it will have begun its decline and self-destruction comparable with that which undermined the Roman Empire , without external influence of the barbarians.
There are still many moons for the elections of November 2020 but some anti-Trump polls are already jumping. Any of the 23/24 candidates precedes it with more than 10 points. But just remember that on the eve of the 2016 elections, The New York Times gave Hillary an advantage over Trump with 80%.

HACIA LA REELECCÓN

El Presidente Donald J. Trump anunciará mañana en la ciudad de Orlando, Florida, que buscará la reelección en las elecciones presidenciales del 2020. 22 precandidatos demócratas, l socialista y probablemente 1 independiente tratarán de impedirlo.
A menos que ocurra algo totalmente inesperado ello será imposible. Porque las propuestas de los demócratas progresistas que se oponen a Trump carcomen los principios sustantivos de la Constitución de este país de 1778, derivados de la Declaración de la Independencia de 1776, que han hecho grande a esta nación.
Dichos documentos crearon, en suma, un sistema que impidiría para siempre la implantación en tierras de América de regímenes autoritarios a la manera de la monarquía de Jorge III del Reino Unido que acababa de ser derrotada. Para ello, si bien se admitió la necesidad de crear un gobierno regulador, al mismo tiempo se impusieron mecanismos para evitar que se exceda en su poder.
El mecanismo ideado fue la delegación del poder popular en tres ramas con la tarea de control mutuo, precisamente para frenar los excesos. Una de las ramas se encargaría de legislar, otra de ejecutar las leyes y una tercera de dirimir dudas y discrepancias en la aplicación de las leyes.
Si para los monarcas el poder les llegó como un don de la divinidad y al conquistador como resultado de la imposición de la fuerza, para los colonos liberados el poder residía en el pueblo por la gracia de Dios. Y ya que los hombres no eran ángeles, como aclaró Madison, había que estar muy vigilantes en cuanto al uso que harían con el poder temporal que el pueblo les confería para gobernar.
La Constitución fue elaborada con ese fin. Garantizar que el gobierno nunca se exceda en sus poderes de control y que tanto el Congreso Federal como los Congresos Estatales no renuncien a su misión de legislar y que las Cortes en sus distintos niveles no rebasen sus funciones asumiendo las de legislar más allá de lo que permite la Constitución.
Los precandidatos anti Trump proponen que se socialice el cuidado de la salud para todos, lo que implicaría un crecimiento de más de 32 trillones de dólares del gasto público, la abolición del sector privado de la salud y un aumento insostenible de la intervención estatal y la burocracia, con desmedro de la calidad del servicio y auge del fraude y la corrupción.
En otra demanda inconstitucional, piden abolir los colegios electorales para las elecciones presidenciales, que fue mecanismo de los Fundadores para equilibrar las fuerzas políticas de los Estados pequeños y menos poblados con los más grandes y densamente poblados. Era otra forma de crear una República no una democracia que pudiera degenerar en "mobocracia" o imposición de multitudes amorfas.
También piden "justicia social", juego verbal para ocultar sus intentos socialistas/marxistas para redistribuir los ingresos mediante la imposición de impuestos confiscatorios o la confiscación  directa de bienes  "a los que más tienen" en favor de "los que menos tienen", lo que es violatorio de la Constitución que garantiza el derecho a la propiedad privada.
Los demoprogresistas son ardorosos defensores del aborto y del matrimonio gay, dos opciones contrarias a la Constitución que ahora se practican libremente en los Estados Unidos por decisión de la misma Corte Suprema de Justicia que años atrás respaldó como legal la esclavitud y más tarde como ilegal el matrimonio interracial.
Los precandidatos opositores no tienen una sola idea válida acorde con la Constitución. Si hubiese una prensa independiente, serían vapuleados por esa y otras circunstancias noche y día. Pero no lo son sino al contrario. Porque esa prensa, con mínimas excepciones forma causa común con el "progresismo" desde hace varias décadas y ha renunciado de plano a ejercer el periodismo profesional.
Ese bloqueo de los medios podría explicar por qué hay gente que los apoye, que ignore que el día que este país abandone los principios de la Declaración de la Independencia y su Constitución, habrá iniciado su declinación y autodestrucción comparable con la que minó al Imperio Romano, sin influjo externo de los bárbaros.
Aún faltan muchas lunas para los comicios de noviembre del 2020 pero ya saltan algunas encuestas anti Trump. Cualquiera de los 23/24 precandidatos lo aventaja con más de 10 puntos. Pero basta recordar que la víspera de las elecciones del 2016, el diario The New York Times le daba ventaja a Hillary sobre Trump con el 80%.