Monday, March 2, 2015

CUMPLIR LA LEY ES CLAVE


Obama y los demócratas, con el eco de sus fieles medios de comunicación  y el respaldo de algunos indefinidos republicanos, quieren hacer aparecer como maniobra de la “ultra derecha” la posibilidad de que el Congreso deje sin fondos al organismo para combatir al terror.
El organismo, llamado Homeland Security, lo creó George W. Bush tras la barbarie del 9/11 para coordinar todos los entes de seguridad dispersos en la CIA, el FBI y otros. Los republicanos, autores del proyecto, lo menos que aspiran ahora es a dejar sin fondos a esa institución.
Lo que ocurre es que en la Cámara de Representantes se han valido de un mecanismo legal para impedir que el Decreto Ejecutivo de aministía de Obama obtenga fondos, por ser inconstitucional. Junto al proyecto de asignación de fondos para Department of Homeland Security, se le añadió una enmienda para negar fondos para la amnistía.
El Decreto Ejecutivo de Obama es una ley para otorgar amnistía a más de 5 millones de ilegales, asunto que competiría legislar exclusivamente al Congreso según una norma básica de la Constitución. Así lo reconoció el propio Presidente en 22 ocasiones durante los seis años de su gobierno, para afrontar la presión de los abogados pro amnistía.
En contra del Decreto están también los gobernadores de 26 de los 50 Estados de la nación y, por añadidura un juez federal de Texas, que acaba de ordenar que dicha disposición se suspenda por inconstitucional. El régimen ha apelado, pero el pedido o es negado por el tribunal superior o pasará a conocimiento de la Corte Suprema.
Pero si Obama se ciñera a la Constitución y las leyes, debería haber ordenado de inmediato el archivo del Decreto. Lo que ha hecho es lo contrario. Ha amenazado a sus subalternos con penalidades si dejan de obedecer su mandato para ejecutar la amnistía y se ha mostrado inflexible con el Congreso. Ninguno de sus legisladores acepta dejar sin fondos al Decreto de Amnistía.
Lo cual equivale a renunciar al precepto constitucional de división de poderes y es una genuflexión más ante el autoritarismo de Obama. Los fondos para la lucha antiterrorista habrían sido asignados sin tropiezo si los demócratas hubiesen reivindicado su independencia y aceptado que la ley Amnistía es inconstitucional y que, por tanto, no puede ni debe financiarse con impuestos.
Puesto que hay discrepancia entre las dos cámaras, ya que los demócratas del Senado no aceptan la enmienda a la ley de Homeland Security y la de Representates rechaza eliminar la enmienda del proyecto original, lo que cabe es una dirimencia con el “conference committee”. Este comité se integra con líderes de ambas cámaras que elaboran un proyecto de aceptación común, a ser votado nuevamente por las cámaras. Pero el líder demócrata del Senado, Harry Reid, se opone al proceso.
(Si la dirimencia la obstruyen los demócratas, los republicanos que ahora controlan también el Senado podrían acudir al mismo recurso de ellos y anular el "filibusterismo" para decidir que los proyectos en la cámara alta pueden aprobarse por simple mayoría y no por 60 votos más 1. El GOP tiene 57 senadores. Así la enmienda sobre la amnistía pasaría y si Obama la objeta, él sería el responsable por la falta de fondos para el Homeland Security)
El punto clave de la discusión es si se cumple o no con la ley. Es aplicable para este caso y para todos los casos y sociedades en cualquier punto de la historia y la geografía. Los Estados Unidos ha llegado a convertirse en primera potencia mundial no por otro milagro que por el del compromiso de cumplir y hacer cumplir la ley fundamental de la Constitución, inspirada en los principios expresados en  la Declaración de la Independencia.
El conflicto generado por los inmigrantes, que ocupa hoy al Congreso y a las otras dos ramas del poder, las Cortes y el Congreso, deriva del flujo de personas que desertan de sus países para escapar de la corrupción, la desigualdad extrema y el caos. La causa del desequilibrio y la corrupción en esas naciones es, inalterablemente, el incumplimiento y abuso de la ley.
En esta parte del globo, el imán que les atrae es los Estados Unidos, como Europa en el lado del África. Las sociedades más prósperas en las que buscan un nicho son, también de modo inalterable, aquellas en las que hay libertad y respeto a la ley. Cuando uno o los dos factores desaparecen o se debilitan, sobrevienen la autarquía, la corrupción y la miseria.
Mal hacen Obama y quienes lo respaldan en tratar de premiar con el perdón a las personas que ingresaron al país quebrando la ley. Es un falso sentido de misericordia. Nadie está exento del cumplimiento de la ley, ni aún si se la desconoce. El primero que tiene que respetar y hacer respetar la ley aquí es el jefe del Ejecutivo, por disposición constitucional.
A Obama le incomoda la ley. Su Obamacare fue aprobada sin respaldo de los republicanos, algo sin precedentes en la historia de este país. Está plagada de errores y contradicciones y para comenzar a aplicarla, Obama la ha enmendado 33 veces, lo cual está prohibido por la Constitución.
Hay otros ejemplos de su constante menosprecio por la Constitución. No ha consultado con el Congreso para negociar con dos países terroristas, lo que está reñido con la “carta magna”: Irán y Cuba. Irán es el principal promotor del terrorismo en el planeta y Cuba lo ha sido desde que Castro se apoderó de la isla hace más de 50 años.
Cuba ya no tendrá un Che Guevara para enviarlo en misiones subersivas a Angola y Bolivia, pero los hermanos Castro siguen enviando asesores para montar maquinarias de espionaje en Venezuela, Ecuador, Bolivia y otras naciones infestadas del “socialismo del siglo XXI”. Allí los esquemas de democracia han sido reemplazados por regímenes autoritarios revestidos de seudo legalismo.
Fue el comunista Gramsci el primero en aconsejar a los marxistas no hacer uso de la revolución armada como la mejor opción para imponerse. Recomendó, más bien, manipular las libertades del sistema democrático para alterarlo paulatinamente en dirección hacia el marxismo y es lo que está ocurriendo en Occidente. Mao tomó como propia esa consigna, luego Fidel y ahora Obama.
A Obama se le ha cuestionado su amor por los Estados Unidos. ¿Cómo calificar de otro modo al gobernante que negocia en secreto con dos de sus peores enemigos, Irán y Cuba? ¿Y que desde un comienzo ha actuado como protector del radicalismo islámico, permitiendo que se difunda en el Medio Oriente y Noráfrica, hasta formar un Califato con más de 50.000 combatientes?
(En algún momento el gobierno de Obama ha insinuado que podría unirse al Irán para bombardear a los musulmanes del Isis, como si los sunnis fueran mejores que los shias, lo que equivaldría a decir que los narcos del cartel de Cali son preferibles a los de Sinaloa. Los musulmanes podrán pelearse entre ellos, como pelearon en Granada hasta perderla en el siglo XV, pero su religión es la misma y no es una de paz. Explicaciones las hay muchas en el Internet. Como ésta, llegada al azar) 
Con Cuba busca restablecer las relaciones diplomáticas en abril próximo y solo un obstáculo le impide. No el Congreso ni ningún cambio político en la Isla, sino la exigencia de los Castro de que Cuba sea borrada de la lista de los países terroristas. Para presionar que así sea, Obama ha enviado a un asesor a La Habana para acelerar el acuerdo de paz con las FARC.
Las FARC son narcoterroristas con más de 50 años de experiencia y miles y miles de asesinatos y extorsiones. El presidente Juan Manuel Santos, con apoyo de Obama, quiere exculparlos de todo y firmar la paz para que se integren a la vida política y continúen la transformación del país al estilo Gramsci, como lo explica Anastasia O´Grady.
Si Obama está con Irán, Cuba y el Islam, lógico que discrepe con Israel y su Primer Ministro Netanyahu. El presidente de la Cámara Baja, John Boehener, lo invitó para que mañana hable ante el Cogreso y exprese sus puntos de vista sobre la amenaza iraní que calla Obama. Será una victoria para el mundo libre y un golpe para el actual huésped de la Casa Blanca.
Como lo dijo hoy Netanyahu a una asociación de judíos, Israel siempre ha tenido las mejores relaciones con los Estados Unidos (salvo discrepancias siempre superables, como las hay en toda relación familiar) debido a que las dos naciones tienen comunidad de principios e ideales. Habría que aclarar que con los Estados Unidos si, mas no con Obama. 

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