Wednesday, January 30, 2019

¿QUIÉN DIO LOS EMAILS A WIKILEAKS?

Uno de los puntos clave que podría aclarar el futuro político del Presidente Trump es saber quién o quienes hicieron llegar al jefe de Wikileaks, Julian Assange, los emails de la campaña presidencial de Hillary Clinton, cuya difusión precipitó su derrota. 
Assange, que continúa asilado en la embajada del Ecuador en Londres, desde un comienzo ha negado que los emails fueron hackeados por los rusos de las computadoras a cargo del jefe de la campaña, John Podesta y que en esa misión cooperaran miembros de la campaña de Trump, singularmente George Stone.
Stone niega toda complicidad señalando que su solo interés fue sugerir que los emails publicados se divulguen como legítima arma de campaña. Sin embargo, ahora es perseguido por la comisión investigadora de Bob Moeller que durante dos años busca culapabilidad de colisión entre Trump y Putin para dañar a Hillary, sin lograr una sola prueba.
En suma Trump, Putin, Assange y Stone niegan tener participación ninguna en el robo o hackeo de los emailes de Podesta sobre los malos manejos de Hillary contra su rival Bernie Sanders en la campaña presidencial del 2016. Moeller se empeña en ligar ese hackeo con la colisión, insinuando que Putin y Trump se pusieron de acuerdo para el robo y entrega de los emails a Julian Assange.
La respuesta a las dudas parecería bastante simple: hacer que hable Asange y que revele exactamente quién le entregó los emails. Pero él ha dicho que como periodista y comunicador no puede ni debe revelar la fuente de donde obtiene sus informaciones que han sido siempre confidenciales. Mas siempre habría maneras de superar este conflicto, para beneficio del denunciante y de terceros.
Assange, que ha permanecido aislado y silenciado por las autoridades del Ecuador, no puede salir de su asilo porque corre peligro de ser capturado por las autoridades inglesas por haber violado las leyes de asilo y porque el gobierno de los Estados Unidos quisieran su extradición, porque anteriormente divulgó secretos militares de alta seguridad.
Acaso cabría, entonces, una transacción favorable a Trump y a Assange. Si éste se comprometiera a revelar quién o quiénes le hicieron llegar los emails de Podesta (se tiene entendido que fueron agentes o ex-agentes de la CIA o FBI molestos con Obama y la Hillary), Trump en cambio podría ofrecerle una cierta protección o inmunidad con respecto a la extradición.
Esta maniobra no sería nueva. Es usual para obtener informaciones en el mundo lóbrego del crimen organizado del narcotráfico, por ejemplo. Algunos narcos cómplices se comprometen a "cantar" a cambio de protección e incluso de la libertad con el cambio de identidad y residencia en lugar desconocido.
Destruida la leyenda de la participación rusa en el hackeo de los emails, la supuesta colisión misma se desvanecería y la larguísima y costosísima tarea inútil de Moeller se archivaría, tras un gasto de más de 30 millones de dólares y la contratación de 17 abogados demócratas todos anti Trump.
Cerrado el "affaire" colisión, se cerraría también la estúpida polémica de la líder Nancy Pelosi de la Cámara de Representantes, que se opone a erigir una valla para impedir el acceso de ilegales por la frontera sur del país. La negativa obligó al cierre parcial del gobierno, lo que ha significado la pérdida de más de 6.000 millones de dólares a la economía, algo más de los 5.700 millones de dólaress pedidos por Trump para continuar con la construcción del muro.
El incidente ha sido el episodio más deplorable en los dos años de gobierno del Presidente y en el que se ha impuesto la necedad de la Pelosi. Hay algo más de dos semanas de "gobierno abierto" para reanudar los diálogos sobre el muro. Si fracasan, habría un nuevo cierre y ello sería imperdonable para Trump.
Mientras tanto, la gente se pregunta por qué no terminan por hacerse públicos los documentos de altos agentes de la CIA y el FBI del régimn de Obama. en los que abiertamente se conspiraba para evitar que Donald Trump llegue a la Presidencia de la República y para que, una vez posesionado, fracase en todos los frentes.
Si Julian Assange hablara y si los documentos aludidos salieran a la luz, otro sería el tono de voz de los demócratas progresistas, cada vez más alineadas con la izquierda radical. En las últimas elecciones parciales ganaron la mayoría en la Cámara de Representantes. Pero por sus constantes declaraciones altisonantes, se diría que ya se han tomado el Senado y la Casa Blanca.
Pero el 2020, fecha de las nuevas elecciones presidenciales y legislativas, aún está distante.

Monday, January 14, 2019

HIPOCRESÍA EXECRABLE

Ahora la oposición demócrata "progresista", cuando parece agotada su imaginación anti Trump, pretende acusarlo de que no solo haber ganado las elecciones por "colusión" con Rusia sino de haber comenzado a gobernar como servidor de Putin.
Eso lo da a entender una maliciosa nota de primera página aparecida en el diario The New York Times, que se ha convertido en una especie de folletín divulgador de escándalos como los que se venden en los supermercados, siempre en contra de Trump.
En breve acápite que se acompaña a dicha nota, el Diario publica, en páginas interiores, que la acusación contra el Presidente no tiene sustento. Pero ya la calumnia se divulgó y la mayoría de los medios audiovisuales y escritos se hace eco y adelanta que es otra "prueba" de que Trump es inepto y que hay que echarlo del puesto.
Supuestamente el FBI sospechó a comienzos del régimen que Trump estaría trabajando para Putin por lo que inició investigaciones para clarificarlo. El FBI es agencia de inteligencia dependiente de la Presidencia por lo que es inconcebible que pudiese asumir semejante tarea acusatoria de traición contra su jefe y comandante en jefe  de las fuerzas armadas del país. 
En coincidencia con esta infame denuncia del NYT, la estación de TV FoxNews ofreció anoche una entrevista de Mark Levin al profesor Paul Kengor, especializado en la Guerra Fría, en la cual relata cómo hacia 1983, en momentos en que se planeaba la reelección del Presidente Ronald Reagan, el partido demócrata encabezado por Ted Kennedy conspiró con la URSS para impedirlo. 
Kennedy, que aspiraba a la Presidencia, contactó al jefe de inteligencia soviético y propuso a Andropov facilitarle una campaña en los Estados Unidos para desprestigiar a Reagan y acusarlo de hostilizar a la URSS a fin de boicotear los "fines pacíficos" de Moscú. Hay un documento auténtico de la oferta, transcrito en un libro de Knegor con traducción del ruso al inglés.
De este acto de traición de Ted Kennedy tan solo el Times de Londres y la BBC dieron cuenta, en tanto que todos los medios en Estados Unidos lo callaron. En la entrevista también se relata como Franklin D. Roosevelt cedió ante Stalin, tuvo como su consejero inmediato a un espía soviético que lo aseesoró incluso en Yalta y a otros altos funcionarios espías directos o indirectos.
La "gran prensa" fue siempre pro socialista y lo sigue siendo ahora con Trump, con la diferencia de que ahora simula aparecer anti rusa, anti Putin, cuando siempre fue lo contrario. Todo en busca de pretextos para tratar de disminuir y atacar a Trump. En el caso de la reelección de Reagan, la victoria la obtuvo en 49 de los 50 Estados, pese al bloqueo de la misma "gran prensa" hoy cerradamente anti Trump.
He aquí el video clip de la entrevista de Mark Levin.


Friday, January 11, 2019

TOZUDEZ IMPERDONABLE

La oposición del partido demócrata, desconcertada y desorientada ante los logros del gobierno de dos años del Presidente Trump, está llegando a extremos de insensatez, esta vez cuando está tratando de impedirle que cumpla con el mandato constitucional de garantizar la seguridad de fronteras.
La economía próspera de los Estados Unidos ha sido un atractivo para que la gente de todo el mundo intente inmigrar, atraída además por su sistema de libertad. Pero es mucho más intensa la atracción de quienes habitan al Sur del Río Grande en países mal gobernados y corruptos y por ende pobres.
La inmigración ha sido siempre bienvenida en los Estados Unidos, pero sujeta a regulaciones de ingreso. En realidad, no hay otra nación más generosa ni hospitalaria ni con más amplia diversidad de inmigrantes. Lo que nunca se aceptó ni aceptará es la inmigración indiscriminada e ilegal.
El problema se agudiza en la frontera sur con México, de más de 3.100 kilómetros de extensión. Si bien hay ríos, montañas y otros obstáculos geográficos existen espacios de fácil acceso, difíciles de vigilar y por los cuales se filtran centenares de miles de ilegales no solo de México sino de otros países latino americanos y de otros continentes.
Las leyes de inmigración son aquí defectuosas y obsoletas. Los traficantes llamados coyotes las explotan. Engañan a los potenciales migrantes y por sumas de hasta 10.000 dólares les garantizan el ingreso a los Estados Unidos sin visado. Les adiestran para que pidan asilo político. La ley les faculta entonces el ingreso condicionado y a que se presenten ante un juez meses más tarde. Por excepción lo hacen.
Se calcula que hay veinte o más millones de ilegales que entraron en esas condiciones, o con visas de turismo que han vencido, o que cruzaron la frontera sin ser avistados. A ellos se suman los menores de edad o los hijos de ilegales nacidos aquí y que automáticamente reciben la ciudadanía, en uso de un derecho que se aplicaba a los negros en el siglo XIX.
Los intentos por modificar y modernizar la ley inmigratoria han fracasado y el Presidente Trump quisiera lograrlo. Pero previamente considera como  prioridad garantizar la seguridad de la frontera sur. Porque por ella ingresan no solo quienes buscan mejores condiciones de vida con empleo o escapando a la violencia, sino traficantes de drogas y terroristas.
En su discurso a la Nación dado desde la Oficina Oval el martes pasado, el Presidente Trump afirmó que "en los dos últimos años agentes de ICE (Policía de Inmigración y Aduanas) arrestaron a 266.000 extranjeros con antecedentes penales, condenados por 100.000 agresiones, 30.000 delitos sexuales y 4.000 homicidios violentos".
Los demócratas, ahora dirigida por una septuagenaria en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que no logra liberarse del influjo socialista marxista que encabeza Alexandra Ocasio Cortes, de 29 años, tienen como su sola y obsesiva meta bloquear a Trump en todo. Éste demanda 5.700 millones de dólares para continuar la construcción de un muro en la frontera y Peolosi dice que no le dará ni un dólar.
La construcción del muro fue aprobada en el 2006, pero sin suficientes fondos, entre otros por Pelosi, Obama, Hillary Clinton y en el 2013 fue ratificada bipartidistamente con asignación de más de 20.000 millones de dólares. Mas el dinero no ha fluido  y ahora esos legisladores dicen que el muro no es necesario, que bastan los drones. (Con drones solo caben fotografías o señales de radio en tiempo propicio, pero no modos de impedir el tránsito de migrantes...a menos que los drones estén armados)
Mientras tanto, el gobierno está parcialmente paralizado por falta de fondos fiscales. La Cámara de Representantes, ahora dominada por los demócratas, aprobó proyectos para financiar varias agencias cerradas, dejando pendiente la relativa al muro. Ese paquete no fue admitido por el Senado, porque el Presidente advirtió que lo vetaría.
En una última reunión con los legisladores, Trump preguntó a Pelosi y a Shumer, el líder demócrata del Senado, que si aprobaba el paquete estarían ellos dispuestos a discutir el financiamiento del muro. La respuesta fue negativa, por lo cual el mandatario se levantó y salió de la sala porque seguir hablando, dijo, "sería una pérdida de tiempo".
Al parecer la sola alternativa a la tozudez de los demócratas sería una declaratoria de emergencia por seguridad nacional, a fin de tomar fondos militares reservados para ese fin para continuar con la construcción del muro. Hasta que lleguen tiempos mejores en el 2020, cuando se reelija a Trump y los republicanos recuperen el control de la Cámara de Representantes, fuente de creación de ingresos.