Monday, January 22, 2018

ABSURDOS EXTREMOS

Donald J. Trump cumplió su primer año de gobierno republicano con logros realmente espectaculares en lo político y económico, pero los demócratas intentaron boicotear la celebración con un bloqueo de fondos fiscales para la administración, que duró tres días. 
Fracasadas todas las demás estratagemas para invalidar su gestión, ahora se valieron del pretexto de ligar la aprobación del Presupuesto con alguna ley del Congreso para conceder la amnistía a los llamados “dreamers” o soñadores, que son los menores de edad que con sus padres ingresaron a este país ilegalmente. 
Obama debió deportarles a unos y otros pero los amparó con el DACA, un decreto ejecutivo inconstitucional que prolonga indebidamentre su estada ilegal en el país. Trump suspendió ese recurso y pidió al Congreso que estudie alguna manera de ayudar a esa gente a que inicie un proceso de naturalización sujetándose a las normas jurídicas.
Los demócratas buscan acelerar los trámites y prolongar el DACA con una opción rápida de ciudadanía para los dreamers. Dicen que lo hacen por compasión, pero en realidad es para engrosar el número de votantes de su partido. Los protegidos de Obama suman unos 800.000, pero se dice que en espera hay más de tres millones. 
La actitud de Trump ha sido firme pero distorsionada por los medios en su mayoría entregados a la causa demócrata. Si bien él concuerda por razones humanitarias en evitar una deportación masiva de dreamers y sus padres, se opone a todo tipo de amnistía, pidiendo además que se supriman las loterías de visas y el otorgamiento de visas a parientes de naturalizados (chain immigration). 
La aprobación de la proforma presupuestaria por 8 trillones de dólares nada tenía ni tiene que ver con el DACA. Pero los demócratas paralizaron  al gobierno por tres días, a los empleados federales y a los militares, por defender a 800.000 o más individuos que entraron al país violando sus leyes, cuya vigencia precisamente están encargados de vigilar el gobierno y los militares.
La acusación inicial de que Trump nada quería del DACA es falsa como es falsa la mayoría de acusaciones en su contra. Desde el comienzo pidió al Congreso que legisle para fijar una camino hacia la legalización de los dreamers, que garantice eso si que el fenómeno no se repetirá en el futuro, para lo cual exige fondos para concluir el muro fronterizo con México, aprobado por los legisladores en el 2006. 
Insistió en que un asunto es el presupuesto, otro el DACA y que éste debe seguir siendo estudiado hasta el 18 de marzo, en que caduca la extensión condicionada. Incluso cuando los republicanos, en medio de los diálogos, incluyeron el tema de asignar recursos por seis años (para el cuasi extinto Obamacare) para el cuidado de salud de los niños, dijeron no y prefirieron el “cierre” del gobierno.
La mayoría de medios echó la culpa del cierre a la “total falta” de liderazgo y talento negociador del Presidente, acompañando sus críticas con encuestas demostrativas de que si bien la economía y el optimismo están en auge, Trump recibe el porcentaje de popularidad más bajo de toda la historia. 
Pero al parecer la realidad es distinta y esta tarde el Senado (compuesto por 51 republicanos y 49 demócratas) decidió por 88 a 18 votos  que el “cierre” no era popular y optó por reabrir las arcas fiscales al gobierno. Lo aprobado hoy fue idéntico a lo rechazado el viernes: se aprueba primero el Presupuesto, luego se lidia con DACA y temas de inmigración conexos.
En las calles de muchas ciudades de los 50 Estados, mientras tanto, las mujeres, potenciales portadoras de la vida, salieron a gritar vivas a la resolución de la Corte Suprema de Justicia de 1973 que legalizó el aborto. Desde entonces unos 60 millones de seres humanos han sidos sacrificados “legalmente” en contradicción con la moral, la Constitución de la República y la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de 1776.
Esa explosión de regocijo por la Decisión Roe v Wade era explosión igual de odio hacia Trump, que se convirtió en el primer Presidente de los Estados Unidos en 45 años en hablar públicamente en contra del aborto, sin subterfugios ni circunloquios, con la claridad y transparencia que le caracterizan.    
Trump, tan pronto se posesionó de la presidencia, eliminó los subsidios a los abortos en el exterior y se halla empeñado en cortar asignaciones fiscales a instituciones aborteras como Planned Parenthood, creadas en el auge de la eugenesia pro nazi para reducir la natalidad de las “razas inferiores” como la negra y de tez morena en este país.
La resolución Roe v Wade dejó supeditada la aplicación del derecho de la mujer a abortar, a que se determine si el nonato o feto puede considerarse un ser humano o persona protegida en su derecho a la vida por la Constitución y las leyes. La respuesta está dada, pero ningún Congreso se ha preocupado de especificarlo de conformidad con la Enmienda 14 de la Constitución.
Si el feto no es un ser humano ¿podría esperarse que la madre de a luz un conejo o un delfín? Pero si es un ser humano y a ella  se le permite que disponga a su antojo de su suerte y de su vida, entonces es similar el feto a un esclavo según así lo determinó la Corte Suprema de Justicia en el caso  Dred Scott en 1856, cuando una familia con esclavos se mudó de un Estado esclavista a otro que no lo era.
“El esclavo negro no es una persona, es un artículo de propiedad de su dueño y de él depende qué destino darle”, falló la Suprema de entonces. Al menos la Suprema del aborto dejó un resquicio de duda al pretender que en 1973 no había certeza sobre si la persona nacida del vientre materno, era persona también en el interior del útero de su madre.

No comments: