Tuesday, June 27, 2017

LA MENTIRA SE VAPORIZA

Han transcurrido dos años del lanzamiento de la candidatura de Donald J. Trump a la Presidencia y casi seis meses desde que gobierna y todos los ataques de sus opositores, desde el inicio, se han basado en mentiras. Ese muro pestilente que se erigió con el apoyo de los medios comienza a hacerse añicos.
La Corte Suprema de Justicia, por decisión unánime de sus nueve jueces, calificó tácitamente de incompetentes a los magistrados de cortes de grado inferior, que vetaron la decisión constitucional de Trump de negar de modo temporal el acceso de ciudadanos de seis países acusados por Obama de promover el terrorismo. 
La veda temporal obedecía a la incapacidad de verificar el escrutinio de los datos de la gente que quería emigrar o llegar como refugiada de esos seis países, hasta que se perfeccionen los métodos. El bloqueo a su decisión la hicieron los jueces en base a criterios no legales sino puramente politico partidistas, anti Trump.
La peor mentira fraguada por del partido demócrata y aceptada por ciertos líderes del propio GOP, es la supuesta “colusión” de Trump con Putin en las pasadas elecciones para perjudicar a la demócrata Hillary Clinton en favor del multibillonario republicano. El “escándalo” saltó solo a partir del 8 de noviembre, cuando se confirmó que Hillary fue derrotada.
Los demócratas no lo pudieron creer por lo que armaron toda una trama para decir que Hillary perdió porque los rusos interfirieron en los comicios en favor de Trump. Nunca pudieron exhibir una prueba, pero lograron que el Fiscal General Jeff Sessions se eximiera de conocer el caso y que se nombre un Investigador Independiente para que lo haga.
El Investigador, Robert Mueller, ex-Director del FBI, no tiene fama de funcionario independiente, pero según las leyes puede contratar abogados sin límite, peritos en huzmear y hallar víctimas. No hay plazo ni tope de gasto para su “cacería de brujas”, calculándose que hasta fines de año habrá gastado unos 100 millones de dólares.
Trump despidió al Director del FBI, James Comey, porque se negó a hacer público lo que le dijo en privado en tres ocasiones: que él, Trump, no era investigado por el supuesto caso de colusión con los rusos. Mencionó este hecho en carta en la que le anunciaba su cancelación. Comey, molesto, filtró al diario The New York Times que tenía memos con la transcripción de sus diálogos con Trump.
“Cuídate”, pareció decirle Trump, “porque puede haber grabaciones en la Casa Blanca de lo que conversamos...” Fue una jugada genial pues Comie  se vio obligado a admitir, inclusive ante el Senado que si, que en verdad, contra Trump no había investigación alguna sobre la colusión rusa por falta de...pruebas.
El caso debió haber terminado ahí, pero continuó con la acusación de que Trump obstruyó la investigación. ¿Investigación de qué si no hubo colusión? El propio Comie declaró que Trump quería que el asunto culmine hasta aclararse, ya no en torno a él, lo cual quedaba descartado, sino sobre algún colaborador, si se comprobare.
Mas la fantasía rusa ha tomado otro giro que podría pasar de cantinflesca a penal. Uno de los diarios más anti Trump, The Washington Post,  reveló que Obama había recibido de las agencias de inteligencia informes en agosto pasado de que los rusos estaban hackeando las elecciones del 2016. Y que no adoptó ninguna medida de seguridad para impedirlo, como manda la Constitución.
Se sabe que la CIA y el FBI advirtieron al GOP y a los demócratas de este peligro, ofreciendo su asesoría para blindar sus computadoras. El GOP lo hizo, los demos se negaron, acaso para evitar que salgan a luz los emails con los cuales buscaban sabotear la candidatura de Bernie Sanders, rival en las primarias de Hillary Clinton. Los emails del DNC aparecieron (cortesía de Podesta) en WikiLeaks. Ninguno hubo del GOP.
Aparte del Investigador Especial, hay comités de investigación en las dos cámaras del Congreso. El comité del Senado ha pedido la comparecencia de la ex Fiscal Loretta Lynch para que explique por qué intentó bloquear la investigación contra Hillary Clinton por el caso emails, como así lo denunció el propio Comey en el Comité.
También se quiere indagar si hubo intercambio de emails entre Lynch y la líder del partido demócrata de entonces, Debbie Wasserman Schultz, sobre el caso Hillary, a quien el ex-Director del FBI Comey exculpó sin tener autoridad para ello. Si se comprueba que hubo esa “colusión”, Loretta Lynch podría ir a la cárcel por cinco o diez años por el delito mayor de obstrucción de la justicia. 
Para colmo de males de la triste historia rusa de los demos, el Congreso podría, como corolario de la investigación, llamar al Presidente Obama para que explique cuándo recibió la información de la intervención rusa, de quién la recibió y por qué no actuó en defensa del país, como juró hacerlo al posesionarse por dos veces como su Presidente.
Las mentiras contra Trump se desvanecen, al tiempo que brotan verdades que reflejan el auténtico espírirtu de los demócrata/progresistas que con la sucesora de Barack Obama, Hillary Clinton, pretendían perpetuarse en el poder para continuar en el proceso de abolición del sistema democrático, tal como fue concebido por sus Fundadores en 1776.

(A propósito de tácticas para destruir los sistemas capitalistas, sobre todo en estructuras endebles como la de Venezuela, es interesante el análisis que publica el diario El Nuevo Herald acerca de cómo se destruyó ese país por influjo de las FARC, en contubernio con Hugo Chávez. Ecuador va por igual camino. Rafael Correa imitó a Chávez, que imitó a los Castro y delegó el poder a Lenín Moreno, que imita a Correa, a los Castros y que acaba de respaldar a Maduro en la OEA)


Alianza con las FARC terminó convirtiendo a Venezuela en un narcoestado


Un soldado colombiano camina entre paquetes de marihuana tras un decomiso, en una imagen del 2014 en Cali.
Un soldado colombiano camina entre paquetes de marihuana tras un decomiso, en una imagen del 2014 en Cali. LUIS ROBAYO AFP/Getty Images
El fallecido presidente venezolano Hugo Chávez quería ver a las FARC triunfar y autorizó el libre transito de drogas por el país para ayudar a financiar a los rebeles. Pero la estrategia desarrolló un efecto contrario, y en vez de impulsar al movimiento guerrillero colombiano a llegar al poder a través de las armas, fue el narcotráfico el que terminó apoderándose del Estado en Venezuela.
Un informe presentado el lunes en Washington por el American Enterprise Institute reveló que en Venezuela impera un narcoestado, en el que elementos del gobierno nacional administran y respaldan operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, respaldo a los movimientos guerrilleros y de corrupción.
Es una perversa situación que está destruyendo a Venezuela y que se mantiene ahora bajo la dirección de Nicolás Maduro en la presidencia, dijo el senador federal Marco Rubio al inaugurar la ceremonia de presentación del informe “El Combate de las Organizaciones Transnacionales del Crimen Organizado en las Américas”.
“Nosotros vemos al gobierno de Maduro no sólo como una dictadura, sino también como una organización criminal”, manifestó Rubio.
Sin embargo, la relación entre el narcotráfico y el Estado de Venezuela tiene sus orígenes unos 12 años atrás, durante el gobierno de Chávez, resaltó el informe presentado por Roger Noriega, ex secretario de Estado adjunto para el Hemisferio Occidental.
Según el informe, Venezuela siempre fue un pasillo natural para las exportaciones de cocaína provenientes de Colombia hacia Europa y Estados Unidos.
Pero “ese tráfico explotó a finales del 2005 cuando Chávez decidió intensificar el respaldo de su régimen a la guerrilla, convirtiendo a Venezuela en un importante centro de distribución para la cocaína producida por las FARC y por otros grupos de narcotraficantes”, indica el informe.
El documento de 64 páginas cita el testimonio de un desertor chavista quien dijo a las autoridades estadounidenses que estuvo presente en una reunión clandestina realizada en el estado Barinas.
En esa reunión, “Chávez personalmente comprometió millones de las arcas de PDVSA [la estatal petrolera venezolana] a los comandantes de las FARC para financiar sus operaciones ofensivas contra el gobierno del presidente Álvaro Uribe”, resalta el estudio.
La motivación de Chávez era principalmente política, indica el estudio, pero la decisión terminó desvirtuando la naturaleza de su movimiento.
“Al asumir un papel directo en las operaciones de comercialización de drogas de la cocaína de las FARC, convirtió su gobierno en un emprendimiento criminal. En ese período, los líderes chavistas de más alto nivel comenzaron a estar más interesados en el mantenimiento de estas operaciones lucrativas de corrupción que en gobernar o en administrar la economía”, afirma el documento.
Una década después, Venezuela terminó convirtiéndose en una gran máquina de lavado de dinero, corrupción y narcotráfico, donde funcionarios gubernamentales usan las entidades de gobierno para sus operaciones delictivas.
Las operaciones estatales de narcotráfico utilizan instalaciones, personal y equipos militares para facilitar el transporte de drogas desde Bolivia, Colombia y Ecuador a el Caribe y Centroamérica, para llegar finalmente a México, Estados Unidos y Europa, según el informe.
Según estimaciones oficiales, cerca de 200 toneladas métricas de cocaína pasan por Venezuela anualmente, y cerca de dos tercios de ese total va destino a Estados Unidos, señaló el documento.
Son miles de millones de dólares los generados en Venezuela a través de la desenfrenada corrupción y narcotráfico, que han terminado bajo la administración de una amplia base de testaferros.
Según el estudio, montos significativos de ese dinero se colocaron en bonos denominados en dólares de PDVSA, en bienes raíces, bonos negociables, depósitos bancarios en efectivos y empresas compradas en el exterior.
“Muchos de estos activos están en Estados Unidos o están depositados en cuentas denominadas en dólares, lo cual hace que puedan ser sometidos a medidas legales”, resalta el informe.
“La DEA [la Dirección Antinarcóticos de Estados Unidos] y fiscales federales en media docena de jurisdicciones han invertido recursos financieros sustanciales en investigar los casos judiciales contra estos individuos”, expresa el documento.
El estudio hace un recuento de los casos más sonados abiertos en Estados Unidos contra altos funcionarios del chavismo, resumiendo la situación con los sobrinos de la pareja presidencial, quienes fueron arrestados por intentar colocar 800 kilogramos de cocaína en Estados Unidos.
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, ha catalogado de inconstitucional algunas de las decisiones del Tribunal Supremo que favorecen al régimen de Nicolás Maduro y ha denunciado los abusos de las fuerzas militares. Ortega, aliada fiel de Hugo Chávez, es ahora considerada una amenaza para Maduro y el chavismo. 
Justin Azpiazu/Johanna Álvarez elNuevoHerald.com
También hace mención de los casos presentados contra altos oficiales de las fuerzas armadas venezolanas y la inclusión en la lista negra del Departamento del Tesoro del vicepresidente venezolano Tareck El Aissami, y de su presunto testaferro, Samark López.
Al realizar el anuncio, el Departamento del Tesoro indicó que El Aissami es un importante operador del narcotráfico internacional. Las autoridades estiman que su fortuna personal supera los $3,000 millones.
El informe también cita el caso de Diosdado Cabello, ex presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, quien ha sido identificado por ex funcionarios del chavismo como el máximo jefe del Cartel de Los Soles, la organización de droga operada por militares que controla gran parte del narcotráfico en Venezuela.

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