Tuesday, January 3, 2017

OBAMA, PEOR QUE NUNCA

Está confirmado que Obama no ha  tenido las cualidades suficientes que muchos creían que tenía para gobernar esta nación. La mayoría de los ciudadanos de toda etnia y tendencia votó por él, un mulato, no solo una sino dos veces, con la ilusa esperanza de que uniría más al país.
Lo que hizo fue lo opuesto y lo que está haciendo recientemente para  obstruir y tratar de desligitimizar al Presidente entrante, Donald J. Trump, confirman su falta de clase. A Trump le prometió cooperar para que la transición fuese fluída, sin tropiezos, pero mintió tal como lo ha hecho muchas veces en su administración.
El primer golpe traicionero fue no vetar en el Consejo de Seguridad de las Naciones la condena al asentamiento en territorio judío de ciudadanos judíos. Con ello Obama se puso del lado de los palestinos terroristas que se oponen a la teoría de la paz basada en dos Estados contiguos. Los palestinos quieren solo su Estado, con la extinción de Israel.
La derrota de Hillary Clinton, que Obama apoyó con la esperanza de que protegiera su legado “progresista”, fue aplastante para él y sus seguidores. No se explican aún por qué ocurrió y siguen forjándose ideas y maniobras para buscar la anulación de su elección, en casos extremos, o restarle legitimidad, en otros.
Primero quisieron forzar a los miembros del Colegio Electoral a que voten en cada Estado no por quien tuvo mayoría de votos, sino por Hillary y el intento falló de modo ridículo. Igual suerte tuvo la idea de debilitar la legitimidad de la victoria de Trump, porque Hillary obtuvo más votos en el conteo nacional pero menos en el Colegio Electoral. Y así de frustrado fue el reconteo de votos en tres Estados.
Obama y los demo/progresistas son insistentes. Cuando parecía que ya se había esfumado el tema de que los rusos (y Putin personalmente) habían intervenido en las elecciones para favorecer a Trump, el Presidente lo resucitó y ahora los demos quieren convertirlo en el principal “caballo de batalla” anti Trump.
Para justificarlo, Obama ordenó a la CIA que prepare un documento de 13 páginas probatorias del hacking, piratería o espionaje de los rusos para desestabilizar “la más pura” democracia del mundo, debilitar la candidatura de Hillary (cuya tesis de grado la hizo sobre el marxista Saul Alinsky) y para favorecer al “kamarada” Trump.
Ese informe es un galimatías que nada deja en claro. ¿En que consistió el “sabotaje” ruso? Cualquiera se imagina que Putin, ex jefe de la KGB de la URSS, habría tramado alguna inteligente maniobra cibernética para que las computadoras cliqueen Trump en lugar de Hillary al momento de votar, o el secuestro o muerte de gente clave, o sobornos o algo siniestro por el estilo. 
Nada de eso ha ocurrido. La “cosa terrible” que habría hecho Putin es entregar a Julian Assange, el refugiado de WikiLeaks en la embajada del Ecuador en Londres, un cúmulo de emails de Hillary y John Podesta, jefe de su campaña electoral, para que los divulgue y revele la corrupción del DNC, Comité del Partido Demócrata.
Los defensores de la “democracia más pura” deberían estar gratos con Putin si en verdad él ordenó la entrega a Assange de esos emails. Cuando se fundó esta nación en el Siglo XIX, sus creadores temían mucho que las “facciones”, o sea las agrupaciones político partidistas, pudieran perjudicar a la naciente democracia en su lucha por el poder con métodos errados.
Es lo que estaba ocurriendo con los demócratas, revelado por los emails. Con ellos se confirmó la corrupción de los Clinton y su Fundación, la complicidad bochornosa de los medios de comunicación con ese partido y su candidata, las tejes y manejes para bloquear el avance del opositor Sanders. Ningún email fue fraudulento. Y tanto, que algunos dirigentes del partido renunciaron y algún periodista por lo menos fue amonestado.
¿Quién está libre de espiar? Los shuar lo hacen en la selva ecuatoriana, los negros lo hacían en el África para capturar otros negros para los traficantes blancos, Grecia, Roma, El Vaticano, virtualmente toda nación tiene su forma de espionaje más o menos sofisticado, según sean sus intereses y poder.
No siempre la motivación es militar, para la defensa o el ataque. Pueden existir razones económicas. Alexander Hamilton, a poco de iniciado como Secretario del Tesoro, creía que las 13 Colonias tenían un futuro económico basado no solo en la agricultura, como creía Jefferson, sino en la industrialización que nacía en Inglaterra. Propició entonces el espionaje de inventos y la seducción de gente experta.
Es ridículo sostener que Putin haya orquestado este hacking del que se lo acusa. Él lo niega, Assange lo niega, Trump es escéptico. Debe insistirse en el cuestionamiento: ¿cuál fue el daño causado por la divulgación de los emails? ¿Habría sido mejor para el votante entererase de ellos luego de depositar el voto? ¿Quién puede determinar el impacto que tuvo la divulgación en los comicios? ¿Habría perdido Trump sin ellos?
Putin ha calificado esta discusión como una “discusión de cocina”, por lo que al anuncio de la expulsión de Washington de 35 diplomáticos rusos en represalia, respondió con una invitación a los diplomáticos norteamericanos asignados en Moscú y a sus hijos a que se sumen a la celebración de la Navidad y Año Nuevo en el Kremlin. Eso se llama “clase”.
Lo saludable sería que de alguna manera el autor del hacking salga a la luz y eche por tierra toda la patraña de Obama, la CIA y los demócratas. Circula un video en el Internet de un ex agente de la CIA que se dice autor de la piratería (este BLOG lo publicó), pero no ha tenido resonancia entre los cuestionadores de Obama.
El próximo jueves Donald Trump se pronunciará sobre el tema, una vez que dialogue con los jefes de las agencias de seguridad encabezadas por la CIA. Esas agencias deberán ser reestructuradas, aunque no desaparecerán. Porque el espionaje existirá siempre para espiar no solo al enemigo, sino a países amigos, como lo ha hecho Obama con Angela Merkel, o Israel con los Estados Unidos en el pasado.

No comments: