Friday, April 6, 2007

¿CABE MÁS CONFUSIÓN CON CORREA?

Luego de la exposición de su Plan Económico y subsiguiente comentarios sobre el tema, uno comienza a dudar de la supuesta capacitación académica del presidente ecuatoriano Rafael Correa.
Su currículo nos enseña que estudió en Bélgica y los Estados Unidos y que en este último país obtuvo no cualquier título en Economía, sino un PhD. Ha sido, además, catedrático de esta materia por varios años en la universidad no oficial acaso más prestigiosa del Ecuador, la San Francisco de Quito.
La conferencia que dio en Guayaquil para anunciar su plan, reseñado por varios diarios y agencias noticiosas, no ilumina nada en concreto. Se limita a enumerar objetivos, pero no vías. Uno de sus colaboradores, jefe de planeación, aclara que “esos detalles” ya vendrán luego, en 3 o 4 semanas más.
La exposición fue, pues, retórica. Por lo mismo, antiacadémica y desde luego antípoda de lo que se espera de cualquier líder confiable de una nación que no tiene que ser –o acaso no debe ser- un economista graduado. Lo único que trasunta en su discurso es su inclinación hacia el fascismo estatista.
Dentro de sus términos vagos y generalizadores, aflora una doctrina orientada hacia una mayor intervención del Estado en las acciones de la comunidad, en la producción, generación de empleo, comercio, ahorro, inversión y reinversión. Se insiste en el criterio de que el capitalismo es malo y que el socialismo es lo único que redimirá a la población ecuatoriana.
Los métodos para alcanzar ese socialismo del siglo XXI, réplica del esquema de su mentor venezolano Hugo Chávez, se evitan de mencionar y se recalca que todo eso y mucho más será tarea de la asamblea constituyente que “por la voluntad popular” y suya, se convocará e instalará en corto plazo.
No obstante se le escapan a Correa algunas “perlas” intelectuales que revelan lo deleznable de sus conocimientos en economía y polìtica fiscal y monetaria. En Quito, Guayaquil y también en el Brasil junto a al presidente Lula ha dicho que aborrece de la dolarización en el Ecuador, pero que la conservará durante los “4” años que permanecerá en el poder.
No es lacónico en su comentario. Se extiende en señalar que la dolarización ha sido nociva para la economía ecuatoriana, que ha acentuado la explotación y la miseria de sus ciudadanos, pero que la mantendrá “porque así lo ha prometido durante la campaña”. Si él está convencido de que esa implantación es negativa para el país, lo responsable y honesto sería que la sustituya ipso facto por el sucre o por cualquier otra alternativa monetaria que considere mejor.
La dolarización se instituyó a raíz del desastroso manejo de la crisis bancaria por parte del presidente Mahuad. Lejos de castigar con la ley al o a los bancos que infringieron las reglas, los protegió con la falsa premisa de que lo contrario generaría una quiebra bancaria por el efecto dominó.
Entonces y ahora se sabía que el salvataje a los banqueros delincuentes fue un desastre que a la postre tuvieron que pagar los contribuyentes. Pero al menos la dolarización estabilizó las finanzas. Es verdad que no cumplió el objetivo central de servir como horma de hierro para disciplinar el gasto fiscal y las finanzas públicas en general, para lograr un equilibrio entre ingresos y egresos del fisco, contabilizados el gasto público y los impuestos a individuos, empresas, ventas y a las transacciones del comercio exterior.
Nada de eso se consiguió y lo único que hasta la fecha ha evitado el colapso es el aumento de los precios del petróleo y las remesas de esa pobre gente que se vio obligada a emigrar a otros lugares de idioma y costumbres distintas, pero con economías mejor organizadas y oportunidades de empleo.
Con Correa no hay perspectivas de que la situación mejore en cuanto al gasto y la disciplina fiscal. Peor aún, sus discursos incoherentes en torno al manejo de política monetaria y su insistencia en denigrar a la dolarización, podría agudizar las contradicciones y la incertidumbre. Mucho peor si las remesas de los inmigrantes declinan o los precios del petróleo decaen por ofertas de etanol y otras fuentes alternativas o nuevas ofertas petrolíferas y de refinación.
La obsesión de Correa, no obstante, es evitar toda crítica y toda oposición a su actitud dictatorial de gobernar, tanto en lo político como en lo económico. Ya lo manifestado con la aplicación de decretos leyes de emergencia, con los cuales está exento de someterse a concursos para la concesión de contratos para el reparto a su antojo de millones de dólares de los contribuyentes.
Sobre la moneda, tras reiterar por enésima vez que la dolarización es mala, ha dicho que la solución a futuro, que deja a opción de la Asamblea, es adoptar una moneda regional. Está pensando, por supuesto, en la moneda bolivariana de Chávez para abarcar a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua. Que lo proponga un colegial imberbe sería explicable, pero no si proviene de una PhD.
La moneda es un elemento de transacción. No crea riqueza ni estabilidad por si misma. Si asi fuere, preferible había sido que el Ecuador adopte una moneda más fuerte que el dólar a la época de Mahuad, como era y es la libra esterlina. O, en estos días, el euro. El euro, a propósito, no rige por una mera decisión política ilusoria, sino tras complejos y transparentes acuerdos de carácter económico unificador para la región.
Los integrantes de Unión Europea, antes la Comunidad Económica Europea que nació de la originaria Comunidad Económica del Carbón y el Acero, tienen como elemento aglutinador conceptos y regulaciones idénticas de mercado libre, de libre inversión, de sometimiento a reglas comunes sobre infracciones. La libre competencia entre asociados es la ulterior meta, aunque inicialmente se hayan fijado preferencias temporales para socios nuevos.
Lo que les ha unificado, en definitiva, es economías sólidas y liberales. Correa y Chávez proponen una unidad imposible de miseria, coartando no estimulando el libre comercio, la inversión y, en suma, capitalización. ¿Qué reservas de capital y de oportunidades existen entre los potenciales socios bolivarianos como para implantar una moneda única y común, en igualdad de condiciones entre si y ante la monedas fuertes como el dólar o el euro, que son fuertes porque son fuertes sus economías?
En Brasil Correa habló del Banco Sur de su mentor Chávez. Generó sonrisas de Lula y lecciones de economía elemental del canciller brasileño. No es proyecto consistente, le dijo. Pero el gobernante ecuatoriano, en otra demostración de su vacilante preparación académica, lucubró sobre el tema. Dijo que podría ser un banco alternativo o sustitutivo del Fondo Monetario Internacional o convertirse en un banco central regional o un banco de desarrollo “más útil” a la región o sea “menos explotador” que el BID o el BM.
De nuevo, si tales digresiones provinieran de párvulos de colegio, sería triste pero perdonable. Pero no si llegan de un economista graduado y en ejercicio de la presidencia de cualquier país, por tercermundista que fuere, sería algo más que triste e imperdonable. Lanzar al aire ideas sobre banca como si se tratara de las mismas especies optativas, es increíble.
El FMI, que tanto odio despierta en Correa y los suyos (y en Argentina o Venezuela) no es ni banco central ni es banco de desarrollo. Se creó que 1945 para estimular la expansión y el crecimiento internacional, luego de los desastres ocasionados por los regímenes nazi fascistas que acaban de ser derrotados bajo el liderazgo de los Estados Unidos.
Luego de las experiencias de la hiper inflación en la Alemania que precedió al estallido de la guerra, el FMI se propuso lograr el consenso para la estabilidad de los tipos de cambio, evitar las devaluaciones monetarias competitivas y propiciar la corrección adecuada de los problemas de balanza de pagos de un determinado país.
No es, como lo insinúa Correa y quienes piensan como él, una imposición del imperialismo yanqui para explotar a las naciones del tercer mundo. Ahora agrupa a 184 países y su propósito sigue siendo facilitar la producción y el comercio libre de bienes y servicios, como mecanismo óptimo para desterrar la pobreza planetaria.
Si se detectan problemas de balanza de pagos en un país se socio, se estudia las causas, se discuten las soluciones y éstas, previo consenso de las partes, se aplican algunas veces con ayuda financiera temporal del Fondo, a bajísimas tasas de interés. Ha funcionado bien y cuando ha habido tropiezos generalmente se han debido al incumplimiento del mejoramiento de las políticas fiscales que se acordaron por mutuo acuerdo.
Japón, una de las siete mayores potencias industriales del globo, fue asistido por el Fondo cuando se inclinó hacia el abismo financiero hace menos de un par de décadas. Salió parcialmente de la crisis y está en plena recuperación. Igual ha ocurrido en incontables casos, como México, el mismo Ecuador y naciones de la más diversa capacidad productiva y financiera.
El Banco Sur es una de las manías populistas de Chávez y está condenada al fracaso. No tiene sustento, como lo han dicho los brasileños. Ni en la formación del capital, ni en los fines ni en los procedimientos para alcanzarlos. Se halla en las nebulosas de las mentes tropicales que han tomado posesión de pueblos frustrados como los del Ecuador y Venezuela, Venezuela y Nicaragua.
Ecuador, por decisión de Correa y apoyo de una mayoría de ecuatorianos mal informados, quiere aislarse del FMI, del BID y del Banco Mundial, que están avalados y financiados por las principales economías del planeta. En su lugar, quiere adherirse a quimeras o a organismos como la OPEP.
También en Brasil Correa confirmó que el Ecuador volverá a integrar la OPEP. Lo hace en el mismo tono desafiante que utiliza cuando habla contra los Estados Unidos. Parece que para él, suprimir la base de control militar en Manta para el control de los narcotraficantes, repudiar el Tratado de Libre Comercio con el “imperio” y re afiliarse a la OPEP son tres actos de altísima dignidad nacional que igualmente pretenden demostrar su independencia de USA.
Ecuador dejó de ser socio de la OPEP con Sixto Durán por no poder pagar su cuota de alrededor de 3 millones de dólares. Correa odia a los ricos, pero busca concentrar poderes ahora y con la Constituyente para ser él el hombre más rico del Ecuador y disponer del dinero a sus anchas y sin control.
El pago de la cuota de OPEP, acaso con intereses, sería una brizna en su delirio de gasto. Cree que la OPEP, feliz por el reingreso, le va a ofrecer asistencia técnica y capital a raudales para que desarrolle la industria petrolera en el Ecuador. Se equivoca del medio a la mitad, pese a ser un PhD.
La OPEP es un cartel manipulado por los jeques árabes. Su propósito es vigilar que sus arcas siempre estén ahítas de petrodólares y para ello no vacilan en reunirse periódicamente en Viena para fijar a dedo la producción del crudo al alza o a la baja para controlar precios y mercado, en flagrante violación de las reglas de comercio internacional de la OIT.
A Correa no le gustan los monopolios de los capitalistas y con justa razón. Pero le gustan al parecer los monopolios o carteles de los jeques y sus aliados de Irán y Venezuela.
El vicepresidente de Correa, con ese nombre tan elocuente de Lenín Moreno, es otro parlanchín revolucionario. En una entrevista con Radio Quito ha dicho que quienes disienten con la convocatoria a asamblea constituyente “son las fuerzas viejas que se oponen a las nuevas propuestas”.
¿Qué hay de nuevo en las propuesta de Lenín y de Correa? Nada. Al contrario, es un esfuerzo por asirse de las manecillas del reloj para detenerlas, para congelarlas en el tiempo de la historia. El plan económico de Correa y sus fieles no tiende sino a perpetuar y ahondar la intervención estatal que ha paralizado al Ecuador.
Cuando habla de aumentar la oferta de energía, petrolera e hídrica, se cierra a la inversión extranjera. Petroecuador, la refinería estatal, las centrales de Paute y otras son ejemplo indeleble de la impericia del Estado para manejar empresas, ahora anegadas por la corrupción.
Petroecuador está en quiebra, Paute nunca completó los planes sucesivos y complementarios para la oferta de energía. Ahora se quiere construir otra refinería en Montecristi, junto al edificio de la Constituyente quizás o de la Casa de Alfaro. Pura demagogia, puro anti profesionalismo, anti academia.
En el más optimista de los casos ¿cuánto tiempo se requeriría para definir y construir las centrales hidroeléctricas, nuevas refinerías, nuevas exploraciones hidrocarburíferas y hasta que produzcan? No cuatro años, ciertamente. ¿Acaso 8 o más años, si se suprimen las licitaciones competitivas?
Los plazos no pueden ser más cortos pues si las sonrisas de Correa pueden convencer a muchos, no pueden sin embargo generar milagros. Pero qué tal si se da el hecho no milagroso ni improbable de que la Constituyente declare a Correa presidente vitalicio, como quería Simón Bolívar para si mismo?
De esa manera no importaría que las magnas obras correistas demoren 10, 100 o 1000 años. Él y las obras perduraría en el poder y la memoria para siempre.

1 comment:

Unknown said...

Estimado Santiago, te invitamos a participar en www.somosdemocracia.org un portal destinado a permitir que todos los ecuatorianos de manera particular u organizada participen con sus propuestas y comentarios en el desarrollo de la Asamblea Constituyente.



En www.somosdemocracia.org podrás crear tu blog, comentar las propuestas de otros ecuatorianos, conversar en chats, comentar las noticias de televisión (Ecuavisa, Teleamazonas) y participar de mesas de discusión



www.somosdemocracia.org es una iniciativa ciudadana, es gratuito, libre, transparente y es de todos!


Necesitamos tu apoyo, tu experiencia en el manejo y desarrollo de blogs es importante, no todos los ecuatorianos cuentan con tus habilidades, de ahi nuestra invitación, en www.somosdemocracia.org tu eres importante!


Actualmente hay mas de 50 ciudadanos que han creado sus espacios (blogs) y mas de 250 que constantemente opinan y debaten el tema de la asamblea.



Quedan todos cordialmente invitados, será un placer poder contar con su apoyo, participen en este deber cívico.



Si estas interesado en apoyar esta iniciativa ciudadana, lo puedes hacer, enviando esta noticia a todos tus amigos


Diego López Olivares



La democracia es tal, solo cuando participamos todos!!!