Sunday, January 22, 2012

¿GINGRICH PESIDENTE?

¿Por qué Newt Gingrich ganó en las primarias de South Carolina y con tan alto margen? Porque planteó escoger entre el estatismo que ha sido la tónica de gobierno de Obama y el rescate y consolidación del sistema de libre empresa y libre mercado que ha engrandecido a esta nación.

Newt, que triunfó con el 40% de los votos frente al 28% de su más cercano rival, Mitt Romney, dijo que él tenía la más clara propuesta para lograr la restauración de los principios sustantivos de este país y que su pasado de más de 40 años en la política como conservador era una garantía de que la pondría en efecto al llegar a la Casa Blanca en enero del 2013.

A Romney lo calificó de “moderado”, que en el lenguaje moderno significa aquí alguien que pretende contemporizar con el sector demócrata opuesto para supuestamente ganar adeptos entre los independientes. Eso es lo que hizo John McCain en las elecciones presidenciales del 2008 y perdió frente a Obama.

Para Newt, la situación a la que Obama ha llevado al país no permite vacilaciones ni circunloquios. El objetivo es impedir a Obama que se entronice cuatro años más, pues ello acabaría con todo lo excepcional que ha sido este país desde que se fundó hace más de 200 años.

La mayoría, acaso el 80% de ciudadanos, rechaza la tendencia hacia el socialismo estilo europeo de Obama. Así lo demostró con las elecciones de noviembre del 2010, cuando los republicanos se impusieron de manera contundente en la selección de legisladores, gobernadores y otros cargos de votación popular.

A lo que se opusieron, razona Newt, es al excesivo gasto público que elevó en 3.5 trillones de dólares la deuda pública para un total de 16 trillones, cifra que es mayor que el total de la riqueza nacional. Simultáneamente incrementó las regulaciones y obstrucciones a la inversión privada, lo que redujo el empleo a casi el 9% y al doble entre los negros.

Para contrarrestar el desempleo lo que Obama hizo es generar más deuda con más dinero fiscal para “food stamps” o subsidio para alimentos y exteder a 99 semanas las pensiones por desempleo. Esto llevó a Newt a asegurar que Obama es el “Food Stamp” President, que agrava la dependencia de las dádivas fiscales, sin solucionar el desempleo.

¿Qué es preferible? preguntó Newt en un foro: ser un presidente campeón de los “food stamps” o un presidente campeón de los “pay checks”, o sea los salarios pagados por trabajo cumplido. Alguien sugirió que Newt hacía alusiones racistas negativas, en la suposición de que los receptores de “food stamps” son negros en su mayoría. Pero las estadísticas demuestran lo contrario: son los blancos.

La posición de Gingrich sobre la alternativa de estilo y filosofía de gobierno es crucial, dado que en los tiempos modernos ha arreciado la influencia de quienes creen que los problemas sociales de inequidad y pobreza se pueden y deben resolver con una mayor ingerencia del Estado.

Esta visión no es nueva. Es, más aún, tan vieja como la humanidad y siempre ha probado que fracasa. Brota del instinto primario de individuos acaso sinceros dolidos de los que no tienen, de los que sufren, de los débiles. Que quisieran que las diferencias desaparezcan erigiendo en la tierra un reino de armonía, paz e igualdad perpetuas.

Son los utopistas, cuyo nombre deriva de la Utopía de Thomas More y que se enlazan con la República de Platón, el Leviatán de Thomas Hobbes o más recientemente con el Manifiesto Comunista de Carlos Marx. Los esfuerzos por concentrar el reparto de felicidad desde un gobierno de iluminados, han terminado siempre en corrupción y miseria.

Con la Revolución Francesa y el Terror, se pretendió imponer los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad de manera universal, pero ello resultó imposible. Libertad e igualdad no son valores equivalentes. Si prevalece la libertad, no se tiene igualdad y si se impone la igualdad, se pierde la libertad. Sin libertad ¿qué fraternidad es factible?

(En democracia, igualdad se entiende solo como igualdad de los ciudadanos ante la ley e igualdad de oportunidades sin discriminación. Toca a cada individuo desarrollar sus aptitudes en libertad y libre competencia, dentro del marco de la ley que evite abusos. Esta noción no conduce necesariamente a igualdad de resultados, el objetivo inalcanzable de los utopistas)

Los marxistas, socialistas y fascistas, todos de raíz utópica, hicieron caso omiso de esta realidad y precipitaron al mundo a dos guerras mundiales con millones de muertos, heridos y destrucción. Trataron de imponer la igualdad a sangre y fuego, controlando las economías desde el centro del gobierno, anulando la iniciativa privado y encarcelando o aniquilando a los que cuestionaron la utopías y su metodología.

La evidencia histórica no ha sido suficiente para que el pensamiento evolucione paralelamente. Persiste en muchos la utopía fascista/socialista, con distintos ribetes. En la Europa Occidental, no obstante la tragedia que se vivió con las dos grandes guerras, al término de la Segunda se extendió la obsesión estatista, reflejada en un estado de bienestar a costa de engrosar la deuda pública hasta el límite de la bancarrota de ahora.

Los europeos, presionados por los alemanes con una economía más resistente a la crisis, están conminados a rectificar o “morir” en términos de ser expulsados de la Unión Europea y la eurozona. La receta, con variantes, es liquidar al estado de bienestar, frenar el gasto y la deuda y permitir la libre inversión y el mercado de competencia.

Mientras los europeos buscan salir de esa crisis, Obama está llevando a los Estados Unidos a ese despeñadero. La deuda y el desempleo son sus mejores logros. Quiere ahondar la crisis con el Obamacare, que repudia la mayoría del pueblo. Ha resuelto bajar en 3.5 trillones el presupuesto de defensa cortando los programas de modernización de armas y equipos, reduciendo personal y eliminando la presencia militar en sitios estratégicos del globo.

No es eso lo que quiere la mayoría. Pero la minoría radical está en el poder con Obama y no le importa violar procedimientos y normas constitucionales para imponer su credo de destrucción del sistema. Newt ha interpretado bien esa ofensiva y quiere detener a la minoría antes de que sea tarde. Los republicanos de South Carolina lo respaldaron y lo mismo se espera en la siguiente contienda en Florida, el 31 de este mes.

Romney, un mormón en campaña presidencial desde que en el 2008 perdió la nominación frente a McCain, tiene mucho dinero pero no el don de la persuasión que tiene Newt. Y su pasado de vacilaciones frente a principios clave republicanos como el aborto, el matrimonio gay, la política de no más impuestos y menos influjo estatal en la vida ciudadana, flota en su contra y lo colocan como muy débil rival frentre a Obama.

Hay otros dos pre candidatos que continúan en la contienda. Ron Paul, que no es republicano sino libertario y Rick Santorum, miembro del Opus Dei. Paul quiere persistir, no para ganar sino para continuar divulgando su mensaje que apela sobre todo a los jóvenes y adolescentes, contra la guerra y la corrupción. En South Carolina quedó úlimo, con el 13% de los votos.

Santorum aspiraba a ganar esa elección, con el fuerte voto evangélico que esperaba con el respaldo en su favor de una convención evangélica en Texas. Solo consiguió el 17% pero no quiere retirarse, como Bachman, Perry y Huntsman, no obstante que sus posibilidades de triunfo son nulas en Florida y los restantes 46 estados.

Si se retirara, el beneficiario sería Gingrich. Los votos de Santorum son votos anti Romney y, por cierto, anti Obama. Retirado Santorum, es obvio suponer que sus seguidores votarían por Newt, agrandando las diferencias frente a Romney. Así ocurriría que un católico, como Newt, se impondría a un mormón. Y que si es nominado y derrota a Obama, se convertiría en el segundo católico en llegar a la Casa Blanca, luego de John F Kennedy.

Pero si la obstrucción de Santorum dificulta el avance de Newt, Romney sería el nominado. Y si éste, con la misma personalidad de McCain pierde frente a Obama, entonces un católico habría facilitado el triunfo de quien no se sabe bien si es cristiano o musulmán. Los que apoyan a Santorum ¿quieren correrse ese riesgo?

Es interesante la puesta en circulación en estos mismos días de la primaria republicana del último libro de Mark R.Levin, “Ameritopia”. El autor analiza con profundidad y sabiduría el problema del pensamiento utópico a lo largo de la historia, sustentándose en los autores antes citados y en otros como Adam Smith, John Locke, Charles Montesquieu, Alexis de Tocqueville.

Los interesados en leer la obra pueden adquirirla desde cualquier sitio del orbe vía e-book por Internet. Cuesta $12.99. Portentos de la tecnología...

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