Monday, July 29, 2019

LOS DEMOS SE QUEDAN SIN OXÍGENO

Los demócratas, que ahora se llaman "progresistas", ya no saben qué hacer para debilitar al Presidente Donald J. Trump, que irónicamente cobra cada vez más fuerza para ser reelegido con aplastante mayoría en las elecciones de noviembre del 2020.
Cuando la victoria del magnate de Manhattan les cayó como un mazazo en noviembre del 2016, pues todos ellos estaban listos a coronar a Hillary Clinton, lo primero que se les ocurrió es encontrar fraude en el conteo de votos con la pueril esperanza de anular los resultados.
Pero los primeros re conteos de votos más bien aumentaron las cifras en favor de Trump, por lo cual decidieron cortar de inmediato esa opción. Surgió otra, sugerida no se sabe por quién pero del todo descabellada: atribuir la derrota de Hillary a la supuesta intervención de Rusia comandada por Putin en favor del magnate.
Vladimir Putin, ex Director de la KGB, dejó de ser comunista y más bien defiende ahora valores identificados con la cultura judeo cristiana de Occidente siendo él un cristiano ruso ortodoxo practicante. Pero aún así es difícil aceptar que prefiriera a Trump antes que a Hillary (discípula de Saúl Alinsky, promotor del socialismo marxista) para la Presidencia.
Además, nunca los demos han llegado a explicar cómo pudo darse la intervención rusa en los comicios, cómo su influjo alteró los resultados en las mentes de los votantes o en los resultados de las urnas. Para colmo, tres semanas antes de los comicios del 2016, Obama aseguraba a los reporteros que hay absoluta seguridad de que no existía intervención ninguna en los comicios.
Los analistas dicen ahora que esa intervención pudo haberla de alguna manera, pero Obama la calló para no empañar en absoluto la victoria de Hillary que él y tantos otros como él daban por segura.  Esa versión cambió cuando varió la estrategia anti Trump. Luego de convenir en que hubo una supuesta colusión Putin/Trump contra Hillary se inició la trama para crear un crimen que jamás existió.
En base a un "dossier" falso financiado por Hillary con un agente británico, el FBI y la CIA del gobierno de Obama espiaron a Trump y su equipo, encarcelaron a varios colaboradores y gastaron unos 40 millones de dólares en una investigación que no logró ninguna evidencia de colusión. El jefe investigador, Bob Mueller presentó un informe en ese sentido y el jueves pasado estuvo siete horas ante el Congreso discutiéndolo.
Su presentación fue desastrosa y devastadora para los demócratas que esperaban que surgiera algo nuevo, es decir alguna evidencia no incluída en el reporte Mueller que revelara que Putin le regaló la Presidencia a Trump. Como no fue así, ahora anuncian que pedirán que se reúna un Jurado Inquisidor para que interrogue a los testigos que ya fueron interrogados por el equipo Mueller (y por tres otras comisiones).
Es una actitud infantil e infructuosa. El móvil es hallar una base para el "impeachment" o interpelación del Presidente y su ulterior destitución. La Constitución estipula que el "impeachment" se justifica por el delito de traición o crímenes graves. La Cámara de Representantes aprueba los artículos del Impeachment y los somete a consideración del Senado. Éste debe aceptarlos con los dos tercios de sus 100 miembros y adoptar una decisión en sesión que presida el Presidente de la Corte Suprema de Justicia.
Actualmente la Cámara de Representates tiene mayoría demócrata pero el Senado tiene mayoría republicana y es imposible pensar que 
su Presidente, Mitch McConnell, acepte siquiera someter a consideración la lectura de los capítulos del "Impeachment".
Una mayoría de demócratas en la Cámara de Representantes, no obstante, sigue clamando por la necesidad del "Impeachment" pese a que no hay evidencia de crimen. Llegan al absurdo de sugerir que haya un "impeachment" para iniciar una investigación en busca del crimen. El crimen está allí, dicen, en la obstrucción de la justicia.
Y la gente se pregunta: ¿obstrucción a qué? ¿A que Mueller realice su investigación y presente su informe o reporte? ¿Acaso no lo presentó y divulgó urbi et orbi y lo discutió el jueves ante el Congreso? Y aún si encontraren pretextos para llamar al "impeachment" ¿no comprenden que no pasaría en el Senado?
Parece que los demócratas progresistas y sus aliados de la gran prensa han perdido la capacidad de raciocinio. No de otro modo se explica la tozudez de su actitud, la insistencia en argüir en base a mentiras y distorsiones. Si no fuera por el eco que hallan en la mayoría de los medios, esa insistencia en la colusión de los rusos y en la obstrucción de la justicia sería cosa del pasado.
Pero no lo es. No habrá más remedio que esperar hasta noviembre del 2020 para dar por terminada de una vez por todas tanta insensatez.

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