Monday, March 30, 2015

ASÍ ESTÁ EL MUNDO


Marzo 30, 2015

ASÍ ESTÁ EL MUNDO HOY

Si el acuerdo secreto de Obama con el Ayatola para que Irán pueda continuar su plan de desarrollo de armas nucleares tambalea, según informan algunas agencias noticiosas, eso no le preocupa al huésped de la Casa Blanca. De todos modos tenía previsto recurrir a Naciones Unidas para ése y otros asuntos.
Quizás la probabilidad de que el acuerdo no se diera, le facilitaría y justificaría no tener que lidiar con un Congreso adverso de mayoría republicana. Así el organismo internacional con su Consejo de Seguridad pudieran hacer suya la doctrina de que la nuclearización de Irán es necesaria porque Israel ya lo es.
Obama sostuvo esa tesis aún antes de posesionarse del cargo en el 2009 y desde entonces su política exterior fue favorable a Irán y desfavorable a Israel. La situación se ha extremado al cabo de seis años de su gestión, al punto que nadie podría contradecir ahora la evidencia de que el influjo iraní se ha esparcido por la región y el mundo.
Si el acuerdo entre Obama y el Ayatola llega a firmarse de todos modos antes de que venza el plazo mañana, tendrá que ser ratificado por el Congreso y si recibe una negativa parcial o total, o si la sanciones no se levantan, el Presidente se sentiría liberado para poner la solución del entredicho en manos de las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad.
Esos organismos crearon los Aliados en 1945 tras derrotar a las fuerzas del Eje, con el objetivo quimérico de desterrar las guerras para siempre, con igual esperanza utópica de la Liga de las Naciones creadas luego de la I Guerra Mundial, en 1920. En uno y otro caso, la condición humana jamás dejó de ser tal  y, por ende, jamás las guerras han desaparecido.
Estados Unidos fue el principal promotor de Naciones Unidas en su calidad de la primera potencia del Mundo Libre. Ofreció albergue a la sede en Manhattan y contribuyó con el mayor porcentaje de fondos para su presupuesto. La única prerrogativa frente a los vencidos fue el derecho al veto de los Cinco Grandes en el Consejo Seguridad.
Pasados los años, no solo las guerras no desaparecieron sino que las N.U. paulatinamente se volvieron antinorteamericanas y anti Occidente. Si los asuntos se hubiesen resuelto por simple mayoría de votos en la Asamblea General o sin el Veto en el Consejo de Seguridad, ese organismo habría sido dominado por el comunismo, hasta unos años, o por los musulmanes, hoy. 
Las Naciones Unidas gozan del clima ideal para que Obama ventile allí sus rencillas con Israel y Netanyahu y para Irán pueda seguir raudo en su preopósito de aniquilar a la nación judía no solo con la cohetería convencial sino dotándola de cabezas nucleares. Con el vacío de poder de los Estados Unidos creadopor Obama, incluso el poder del Veto en el CS se ha desvanecido.
Mientras tanto, en el frente interno, todo se ha corroído con este régimen. Hay más gente que vive y se alimenta con subsidios del Estado que gente empleada. Los subsidiados reciben un promedio de 30 dólares por hora, conel dinero que reciben de los impuestos pagados por quienes trabajan con sueldos cuyo  salario promedio  es de 20 dólares por hora.
Los impuestos se han multiplicado para engrosar la burocracia y para proteger a esa masa parásita de subsidiados. Uno de los factores de mayor distorsión tributaria es el Obamacare, que los demócratas aprobaron sin un solo voto republicano y la oposición del 64% de la población. Los servicios privados de salud eran los mejores, de más amplia cobertura y más eficaces del mundo hasta  la estatización de Obama.
Un cuadro demostrativo de lo dicho se inserta a continuación:

Latest U.S. Statistical Map:

Make sure you read to the bottom...
 

Quite an eye opener!
pastedGraphic.pdf

These 11 States now have More People on Welfare than they do Employed! Last month, the Senate Budget Committee reports that in fiscal year 2014, between food stamps, housing support, child care, Medicaid and other benefits, the average U.S. Household below the poverty line received $168.00 a day in government support. What's the problem with that much support? Well, the median household income in America is just over $50,000,which averages out to $137.13 a day. 
To put it another way, being on welfare now pays the equivalent of $30.00 an hour for a 40-hour week, while the average job pays $20.00 an hour. 
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Furthermore:
 
There are actually two messages here. The first is very interesting, but the second is absolutely astounding - and explains a lot. A recent "Investor's Business Daily" article provided very interesting statistics from a survey by the United Nations International Health Organization. 


Percentage of men and women who survived a cancer five years after diagnosis:
 
U.S. 65%
England 46%
Canada 42%
 

Percentage of patients diagnosed with diabetes who received treatment within six months:
 
U.S. 93%
England 15%
Canada 43%
 

Percentage of seniors needing hip replacement who received it within six months:
 
U.S. 90%
England 15%
Canada 43% 


Percentage referred to a medical specialist who see one within one month:
 
U.S. 77%
England 40%
Canada 43% 

Number of MRI scanners (a prime diagnostic tool) per million people:
 
U.S. 71
England 14
Canada 18 


Percentage of seniors (65+), with low income, who say they are in "excellent health":
 
U.S. 12%
England 2%
Canada 6%

And now..for the last statistic:
 

Socialized Health Insurance?
 
U.S. NO
England YES
Canada YES
 

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Check the last set of statistics!! 


The percentage of each past president's cabinet... Who had worked in the private business sector...prior to their appointment to the cabinet. You know what the private business sector is; a real-life business...not a government job.
 

Here are the percentages.
 
T. Roosevelt...
  ....  38%
Taft.............................40%
Wilson ......................
  .  52%
Harding.......................49%
Coolidge......................48%
Hoover........................
  .  42%
F. Roosevelt.................50%
Truman........................50%
Eisenhower..................57%
Kennedy............30%
Johnson.......................47%
Nixon............................53%
Ford.............................42%
Carter................32%
Reagan........................56%
GH Bush......................51%
Clinton ..............39%
GW Bush.....................55%
 
Obama......8%
 

This helps explain the incompetence of this administration: ONLY 8% of them...have ever worked in private business!
  That's right!  Only eight percent---the least, by far, of the last 19 presidents!  And these people are trying to tell our big corporations...how to run their business? How can the president of a major nation and society...the one with the most successful economic system in world history, stand and talk about business...when he's never worked for one? Or about jobs...when he has never really had one? And, when it's the same for 92% of his senior staff and closest advisers?  They've spent most of their time in academia, government, and/or non-profit jobs.  Or...  As "community organizers." 
They should have been in an employment line. 

We'll NEVER see these facts...in the main stream media

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  And we still have 20 months to go. 
In case you didn't notice, Here is what happened on January 1, 2014:
  
Top Medicare tax went from 1.45% to 2.35%, an increase of 62 %
Top Income tax bracket went from 35% to 39.6%, an increase of 13 %
Top Income payroll tax went from 37.4% to 52.2%, an increase of 52 %
Capital Gains tax went from 15% to 28% an increase of 87 %
Dividends tax went from 15% to 39.6%, an increase of 164 %
Estate tax went from 0% to 55%, an increase of infinity . . .
Remember this fact: These taxes were all passed with only Democrat votes.  No Republicans voted for these taxes.
These taxes were all passed under the Affordable Care Act, aka Obamacare.

Thursday, March 26, 2015

ALLAHU AKBAR!!


O sea: Alá es Grande. Este es el grito que los musulmanes lanzan a voz en cuello antes de cometer actos de barbarie a nombre de Alá y de Mahoma, su profeta. Los seguidores de este credo estarán entonando encantados esa invocación, en estos tiempos en que Obama les ha facilitado expandirse como nunca antes en la historia.
Obama nunca disimuló sus simpatías por Irán, cuyo Ayatola basa su tiranía  teocrática en el islamismo más extremo. A poco de asumir su mando en el 2009, Barack Hussein Obama se alineó de inmediato con el régimen iraní al negar el más mínimo respaldo a un grupo rebelde que reclamaba alguna libertad en el Irán, que luego fue brutalmente reprimido.
No lo hizo, dijo en esa ocasión, por respeto a la soberanía iraní. Pero no tuvo empacho en enviar a su experto en elecciones a Israel para evitar que Benjamin Netanyahu sea reelecto Primer Ministro de Israel, ordenando el gasto de millones de dólares del fisco. Su odio a Netanyahu nació paralelo a su afecto por el Ayatola, en el 2009.
Desde luego el repudio de Obama hacia el premier israelí no es tan solo personal, es ideológico. Lo que detesta es a Israel y a la causa judía. Al parecer a los  norteamericanos y en general a Occidente se les hace difícil aceptar esta realidad, pero allí están los hechos. La última prueba es su obsesión por lograr un acuerdo para que Irán, enemigo de USA por excelencia, prosiga en su proyecto nuclear. 
En alguna conferencia o charla dada durante la campaña previa a su primera elección en el 2008, Obama sostuvo que no había equilibrio militar en el Medio Oriente, puesto que Israel tenía armas nucleares e Irán no. Con esa alusión, insinuó injustificadas las sanciones de Naciones Unidas para evitar que Irán se “nuclearice”.
Nunca Israel ha admitido que poseía armas nucleares, aunque era dable suponer que así sería dada su alta tecnología y la necesidad que tiene de estar eficientemente armado para contrarrestar la permanente agresión de los enemigos que le rodean por todos los flancos. Estados Unidos conocía ese secreto, por supuesto, pero lo mantenía en reserva.
Hasta ahora, que Obama lo acaba de hacer público. Se diría, al observar la actitud del actual huésped de la Casa Blanca, que Israel ha dejado de ser el mejor aliado de los Estados Unidos en esa región convulsionada, para ser reemplazado por Irán. La ruptura del secretismo perjudica a Israel, la firma de acuerdos en secreto, beneficia al Irán.
Dentro de esa perspectiva fue que Obama canjeó a cinco de los peores asesinos talibanes que estaban presos en Guantánamo, por un desertor. El soldado Bowe Bergdahl abandonó su campamento en Afganistán y se entregó al enemigo. Obama llamó a los padres del soldado a la Casa Blanca para anunciar en pública ceremonia la concertación del infame canje.
En un comienzo sus compañeros de armas creyeron que se había perdido en las inmediaciones del campamento, lo buscaron y algunos fueron muertos por el enemigo. Todos sabían que Bergdahl era un desertor. Pudo haber sido fusilado si era sorprendido como tal en el campo de batalla. Para Obama y su Asesora de Seguridad Nacional Susan Rice, Bergdahl es un héroe.
Un tribunal militar acaba de revisar el caso y ratifica lo que la mayoría presumía, que es desertor. Será juzgado por esa causa y por graves fallas de conducta, lo que podría significarle prisión de por vida. Ni Obama ni sus portavoces han opinado aún sobre el pronunciamiento militar, pero poco le importará.
Nada comentó cuando los militares le contradijeron sobre la masacre de Fort Hood, cuando un oficial musulmán al grito de Allahu Akbar mató a 13 de sus compañeros e hirió a varias decenas más. El gobierno se negó a calificar al acto como terrorista, reduciéndolo a “una acción violenta en un recinto de trabajo”. Los militares acaban de decir que era terrorismo y ello permitirá a los familiares de las víctimas algún alivio por compensación monetaria.
Las acciones terroristas islámicas no son acciones de musulmanes sino de “ideólogos del terror”, según las últimas piruetas verbales del actual jefe de la CIA, John Brennan, dichas en una entrevista con Chris Wallace en FoxNews. Insistió, como su jefe Obama, que el Isis/Isil se toma en vano el nombre del Islam para sembrar el terror y que cuando invocan a Alá para hacerlo en realidad lo hacen movidos por la “ideología del terror”.
Es un galimatías pueril que pretende ocultar lo que está a la vista de todos: respaldo al Islam más radical y expansionista encabezado por Irán. Isis/Isil no conjuga con el poder de Teherán. Por eso Obama no hizo intento real por liquidarlo. Ha esperado que en Irak gobierne un simpatizante de Irán y que éste ataque al Isis/Isil bajo la dirección de Irán, para intervenir.
Paralelamente a la develación del “secreto” atómico de Israel, el gobierno de Obama, por intermedio del jefe de Gabinete Denis McDonnough, acaba de amenazar a Israel a que renuncie a ocupar los territorios palestinos y a que retorne a los límites de 1967. Sería, como lo dice un historiador, como obligarle a Israel a encerrarse dentro de las vallas de un nuevo Auschwitz.
¿Quién mató a los 149 seres humanos que iban a bordo de la aeronave alemana filial de la Lufthansa, estrellada en los Alpes franceses? El fiscal francés se niega admitir que el copiloto que forzó al avión a precipitarse sea un terrorista. Pero lo era, sea o no islámico. Surgen sospechas sin embargo de que pudo haber sido musulmán. Como lo fueron los del 9/11 y aparentemente lo eran los que causarons las tragedias de las naves de Malaysia Air y Egipt Air.
Estos asesinatos colectivos no son inspirados por “la ideología del terror”, sino por Allahu Akbar y mientras mayor el número de víctimas, mayor la gloria de Alá. Si al piloto se le ocurría ir al baño cuando sobrevolaban grandes ciudades, la matanza habría sido peor. ¿Quién adiestró al copiloto Andreas Lubitz, de 28 años de edad, para este acto terrorista? ¿Dónde y cómo? Quizás algún día se sabrán las conexiones.

Tuesday, March 24, 2015

¿NUEVO EQUILIBRIO MUNDIAL?


El periodista Michael Goodwin, que sus buenas razones habrá tenido para dejar el The New YorK Times luego de siete años de servicio, dice en su último artículo (publicado en el New York Post) que por lo visto Barack Hussein Obama se ha propuesto no solo transformar radicalmente a los Estados Unidos, sino al mundo. 
Afirma que Obama primero las emprendió contra la banca y los sistemas de salud, luego politizó al IRS (agencia colectora de impuestos) y al Departamento de Justicia, espió a los periodistas, redujo y denigró a los militares, abrió las fronteras, duplicó la deuda pública (a 18 trillones de dólares) y estatizó el Internet.
Además, dice, miente al público, ignora (viola) la Constitución, inflama las relaciones raciales, invita a los latinos a combatir a los republicanos como al “enemigo”, abandona a nuestros aliados, cede ante los tiranos, adula a nuestros adversarios, manipula las Cruzadas para justificar la inacción frente a los asesinatos del terrorismo islámico en su avance por el Medio Oriente.
Y ahora arremete contra Israel. Él y otros autores coinciden en señalar que si Estados Unidos abandona a Israel, ello implicaría un cambio radical en las relaciones internacionales. Por desgracia eso es lo que está ocurriendo y no solo a raíz de los recientes incidentes entre Obama y Netanyahu, sino desde comienzos del régimen en el 2009.
Obama no ha podido ocultar sus preferencias por el Islam y su desagrado no solo por Netanyahu sino por la causa israelí. Lo ha expresado en  incontables ocasiones, gestos, acciones y discursos. Por ejemplo empleó muchos medios para impedir que su rival fuese reelecto en Israel, pero éste ganó con amplia mayoría.
En la campaña, Netanyahu dijo que si es reelecto continuaría vetando el negociar en pro de un Estado palestino y luego Obama y la corriente antisemita intepretaron tal afirmación como una negativa total a proseguir negociaciones de paz con los árabes. De nada sirvió que se aclarara que los diálogos se suspendieron porque la Autoridad Palestina se alió con Hamas, grupo terrorista financiado por Irán que busca la aniquilación de Israel.
Para Obama, lo dicho en campaña por Netanyahu es compensación grata a sus oídos por el fracaso del boicot eleccionario. No admite aclaraciones y ha dicho que así queda libre ahora para sancionar a Israel y hacer valer la imposición de un Estado Palestino, vía Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 
El proyecto ha sido vetado por los Estados Unidos tantas veces cuantas ha sido presentado ante el Consejo de Seguridad, porque implicaría ignorar los argumentos básicos para un acuerdo propuestos desde siempre por Israel: que el nuevo Estado reconozca el derecho de Israel a existir y a ser respetado y que, como garantía para ello, se desmillitarice.
Los diálogos de paz y los intentos de erigir un estado palestino han fracasado permanentemente por la negativa palestina de renunciar al terrorismo, desde los tiempos de Arafat. Las donaciones en dinero y materiales llegadas de todas partes del mundo (de Israel inclusive) se han invertido en adquirir armas y explosivos y en construir una red subterránea de túneles para atacar a Israel.
Cuando la Autoridad Palestina se alió a Hamas, milicia terrorista que arma y entrena el Irán, Netanyahu suspendió los diálogos de paz porque no conducían a ninguna paz. Obama, lejos de condenar a AP por los ataques que mataron a seres inocentes, no oculta ahora su beligerancia con Israel y su repaldo a Hamas y se apresta a firmar un acuerdo que favorece al Ayatola, amo y señor del Irán.
A Obama le faltan menos de dos años para marcharse de la Casa Blanca. Pero en ese lapso quiere completar su designio de quebrar las estructuras sobre las que se erigió esta república hace 240 años: libertad, democracia y un sistema de gobierno que las garantice mediante el equilibrio y contrapeso del poder en las tres ramas. 
La rama del Ejecutivo, en manos de Obama durante seis años, ha roto ese equilibrio republicano y ahora ese desequilibrio quiere catapultarlo más allá  de las fronteras, hacia el mundo exterior. El poder que tenían los Estados Unidos, por decisión de Obama se ha minimizado ante el silencio de las Fuerzas Armadas y la impotencia del Congreso Federal.
El poder desvanecido de la primera potencia del Mundo Libre tendrá que  ser sustituído por otro poder. Irán está en la mira, pues se irradia por el Medio Oriente, África, Asia, Sudamérica. Obama no ha querido frenar ese avance musulmán en Irak, Siria, Libia, Líbano, Yemén, Nigeria, Túnez y esa actitud fue una luz verde que permitió el fortalecimiento y avance en una primera etapa del Isis/Isil. Ahora el mando lo asumen el Irán y sus “guardias revolucionarias”.
En Europa la predominancia árabe/musulmana es notoria y culturalmente existe ya una actitud derrotista. En Venezuela y Argentina hay pruebas de que el Irán se ha infiltrado económica y militarmente e igual temor existe aquí en cuanto a las fronteras abiertas con México. No son los hispanos los que más atemorizan con su entrada ilegal: son los iraníes y otros musulmanes embozados, junto con los narcotraficantes de siempre, la verdadera causa de alarma.

Thursday, March 19, 2015

LA VERDAD SOBRE PALESTINA


Se trasnscribe a continuación un artículo de Alan M. Dershowitz, profesor de Harvard, que aclara cómo la Autoridad Palestina ha desechado oportunidades de formar un estado independiente con ofertas generosas de Israel. No lo ha hecho y en su lugar ha empleado la ayuda financiera internacional para fomentar el terorismo anti israelí. Netanyahu dijo en la campaña que le permitió ser reelegido que no discutirá la perspectiva de solución de dos estados paralelos. Hoy agrega que podrían reanudarse las conversaciones si las condiciones son propicias. O sea cuando AP se desarme y abandone el terrorismo. ¿Cuándo?
EL PAPEL DE LA AUTORIDAD PALESTINA
Por Alan M. Dershowitz
Quienes, en todo el mundo, están molestos por la victoria electoral del primer ministro Benjamín Netanyahu sobre la Unión Sionista deberían hacer responsable directo del giro israelí a la derecha a quien, en buena medida, lo es: la Autoridad Palestina.
En los últimos quince años, Israel ha ofrecido a los palestinos, al menos en dos ocasiones, soluciones extraordinariamente generosas para establecer dos Estados. La primera de ellas fue en 2000-2001, cuando Ehud Barak y Bill Clinton ofrecieron a los palestinos más del 90% de la Margen Occidental, toda la Franja de Gaza y una capital en Jerusalén. Yaser Arafat rechazó la oferta e inició una intifada en la que murieron cuatro mil personas. Esa herida autoinfligida por el líder de la AP contribuyó de forma extraordinaria al debilitamiento del sector israelí favorable a la paz, especialmente del Partido Laborista de Ehud Barak. La actual Unión Sionista, surgida del mismo, ha seguido acusando ese debilitamiento.
A su vez, Ehud Olmert ofreció a los palestinos, en 2007, unas condiciones aún más favorables, a las que Mahmud Abás no respondió afirmativamente. Ese fracaso contribuyó también al debilitamiento del centro-izquierda israelí y al fortalecimiento de la derecha.
Israel es una vibrante democracia, en la que la gente vota en función de sus experiencias, sus miedos y sus esperanzas. En 2000-2001 y 2007 la mayoría de los israelíes albergaba grandes esperanzas de alcanzar una solución pacífica para el conflicto palestino. Dichas esperanzas se vieron truncadas por el rechazo de Arafat y por la negativa de Abás a unas generosas ofertas de paz. Por tanto, no resulta sorprendente que tantos israelíes hayan votado ahora en función de sus miedos y no de sus esperanzas.
La Administración Obama también ha contribuido al resultado de estas elecciones al negarse a atender a las preocupaciones israelíes (compartidas por ciudadanos de todas las facciones) acerca del inminente acuerdo con Irán. Muchos israelíes han abandonado toda esperanza de influir sobre la Administración Obama para que les exija más a los iraníes. El actual acuerdo incluye una cláusula temporal que prácticamente garantiza que Irán tendrá armas nucleares dentro de una década. El líder de la Unión Sionista, Isaac Herzog, cometió un grave error al decir que confiaba en que el presidente Obama llegaría a un buen acuerdo con los iraníes. Pocos israelíes comparten esa esperanza, como tampoco lo hacen la mayoría de los congresistas estadounidenses ni la mayoría de los Gobiernos árabes suníes. Esa falta de confianza se ha visto reflejada en los votos a un primer ministro que ha sido menos confiado y más polémico.
Si bien los israelíes han votado en función de sus miedos, éstos no son completamente irracionales: se basan en la historia de la región.
La comunidad internacional, los medios de comunicación y el mundo académico tienden a tener poca memoria. Culparán a Netanyahu, y especialmente a su discurso electoral, de un resultado que no les gusta. Pero el discurso de Netanyahu ha encontrado una audiencia receptiva porque muchos votantes israelíes tienen buena memoria. Recuerdan lo que los líderes de la Autoridad Palestina, la Administración Obama, los mulás iraníes y Naciones Unidas han dicho y hecho en relación a Israel. Recuerdan las letales respuestas a anteriores ofertas de paz.
Así que, para entender cómo la democracia israelí ha producido este resultado electoral no miremos una foto del mismo, sino un vídeo de los últimos quince años.
Sólo el tiempo dirá si estos resultados dan lugar a una mejor solución a la amenaza iraní, al atolladero palestino y a otras cuestiones que preocupan al mundo. Pero la historia ha demostrado que los resultados positivos jamás se pueden alcanzar presionando unilateralmente al Gobierno israelí, y no a la Autoridad Palestina, a los mulás iraníes, a la Administración Obama y a la comunidad internacional.
Los portavoces de la AP ya han predicho que la reelección de Netanyahu supone el fin de cualquier proceso realista de paz, pero no le han recordado a su audiencia cómo la intransigencia palestina supuso el fin de anteriores procesos ni cómo ésta ha afectado a estas elecciones. Están amenazando de nuevo con presentar sus demandas ante la Corte Penal Internacional y otros organismos internacionales, lo que, desde luego, supondría un revés para cualquier perspectiva realista de solución.
Así que, en vez de culpar a Netanyahu y a la derecha israelí de todos los problemas de Oriente Medio, que todas las partes se miren en el espejo de la realidad y decidan cómo pueden contribuir ellas a hacer del mundo un lugar más seguro evitando que Irán pueda nunca conseguir un arsenal nuclear, y animando a alcanzar un solución al problema palestino que sea aceptable para ambas partes, en la que se asegure la seguridad de Israel y se brinde a los palestinos un Estado viable y desmilitarizado.

Wednesday, March 18, 2015

ISRAEL DERROTÓ A OBAMA


Pese a Obama, Netanyahu fue reelegido en Israel. No fue triunfo personal sino una victoria para la población israelí que resistió la embestida brutal del presidente de la nación más poderosa del planeta para impedirlo.
Obama envió a sus mejores estrategas para organizar la rebelión electoral contra Netanyahu e inclusive destinó fondos de los contribuyentes en una cifra no menor de un millón de dólares gastados a través de la pantalla de una agencia estatal “pro democracia”.
En reportajes de TV se observó cómo ómnibus llevaban árabes a las urnas y cabía preguntarse ¿pagados? O forzados, como en el Ecuador lo son los empleados públicos que van a las sabatinas de Correa o los negros e ilegales que son obligados a votar demócrata en los Estados Unidos.
Obama mostró su antipatía a Netanyahu desde que asumió el poder en el 2009. Alguna vez lo tuvo en espera en la Casa Blanca en una entrada de servicio y hace un par de semanas no ocultó su ira ante el hecho de que hubiera sido invitado por el Congreso para hablar sobre la amenaza nuclear del Irán.
Con Irán está a punto de firmar un acuerdo que le permitiría continuar sin tropiezos su plan de desarrollo nuclear. No tendría que deshacerse de centrífugas ni otros elementos industriales, sino aplazar los experimentos por diez años. Netanyahu expuso al Congreso que ello sería inaceptable.
Porque Irán no ha dejado de ser un Estado terrorista que comete y financia actos terroristas por el mundo, por lo cual no es razonable dejar en sus manos una infraestructura (conocida y no conocida) para producir armas nucleares en cualquier instante.
Obama sigue obstinado en llegar al acuerdo, con o sin aprobación del Congreso, como estipula la Constitución. Para evitar la valla constitucional,  recurriría a Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad. De todos modos,  tendría que ingeniarse alguna otra vía para validar el acuerdo, pues implica levantar las sanciones a Irán, atribución exclusiva del Congreso.
En cuanto a la clasificación como “terrorista”, acaba de anunciarse que el Departamento de Estado, por orden de Obama, ha borrado de la lista a Irán y específicamente a Hezbollah, el grupo que opera en Gaza, Líbano y otras regiones del Medio Oriente, con fondos e instrucciones iraníes.
Es el obstáculo que también está frenando la urgencia de Obama por restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba. Los Castro quieren que se les borre esa etiqueta, antes de complacer a la Casa Blanca en todas sus peticiones para la normalización de relaciones. A cambio, como se sabe, de nada.
Es la doctrina Obama: empañar, obstruir e inclusive destruir las relaciones con aliados como Israel y Egipto y restaurarlas con enemigos como Irán y Cuba. Las conversaciones con los dirigentes de estas dos naciones datan de tiempo atrás, probablemente desde que el actual mandatario juraba cumplir la Constitución, cuando asumió el mando.
Según la Carta Magna, esos diálogos con el enemigo no debieron ser secretos (sin conocimiento del Congreso). El líder del Ejecutivo es Comandante en Jefe, si, pero de la fuerza militar. No del Gobierno, que se divide en tres ramas que se controlan entre sí, que no pueden tomar decisiones de modo excluyente y exclusivo.
En el 2009, el terrorismo estaba bajo control en el Irak, luego de la acción militar del general Petraeus. Pero el sueño de George W. Bush de lograr que ese país se convirtiese bajo el liderazgo de Maliki algún día en modelo político de paz para la región, se evaporó cuando Obama ordenó el retiro total de tropas. 
Maliki, como ahora Netanyaju, buscaba ser reelegido pero fue hostigado por Obama desde un primer instante, porque era suni y no chiita. Cayó y lo sustituyó un chiita. Mientras tanto, el terrorismo musulmán creció hasta crear el primer califato del siglo XXI llamado Isis o Isil, entre el Irak y Siria.
En principio a Obama pareció no preocuparle el avance del califato. Dijo que eran simples aprendices, luego accedió a bombardeos aéreos, pero nunca permitió la posibilidad de enviar tropas a tierra, se suponía que por mantener su espíritu anti guerra, que le valió el Premio Nobel de la Paz aún antes de empezar a gobernar.
Ahora está contento de que haya tropas en tierra. Solo que no son de los Estados Unidos, sino de Irán. Y le satisface mucho que Irak por fin haya resuelto ir a la ofensiva militar contra el Isis/Isil y que esté a punto de recuperar Tikrit, la ciudad nativa de Saddam Hussein. Solo que las tropas iraquíes están al mando de las guardias revolucionarias iraníes.
El actual premier del Irak es Hederak al-Abadi, chiita, facción islámica del Irán, lo cual explica toda la jugada de Obama. Maliki, sunni, era un estorbo, como lo era y sigue siendo Natanyahu, para la expansión iraní. Isi/Isil estorba la hegemonía iraní y tiene que ser doblegada. No para que reine la paz, sino para que reine el Islam bajo el diktat del Irán.
Los demócratas izquierdistas o “liberals”, como se los llama aquí, parecen no querer aceptar la realidad. En 1993 el presidente Bill Clinton aparecía radiante a la firma de un tratado de paz con Arafat y Begin. ¿Quién podía fiarse del dueño de la PLO (Ejército de Liberación Palestina)? A poco de la suscripción del tratado, Arafat dirigió infinidad de atentados terroristas hasta su muerte, como se aprecia en la lista de este link.
Netanyahu hace bien en descartar de una vez por todas el cuento del Estado Palestino. Lo que el Islam busca bajo el liderazgo de Irán y con sus seguidores en Gaza, Líbano, Medio Oriente, Noráfrica, Europa, Estados Unidos, Sudamérica, es la aniquilación de Israel, no la convivencia en paz.
Con la victoria de ayer, el desafío para Netanyahu es colosal. Tendrá que luchar no solo contra los musulmanes árabes, sino contra Obama e incluso hasta contra los demócratas judíos aliados con Obama, incrustados en los medios, en los partidos políticos, en los centros de educación. La mentalidad “liberal” ha bloqueado sus mentes, pues al decir de Rush Limbaugh, primero son “libs” y luego judíos y norteamericanos.
Netanyahu ha llamado a los judíos víctimas de la persecución anti semita en Europa a refugiarse en Israel. Es algo que necesita de urgencia porque la población árabe que allí habita en libertad se reproduce a un ritmo mucho más acelerado que el de los israelíes. Máxime si el aborto es un autogenocidio que incomprensiblemente auspicia y financia el propio Estado israelí.
En un reportaje de la revista Atlantic sobre la situación del anti semitismo en Europa, un judío francés medita: ¿para qué nos exhortan a abandonar Europa e ir a Israel, si a la vuelta de pocos años ese país también tendrá una mayoría árabe/musulmana..?

Tuesday, March 17, 2015

EL "MILAGRO" ECUATORIANO


Una de las fanfarronadas que lanzó Rafael Correa a comienzos de su régimen fue decir que con  la “revolución” ciudadana se iniciaría en el país el “milagro” ecuatoriano de la bonanza y buen vivir.
El “milagro” consistió en gastar irresponsablemente los dólares llegados al fisco con exceso inesperado, debido a que los precios del crudo superaron los 100 dólares por barril en el mercado mundial.
Menudearon los subisidios, aumentó la burocracia, se multiplicaron las obras públicas sin licitaciones, hubo adquisiciones innecesarias o no reguladas y se hicieron contratos para pagarlos con crudo a precios en alza congelados.
Muchos columnistas y políticos advirtieron que el curso de la economía era equivocado, pero sus voces no tuvieron eco. Correa los ignoró y acentuó sus equivocaciones. Arrogante, negó el pago de la deuda externa, se desligó del FMI y de la banca occidental y se entregó a China.
Este Blog se sumó en las críticas al petulante, quien parecía no haber asimilado nada a su paso por las universidades de Bélgica y Estados Unidos, donde recibió títulos académicos en economía, ni en la de San Francisco de Quito, donde ejerció la cátedra sobre la materia.
Hace tiempo este Blog clamaba porque se produzca un milagro a la inversa para hacer añicos el supuesto milagro del Ecuador y la “revolución” ciudadana de Correa: que los precios del petróleo, por alguna razón que entonces no se intuía, cayeran a 20 dólares o hipotéticamente a 0.
De esa manera, se razonaba, el pueblo ecuatoriano se vería forzado a vivir súbitamente los efectos del modo demagógico de gobernar en tiempos de abundancia. En lugar de utilizar esa coyuntura para estimular un crecimiento real del sector privado, Correa lo asfixió expandiendo el gasto público y la deuda.
Finalmente se produjo la caída de los precios del crudo el año pasado y en el Blog del 20 de octubre se compilaban datos y estudios de algunos comentaristas sobre el estado de la economía y el impacto que habría si el crudo se llegara a vender a no más de 40 dólares por barril, como en efecto ha llegado a ocurrir.
En un sistema parlamentario el gobierno de Correa habría sido sustituído en elecciones anticipadas. Por desgracia, el sistema que se vive en el Ecuador ni es parlamentario ni es democrático: es una dictocracia en la que el gobernante dispone caprichosamente de las tres ramas del poder y controla los medios de comunicación.
El déficit por la caída de los precios del crudo no puede ser cubierto con impuestos directos, debido a la saturación. En consecuencia, Correa ha recurrido a la vía indirecta del aumento masivo de los aranceles y al uso del dinero electrónico, para devaluar conservando la dolarización.
Si no hubiese la dolarización, Correa ya habría decretado devaluaciones. En los Estados Unidos, matriz del dólar, la devaluación es constante con Obama. El gasto y la deuda pública ha crecido al nivel surrealista de 18.1 trillones y ni el Congreso ahora republicano ni nadie es capaz de detener la irrefrenable máquina de imprimir billetes.
Pero la economía norteamericana, ahora en peligro, tiene sin embargo otra configuración. La del Ecuador, dependiente del petróleo, pudo haber mejorado su capacidad para diversificar e incrementar la producción si aprovechaba bien la efímera época de abundancia de petrodólares. Pero con Correa ocurrió lo contrario.
Las medidas arancelarias lo encarecerán todo. Fomentarán el contrabando y el supuesto ahorro para el fisco será nulo. La deuda china será un legado fúnebre del régimen, pues habrá que pagarla con el crudo a pecios de 80 o más dólares el barril, cuando éste seguirá a 40 o menos de 40 dólares.
(La USFQ, en la que enseñó Correa, difundió un estupendo y muy bien sustentado análisis sobre las medidas arancelarias de su ex-profesor, pulverizándolo. Dicen que los discípulos de Correa lo llegaron a adorar.)
A última hora Correa ha intentado rehabilitar sus relaciones con el “imperio”, con el FMI y con Wall Street para negociar nuevos créditos, venta de oro y bonos pero su corazón sigue fiel al Irán, a Maduro, a las FARC y a la presidenta Fernández de Argentina. La crisis del petróleo ha hecho trizas su “milagro”, pero no a él.
Sigue popular. Tiene el 60% de respaldo según las encuestas de opinión y no ha dado señales de renunciar a su empeño de eternizarse en el poder. Minucias como el impedimento constitucional para la reelección no es un problema para él. Sin necesidad de plebiscito, reformará la Carta con una mera orden a sus asambleístas y punto.
Como lo dice Obama en esta su tierra adoptiva, a él le bastan “a cellphone and a pen” (un celular y un esfero) para gobernar. Le tienen sin cuidado las críticas del Congreso o de los políticos y periodistas. Para eso tiene los Decretos Ejecutivos...

Friday, March 13, 2015

LA HIPOCRESÍA PRESIDENCIAL


Barack Hussein Obama eligió a uno de los comediantes que se presentan en los programas de medianoche en la TV para decir que lamentaba que dos policías casi murieran asesinados por francotiradores en Ferguson, la ciudad de los disturbios que él mismo promovió hace más de un año.
Los gendarmes acribillados formaban parte del cuerpo de vigilancia de manifestantes que aplaudían que el jefe policial del lugar haya sido forzado a renunciar, aun cuando consideraban que la decisión era tardía. Siempre han rechazado, además, la exculpación del policía Darren Wilson, que mató en defensa propia a Michael Brown, joven de la raza negra.
El hecho ocurrió el 4 de agosto del 2014 e instantáneamente hubo de parte de Obama y Eric Holder, Procurador General, negro, acusaciones de que el agente Wilson actuó por motivaciones racistas. Surgieron de la nada testigos que atestiguaron que la víctima estaba inerme, que alzó sus brazos en señal de rendición y que el policía le disparó por la espalda. 
Las manifestaciones iracundas se multiplicaron en Ferguson y otras sitios del país e incluso la señal y expresión “hands up, don´t shoot” (brazos en alto, no disparen) fue acogida y repetida por obamistas en el Congreso, en los estadios, en plazas, calles, colegios y universidades, para acrecentar el veneno y el odio contra la institución policial. 
El Procurador Holder viajó a Ferguson para supervisar personalmente que la investigación no omita detalle alguno que perjudique a la policía, de la cual él es el máximo representante. Días atrás había dicho a la TV, en Londres, que el pueblo norteamericano era cobarde por no confrontar la evidencia del problema del racismo en los Estados Unidos.
Lo decía él, negro de ancestro jamaiquino, elegido por Obama, mulato de madre blanca y padre negro de Kenya. Uno y otro ostentan posisiciones de poder por el voto mayoritario de los ciudadanos norteamericanos, de los cuales los negros son una minoría del 14,2%, o 45 millones de un total de 316,1 millones de “cobardes” según  el Censo del 2013.
El caso Ferguson fue minuciosamente analizado por el Gran Jurado, ante la expectativa y presión del mundo entero. Su conclusión y veredicto fue de absolución para Wilson. Warren actuó, como lo sostuvo desde un principio, para no morir a manos de Brown, un grandulón que acababa de asaltar un almacén cercano.
Ni Obama ni Holder quedaron contentos con el fallo. Ordenaron al Departamento de Justicia que repita la investigación. En vano para ellos. Pese a la presión, los investigadores ratificaron la conclusión del jurado, pero acaso para complacer a los jefes, añadieron que detectaron varios actos impropios por racistas en la policía del lugar. 
No hubo ninguna precisión en los cargos, pero Holder se apresuró a anunciar que ordenaría la recomposición integral de la Policía de Ferguson y una de las primera bajas fue el jefe, que originó la manifestación de la noche del miércoles pasado. Todos los motines en ese lugar y el resto del país desde agosto del 2014 obedecían a la supocisión de que Warren mató a Brown por racista.
Si ese cargo fue descartado hasta la saciedad ¿por qué insistir en la falacia de que la policía de Ferguso es racista (ahora, menos Warren) y que para sancionar a quienes cruzan una luz roja o excedan el límite de velocidad, acaso chequean primero que el chofer sea negro para entonces actuar contra “la minoría oprimida”?
Si Obama tuviese aunque fuere una minúscula talla de estadista, habría aprovechado dos recientes oportunidades para llamar a la concordia nacional en torno al problema del recismo. Primero en el aniversario de la marcha de Selma y segundo, el atentado que acaba de registrarse en Ferguson a manos de profesionales tiradores, según los entendidos. ¿Se los encontrará algún día?
En Selma, como se ha reseñado, Obama casi omite mencionar a Martin Luther King, el impulsor de la complementación de la redención de los de su raza, inconclusa con el asesinato de Lincoln. MLK no basó su cruzada en el odio sino en el amor sino en fomentar la fraternidad entre ciudadanos a los que une un común respeto por la Constitución.
Obama y quienes piensan como Holder, tienen óptica distinta. En Boston, en la Florida, en Nueva York, cuando la policía tuvo que actuar en defensa de la ley vulnerada por un negro, siempre saltó una declaración prejuiciada y más tarde aclarada. Nunca hubo excusas, salvo cuando Obama invitó al policía ultrajado y al profesor universitario inculpado a beber juntos un vaso de cerveza en los jardines de la Casa Blanca.
En el caso Ferguson, lejos de pedir disculpas al policía David Warren, a la institución y al pueblo norteamericano, Obama y Holder dijeron que de todos modos quedaban dudas sobre el comportamiento policial. Los lamentos de ambos por los atentados no suenan espontáneos y ocultan una justificación de la violencia por el supuestos racismo de la policía de Ferguson.
En su lugar, el presidente pudo haber convocado a los medios de la radio y la TV a la Casa Blanca, con la misma facilidad que lo hizo para anunciar jubilosamente que había rescatado al soldado Bowe Berghdahl, desertor de Afganistán, a cambio de cinco de los más peligrosos asesinos talibanes encarcelados en Guantánamo, hasta que la guerra antiterrorista termine.
Ese canje violó la Constitución y ese desertor debíó haber ido directamente a  la cárcel. Más tarde fue juzgado y sentenciado por un tribunal militar, pero se ignoran detalles. En la conferencia de la Casa Blanca estuvieron presentes los progenitores del traidor, con el padre vestido a lo talibán y expresando su gratitud en árabe. Obama lucía feliz.
Más feliz debería lucir si convocase a los periodistas para decirles que había releído a MLK y se había convertido a su fé y doctrina para, en lo sucesivo, nunca más instigar al odio de negros contra blancos y admitir lo mucho que se ha evolucionado en cuanto la armonía entre las razas en este país, el más hospitalario y libre del mundo.
Sería equivalente a un milagro de conversión, que haría tanto bien a esta nación y el mundo. En este enlace o link se puede volver a ver y escuchar a Martin Luther King, en su histórico discurso “I Have a Dream”. Si hay, en efecto, mucho que mejorar en el ámbito de las relaciones raciales, actitudes venenosas como las de Obama obstruyen tal propósito.

Wednesday, March 11, 2015

LAS MENTIRAS INFAMES


En estrecha conexión con la capitulación que Obama se apresta a firmar ante el Irán está la mentira divulgada desde la cúpula del partido demócrata acerca de que el descalabro del Medio Oriente y el avance del terrorismo musulmán, se explican por la guerra falsa  desatada por Bush contra el Irak.
Esa guerra del 2003, dicen Obama, los principales medios de comunicación e incluso dirigentes no solo demócratas sino republicanos, usó información amañada para acusar a Sadam Hussein, dictador iraquí, de poseer armas de destrucción masiva que luego nunca se encontraron.
Es una verdad a medias, ya que si bien no hubo pruebas concretas de la existencia de armas nucleares, se encontraron rezagos de armas químicas entonces y ahora, según así lo informó hace pocos días el diario The New York Times. Pero fue el propio Hussein el que esparció por el globo la idea de que poseía un arsenal nuclear.
El problema fue que Hussein bloqueó la inspección de expertos de las Naciones Unidas a los que expulsó. Jamás acató ninguna de las 16 resoluciones del Consejo de Seguridad para que destruya todo vestigio de armas nucleares o químicas y para que se abstenga de fomentar y financiar el terrorismo dentro y fuera del Irak.
El desprecio por la historia ha llevado a algunos a presentar a Hussein como víctima de los desbordes guerreristas de George W. Bush, “el cowboy”. Pero Sadam tuvo 35 años de terrorismo en la región, incluída la guerra contra el Irán durante una década desde 1980, con un millón de muertos, muchos de ellos causados por gases venenosos que se lanzaron entre si los contendores. 
En 1990, Hussein invadió a Kuwait con la intención de apoderarse de sus yacimientos de petróleo, que abastecían el 19% del mercado del consumo global. Las Naciones Unidas no lo permitió. Entre enero y febrero de 1991 se formó una coalición militar al mando de los Estados Unidos, en el gobierno de  George H.W. Bush, que derrotó fácilmente al dictador iraquí.
El gran error histórico de la coalición (entre la que figuraban Canadá,  Gran Bretaña, Australia y varios países árabes encabezados por Arabia Saudita) fue no destronar a Hussein. Continuó desafiante en el poder y, según sus propias confesiones, creyó haber logrado una tregua para seguirse rearmando con armas convencionales y no convencionales.
Luego de la hecatombe del 9/11, la situación del Medio Oriente se tornó en extremo sensitiva. Los aspavientos de Hussein no podían ni debían ser desoídos, dado su récord de exterminador genocida, inclusive con sus congéneres kurdos. Había que presionar para hacer que se someta a los mandatos de las Naciones Unidas.
George W. Bush, pese a la urgencia, no se precipitó a las armas como sus opositores lo acusan, sino que agotó los trámites de la diplomacia con la mediación de Naciones Unidas. Solo entonces y con el apoyo de 34 gobiernos y de senadores demócratas como Hillary Clinton, Joe Biden y John Kerry dio las órdenes de la invasión militar, que terminó por derrocar y luego apresar y llevar a juicio y condenar al dictador.
Lo que pensaba y sabía George W.Bush de Sadam Hussein es lo mismo que pensaba y sabía Bill Clinton. El convencimiento de que Hussein poseía no solo armas químicas, sino que desarrollaba o había desarrolado armas nucleares, no era exclusivo de Bush sino de los servicios de inteligencia de Rusia, Alemania, Francia, el Reino Unido, no solo la inteligencia de los Estados Unidos.
Estas son verdades históricas. Los demócratas pueden negarlo, porque parece que en ellos es congénita la mentira. Como lo acaba de demostrar ayer Hillary Clinton, quien pretende persuadir a la gente de que ella estaba por encima de la ley cuando conducía el Departamento de Estado, como lo estuvo su cónyuge Bill en la Casa Blanca. 
Lo que sorprende es que Jeb Bush, cuyos padre e hijo condujeron guerras en Irak, también se alinee con los demócratas y diga que fue un error de su hermano el haber entrado en guerra con ese país. Si de algo se les puede acusar a los Bush es de no haber tenido el carácter suficiente para exterminar de raíz al radicalismo islámico y dejar sembrada en su lugar las cimientes de libertad y democracia en la región. 
A Bush le ha sucedido Obama, quien se ha entregado al Islam. Irán, el enemigo número uno de los Estados Unidos desde 1979 y principal promotor del terrorismo en el globo, está próximo a firmar un acuerdo que le despejará el camino para contar con un arsenal nuclear a la vuelta del camino. 
No se ve cómo Obama podrá ser detenido. 47 de los 57 senadores republicanos del Congreso acaban de dirigir una carta al Ayatola para advertirle que el acuerdo será descalificado por el Senado norteamericano. Como lo dijo el comentarista Charles Krauthammer de FoxNews ¿por qué se dirigieron al Ayatola y no a Obama?
El Ayatola, con seguridad, se va a mofar del  gesto. ¿Acaso los senadores creen que le va a recordar a Obama que en los Estados Unidos rige una Constitución y que por respeto a ella, mejor dejan de firmar el acuerdo? A los dos les importa un comino la Constitución. En el peor de los casos, si alguna objeción surge de parte de los senadores, Obama podrá recurrir a lo que ya se ha convertido en una rutina en él: dictar leyes, acuerdos o resoluciones por Decreto Ejecutivo, para así soslayar y burlarse del Congreso.  

Monday, March 9, 2015

COMO PARA REFLEXIONAR


¿Por qué Obama no enalteció la figura de Martin Luther King al pronunciar sábado su discurso conmemorativo de los disturbios en Selma, Alabama,  cuando hace 50 años la policía reprimió brutalmente una manifestación en favor del derecho de los negros a votar en libertad?
En las breves versiones de la TV y en las reseñas periodísticas, no había rastros de esa mención. Hubo que hacer el sacrificio de oír la versión  íntegra del discurso, de unos 33 minutos, para confirmar que la impresión de que había esa omisión era verdadera.
Obama no ignora del todo a King, lo cita una vez al término de una lista de participantes en la manifestación y de paso cuando alude a la doctrina de la no violencia. Pero ello no era suficiente, ya que MLK fue el promotor clave del movimiento en pro de la reivindicación de los derechos de los negros en toda su extensión, no solo en el de votar.
Quizás Obama prefirió opacar la figura de ese líder espiritual, porque en el fondo la visión filosófica, su concepción de la vida y de la nación que tuvo King,  no es la del actual presidente. King siempre basó su prédica en el amor, en la necesidad de unir y en la armonía para superar diferencias, nunca en ahondar la división.
Jamás propuso, como Obama, transformar radicalmente al país sino aplicar  plenamente los principios que inspiraron desde su nacimiento a esta nación. Su discurso pronunciado ante el monumento a Lincoln fue elocuente en tal sentido: soñaba que en un futuro cercano la gente pudiere ser apreciada no por el color de su piel, sino por sus méritos.
Obama, desde que llegó al poder hace seis años, lo que ha propalado no es amor ni armonía entre razas y clases, sino odio y envidia. Su discurso en Selma contiene alusiones irritantes, como la de que los negros esclavos construyeron la Casa Blanca, que los japoneses lucharon con los aliados pese a que muchos de ello estaban presos en USA, que los negros pelearon en Europa, etc.
Insistió en su convicción primaria: que los valores de este país pueden y deben ser mutantes. No miremos al pasado sino al futuro, dijo. En esto radica la “excepcionalidad” de este país, añadió. Para él lo excepcional de este país no es una Constitución que ha permitido la estabilidad y avance de un sistema capitalista libre y democrático, sino la opción para alterarlo.
Los panegiristas de Obama dicen que su discuros en Selma fue el mejor de toda su carrera como “community organizer”. Especialmente elogiosos han sido sus partidarios negros, que por lo visto pasan por alto que la madre de Obama fue blanca y que no tiene ancestro esclavo con su padre de Kenya. El presidente jamás tuvo privaciones propias de la negritud y siempre accedió a los mejores centros de educación.
Aconseja no mirar el pasado, pensando seguramente en la perennidad de los principios de la Constitución y la Declaración de Independencia. Pero eso si quiere revivir odios del pasado, que motivaron una Guerra Civil y linchamientos y disturbios como el de Selma, que han sido superados y que han generado un vuelco espectacular en las relaciones interraciales, que él pretende ignorar con perversidad.
En lugar de exaltar la memoria de King y agradecer su legado, que ha permitido que cincuenta años después de Selma haya en la Casa Blanca un mulato y esté a su lado como Procurador un nego, Obama se refirió malévolamente a Ferguson y a los ilegales para insinuar que la lucha por los “derechos civiles” aún está inconclusa.
En Ferguson el policía que mató a un negro que quiso desarmarlo, pero que a la final fue absuelto de todo cargo. Obama y su Procurador Eric Holder urdieron toda una trama de acusaciones racistas contra la policía local, fomentando el odio y azuzando motines que originaron incendios, asaltos, robos con pérdidas cuantiosas allí y en otras ciudadades.
Pese a la absolución, la Procuraduría General afirma que hay evidencias de racismo en la policía de Ferguson, porque hay más detenciones de negros en una población que es en su mayor parte...negra! Holder y pese a la absolución, dice que disolverá la policía. No habla de pedir discuplas ni peor compensar al gendarme calumniado. Tampoco el Presidente.
Según las encuestas, contra todas las predicciones y esperanzas de la mayoría de votantes, el racismo se ha exacerbado con Obama por su fomento del odio y la división. Igualmente la situación económica de los negros ha empeorado, así como los índices de delincuencia y dependencia de los subidios del Estado. Si reviviera King y contemplara lo hecho por  Obama y Holder diría, como Bolívar, “he arado en el mar”.
¿Por qué Obama compara a los negros de Alabama de 1965 con los inmigrantes ilegales de hoy? Los negros pedían entonces que no se les niegue el derecho a votar (se les exigía quereciten los nombres de todos los condados del Estado, por ejemplo, para inscribirlos, como se ve en la película Selma). Pero los ilegales no están reclamando ningún derecho, porque no lo tienen, son ilegales.
Lo que ocurre es que Obama y los demócratas están forzando a que no se imponga requisito alguno para registrar a los votantes, ni el elemental de identidad como licencia de manejo o certificado de seguridad social, que es requisito hoy generalizado. Si lo consiguen, entonces todos los cinco millones y medio de ilegales que Obama trata de legalizar dictatorialmente podrían votar en los próximos comicios. Por los demócratas, obviamente. 

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Ben Carson, el neurocirujano negro que aspira ser candidato presidencial por el partido republicano, dijo que ser homosexual es una opción y como prueba dijo que mucho hombres entran a la cárcel normal y salen gays. Luego se retractó y quizás ello vaya en contra de sus aspiraciones. Los musulmanes radicales ¿nacen o se hacen terroristas? Vea y escuche este clip con títulos en español.

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El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu invitó a los judíos asediados en Europa a que emigren a Israel. En Washington acaba de advertir de los peligros de que Irán siga en sus planes de fabricar armas nucleares, porque podrían sobrevenir inenarrables nuevos Holocaustos. ¿Y el Holocausto que patrocina todos los días en su propio país? Él es el primer promotor del aborto.  Desde 1948 han sido asesinados 2 millones de judíos indefensos en la Tierra Prometida.

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En cada oportunidad que se le presenta, Obama habla del Islam y no deja de traslucir su inclinación por esa religión que profesó en su mocedad. E insiste en que propicia la paz y el amor. No piensa lo mismo alguien que conoce el Islam y el Corán por dentro, según lo explica, con letreros en español, en este clip.

Friday, March 6, 2015

SE ACLARA LA ESTRATEGIA OBAMA


¿Se acuerdan de la “primavera de Praga”? Fue la espectacular insugencia iniciada en la plaza Wenceslao en enero de 1968, reprimida más tarde a sangre y fuego por los soviéticos. Marcó, sin embargo, el comienzo de la declinación del imperio comunista que culminó con la caída en 1989 del Muro de Berlín.
(Un buen amigo y compañero de colegio, José Lara, estaba de peregrinaje por Europa en ese entonces y coincidió que visitaba a Praga. A su regreso me contó sus experiencias y le persuadí a que las escriba. Lo hizo y su nota se publicó en primera plana de El Comercio. Intenté ubicarla y ligarla a este Blog pero fue imposible encontrarla en el archivo del Diario)
A las rebeliones de Praga siguieron las de Polonia, Hungría, Rumania y dentro de Rusia, hasta que se produjo la transición de la perestroika con Gorbachov y finalmente la disolución de la URSS. Otras “primaveras” brotaron en parecidos regímenes autoritarios, como en el Egipto de Hosni Mubarak donde hubo un reemplazo peor, Mohamed Morsi, al que las fuerzas armadas lo derrocaron por islamista radical.
Una de las más notables insurgencias o “primaveras” fue la del 2009 en el Irán, promovida por el Partido Verde en contra del Ayatola Ali Jomeini y su presidente Ahjmudinejad, furioso antisemita y antinorteamericano quien, por cierto, actuaba como portavoz de su superior. Obama, a pocos meses de posesionarse como Presidente, negó todo apoyo al movimiento.
A seis años de esa decisión, que sorprendió a la mayoría pues por un  lado los insurgentes clamaron ayuda y por otro el Ayatola era (y es) líder de un país declarado terrorista por los Estados Unidos, se le entiende mejor su conducción de la política exterior: Obama se inclinó entonces y se inclina ahora en favor del Irán.
No obstante que no ha cambiado la condición de Irán como país enemigo y principal  impulsor del terrorismo en el mundo, Obama buscó un acuerdo para legitimizar el desarrollo de su arsenal nuclear, sin consultar al Congreso. El primer ministro israelí Netanyahu dijo en su discurso que llegar al acuerdo sin especificar la desinstalación de la industria bélica en curso, es claudicar.
El entendimiento Obama/Ayatola se ha hecho visible también en cuanto al manejo de los asuntos en Siria, Irak y el resto del Medio Oriente. Bregó por desprestigiar al Premier del Iraq Nouri al-Maliki, con el cual el país quedó pacificado tras el refuerzo militar del 2011 con Petraeus y forzó su reemplazo con Heider al-Abadi, un chíita afin a Teherán.
Ahora las tropas iraquíes combaten en Siria al comando de las guardias revolucionarias chíitas del Irán. Reecuperán Tikrit, ciudad nativa de Sadam Hussein y luego se apoderarán del Isis/Isil, el primer califato del siglo XXI que los sunnis formaron en la región. Obama lo permitió al ordenar el retiro de las tropas norteamericanas de Irak, cuando asumió el poder en el 2009.
¿Extraña alianza Irán/USA? No, dicen los fieles obamistas. Recuerdan que en la II Guerra Mundial, Washington y Londres se unieron con Moscú para pelear y derrotar al eje nazi/fascista. Olvidan que los aliados tenían un enemigo común, el nazi/fascismo. El enemigo de Irán es Occidente, es el capitalismo, la libertad, la democracia, en suma la cultura judeo/cristiana. 
Netanyahu, en el Congreso, dijo que el axioma de que el enemigo de tu enemigo es nuestro amigo, no es aplicable en el caso de Irán. Y tiene razón. En la II Guerra, los soviéticos eran enemigos del capitalismo pero eran, al mismo tiempo, enemigos de los nazis. Los nazis eran nuestros enemigos. En consecuencia, el enemigo soviético pasaba a ser nuestro amigo, si se trataba de combatir a un enemigo común, los nazis.
Tal razonamiento no cabe con los iraníes. Los radicales islámicos Isis/Isil son enemigos declarados de USA, como lo es el Irán. Si Irán combate a Isis, Irán no se convierte automáticamente en nuestro amigo para combatir a un enemigo común, el radicalismo musulmán. Porque Irán es el arquetipo del radicalismo musulmán y su objetivo es imponerlo en el Medio Oriente, en el África y en el resto del orbe, contra un enemigo: Occidente.
No admitirlo, es ignorancia o complicidad. Los antecedentes de Obama le complican y sus defensores cada vez tendrán menos argumentos válidos para defenderlo. El diario The New York Times, obamista, parece rendirse ante las evidencias, según el reportaje que publica hoy en primera página. 
Es sintomático que el silencio de Obama ante la insurgencia del Partido Verde en Irán, haya coincidido en ese momento no con el silencio sino con alabanzas de los regímenes de los goberantes del socialismo del siglo XXI de América Latina. Chávez de Venezuela, Correa del Ecuador y otros se deshicieron en elogios del Ayatola y sus sucesores siguen haciéndolo y mantienen con Irán las mejores relaciones imaginables.
Mientras tanto, Hillary Clinton continúa hundiéndose en el pantano de sus mentiras. Lo de la mentira es consustancial a la personalidad de los Clinton, pero esta vez quizás tenga repercusiones pues parece que los demócratas han perdido fe en ella. (A comienzos de su carrera como abogada fue despedida por mentirosa, según este clip de TV que pasó la prueba de verificación)
Más tarde ella y Bill montarían una millonaria empresa política sustentada en mentiras que involucó perjurio (caso Monica Lewinski) y manipulación de la Secretaría de Estado para acopiar fondos pro campaña pre electoral por partre de gobiernos extranjeros. Hillary carece del don de seducción que tiene Bill para mentir y ello probablemente le va a costar la candidatura.