Friday, May 24, 2013

LA TERCERA CORONACIÓN


Probablemente Rafael Correa jamás habría sido “coronado” por tercera vez consecutiva como presidente del Ecuador, si desde un principio hubiese existido allí una prensa altiva y firme en la defensa de los principios sustantivos de la democracia, como la libertad de expresión.
En los Estados Unidos también el presidente Barack Hussein Obama, tan parecido a los Correa y otros autócratas del tercer mundo, ha abusado del poder y ha pretendido y pretende acallar a la oposición, incluyendo a determinados medios de comunicación sobre todo de la radio y TV.
Desde el 2010 dispuso, aunque la documentación para probarlo está por develarse, que la Agencia de Cobros de Impuestos (IRS) hostigue a toda organización conservadora, incluído el Tea Party, cualquier grupo que ostente la palabra patriota y los que se unen para defender la vulnerada Constitución de 1787. Y también contra los periodistas de la más grande agencia de noticias, AP y de Fox News.
Hasta hace 17 años en el país había un monopolio de tres grandes cadenas de TV (ABC, NBC y CBS), con la adición última de CNN, pionera en la transmisión continua de noticias, análisis y comentarios. Todas eran uniformes en bloquear noticias no sujetas al patrón liberal demócrata. El vacío lo llenó Fox News, que decidió competir con un periodismo independiente.
Ese periodismo independiente, que no mezcla información con opinión ni silencia noticias y opiniones discrepantes, es calificado por los demócratas como periodismo de extrema derecha. Pero Fox News tiene los más altos índices de sintonía, aunque las tres otras cadenas y subsidiarias aún anegan con ventaja la audiencia nacional.
Para amedrentar a ese segmento del periodismo, Obama ordenó que se intercepten los celulares de 20 reporteros de la AP, a propósito de un leak o filtración de una noticia sobre un atentado terrorista en Yemén, que fue frustrado. El propósito era detectar al autor del leak, pero la arremetida fue contra AP. Desde ya, dijo su presidente, hay resistencia en las fuentes para dialogar con los periodistas.
En el caso de Fox News (que pertenece a Robert Murdock, el británico australiano dueño entre otros medios del The Wall Street Journal) el afectado fue James Rosen, a quien el Procurador General lo acusa de ser un co conspirador en búsqueda de información sensitiva para la seguridad nacional.
Niunguno de los reporteros de la AP (Associated Press), ni Rosen han sido separados por los ejecutivos de los medios para los cuales trabajan. Todo lo contrario, el presidente de la AP ha planteado un reclamo jurídico ante la Casa Blanca por esta violación a la Primera Enmienda de la Constitución, que garantiza la libre expresión y el libre acceso a las fuentes de información. 
Y ésto es lo que dice hoy el principal ejecutivo de Fox News, Roger Ailes, a sus periodistas:

Dear colleagues,
The recent news about the FBI’s seizure of the phone and email records of Fox News employees, including James Rosen, calls into question whether the federal government is meeting its constitutional obligation to preserve and protect a free press in the United States.  We reject the government's efforts to criminalize the pursuit of investigative journalism and falsely characterize a Fox News reporter to a Federal judge as a "co-conspirator" in a crime. I know how concerned you are because so many of you have asked me: why should the government make me afraid to use a work phone or email account to gather news or even call a friend or family member? Well, they shouldn’t have done it. The administration’s attempt to intimidate Fox News and its employees will not succeed and their excuses will stand neither the test of law, the test of decency, nor the test of time. We will not allow a climate of press intimidation, unseen since the McCarthy era, to frighten any of us away from the truth.
I am proud of your tireless effort to report the news over the last 17 years. I stand with you, I support you and I thank you for your reporting with courageous optimism. Too many Americans fought and died to protect our unique American right of press freedom. We can’t and we won’t forget that. To be an American journalist is not only a great responsibility, but also a great honor.  To be a Fox journalist is a high honor, not a high crime.  Even this memo of support will cause some to demonize us and try to find irrelevant things to cause us to waver.  We will not waver.
As Fox News employees, we sometimes are forced to stand alone, but even then when we know we are reporting what is true and what is right, we stand proud and fearless.  Thank you for your hard work and all your efforts.
Sincerely,
Roger Ailes

En traducción no profesional al español, Ailes dice: Queridos colegas. La reciente noticia de que el FBI ha secuestrado los récords telefónicos y de email de los empleados de Fox News, incluído James Rosen, genera el interrogante acerca de si el gobierno federal está cumpliendo con la obligación constitucional de preservar y proteger a la prensa libre en los Estados Unidos. Rechazamos los intentos del gobierno por penalizar la tarea del periodismo de investigación y de caracterizar falsamente al reportero de Fox News ante un juez federal como un “co conspirador” en un crimen. Sé lo preocupados que están porque muchos de ustedes me han preguntado: ¿por qué el gobierno puede hacerme temer usar mi teléfono y mi email para colectar información o incluso para llamar a un amigo o a un familiar? Bueno, no deberían haberlo hecho. La pretensión del gobierno de intimidar a Fox News y a sus empleados no prosperará ni sus excusas serán suficientes frente al rigor de la ley, de la decencia ni la prueba del tiempo. Nosotros no toleraremos un clima de intimidación a la prensa no vista desde la época de McCarthy, para apartarnos de la verdad por temor.
Estoy orgulloso del incansable esfuerzo que han demostrado para reportar las noticias en el curso de los últimos 17 años. Estoy con ustedes, los respaldo y les agradezco por sus reportajes hechos con coraje optimista. Demasiados norteamericanos han luchado y muerto por defender nuestro preciado derecho a una prensa libre. No podemos olvidarlo ni lo olvidaremos jamás. Ser un periodista norteamericano no solo es una gran responsabilidad, es un gran honor. Ser un periodista de Fox es un alto honor, no un alto crimen. Incluso este  memo de respaldo va a motivar que alguien nos demonice para tratar de buscar causas superficiales para hacernos claudicar. Pero nosotros no vamos a claudicar.
Como empleados de Fox a veces nos vemos forzados a permanecer solos, pero inclusive en esos casos cuando sabemos que estamos informando porque es la verdad y lo correcto, permanecemos orgullosos y sin ningún temor. Gracias por su excelente trabajo y todos sus esfuerzos.
Atentamente,
Roger Ailes.

Qué contraste con lo ocurrido en el Ecuador. Correa disolvió al Congreso, destruyó la Corte Suprema, atropelló a los partidos políticos de oposición, amedrentó al sector privado de la producción, vituperó a los medios,  se adueñó de varios de ellos y criminalizó a los periodistas con los peores epítetos. Y la prensa claudicó. La voz crítica de periodistas de prensa, radio y TV se silenció para siempre, sin protección de sus empleadores.
En los Estados Unidos la prepotencia de Obama persiste sin castigo, pese a las voces de Fox y otros medios independientes. Por desgracia, la mayoría de medios lo protege, encabezada por el The New York Times. La disputa es compleja, porque con esos medios no hay diálogo: ellos y solo ellos tienen la verdad y Obama es su caudillo intocable. 
Los escándalos de traición en Benghazi, los abusos inconstitucionales por parte del IRS y el Procurador, sumados a la crisis que no se detiene de la economía desde hace 5 años de Obama en el poder, habrían determinado la interpelación y despido del actual gobernante hace mucho tiempo, si no fuera por el escudo de desinformación de los principales medios de comunicación colectiva.
El influjo de los medios para apuntalar o desmantelar a una democracia no es nuevo. Correa lo sabía desde el comienzo, como lo sabían Castro, Cristina Fernández, Chávez y demás tiranuelos en cualquier parte del orbe y desde siempre. Silenciarlos, para atrincherarse en el poder, es el objetivo central de los caudillos. Lo cual una vez más se ha comprobado en el Ecuador.
En cuanto a los Estados Unidos, la incógnita persiste. Lo que alienta es el hecho de que la democracia aquí es la más sólida del mundo y que la mayoría de la población la quiere defender frente al acoso de una mayoría que ha llegado al poder por una equivocación de la historia. La batalla está en pleno desarrollo. 

Sunday, May 19, 2013

UN LIDER EQUIVOCADO


Una mayoría mal informada ha elegido por equivocación y por dos veces a un líder que no encaja con esta nación: Barack Hussein Obama. 
Su preparación cultural e ideológica y sus principios le habrían sido más útiles si estuviese al frente de alguna republiqueta del tercer mundo, sin sólidos cimientos democráticos como Venezuela, Ecuador o algún país islámico.
En los Estados Unidos su agenda socialista/fascista/populista no tiene futuro. Ganada la reelección en noviembre del 2012, Obama se creyó libre de toda atadura y se lanzó a fondo en su tarea de transformar a esta nación, de democrática en otra centralmente planificada.
Sus principales obstáculos eran y son el Congreso y una parte importante de las medios de comunicación colectiva. Una parte, porque la mayoría de ellos, escritos y audiovisuales, está por completo entregada a respaldar la tesis antinorteamericana del gobernante.
En un país como Ecuador, Argentina o Venezuela, la tarea de limpiar el camino hacia la autocracia ha resultado fácil, dada la historia de endeblez de los principios e instituciones democráticas. Allí se han disuelto congresos o asambleas libremente elegidos y se los ha reemplazado con casas de marionetas virtualmenre elegidas a dedo. 
La oposición política allí está acabada. En cuanto a los medios de comunicación, se los ha cerrado o comprado o amedrentado, persiguiendo y obligando al exilio a columnistas testarudos. En la actualidad los medios sobrevivientes de oposición tienen poco o ningún peso, incluídos algunos articulistas que se han resistido a halagar al régimen para vivir en paz.
En los Estados Unidos parece que la situación es distinta. Primeramente está fracasando el intento de Obama por amedrentar y acallar a grupos de oposición como el Tea Party y otros que abogan por el respeto a las normas  sustantivas de la Constitución. No ha utilizado la táctica de las golpizas y la cárcel, como en el tercer mundo, sino el IRS.
Esta entidad tiene el control del cobro de los impuestos. Desde el comienzo del régimen y sobre todo a raíz del 2010, el IRS recibió la directiva de hostigar a los grupos de oposición con auditorías forzadas y cuestionarios acerca de la más disímil temática como origen e ideología de donantes, qué oraciones pronuncian, sus lecturas y libros favoritos, etc.
Este estilo propio de la soviética KGB, la Gestapo nazi o la Stazi germano comunista es antípoda del sistema democrático instaurado en USA en 1776. La práctica de acoso de Obama se ha filtrado desde dentro de la misma institución y ahora ha pasado a ser examinada por el Congreso, originando furor en ciudadanos de todas las tendencias.
Obama y sus subalternos pretenden achacar la conducta del IRS a mandos medios e inferiores, eludiendo su responsabilidad, pero ese cuento no se lo traga nadie. Republicanos y algunos demócratas están decididos a proseguir las investigaciones hasta descubrir a los verdadores causantes del escándalo. Y todos saben que en la cúspide está Obama.
Pese a que los medios escritos y audiovisuales han sido favorables al régimen en su mayoría, eximiéndole en el pasado de culpabilidad por hechos por los que se habría censurado a un presidente republicano, Obama incurrió en un error incomprensible que afectó a la Associated Press, la más grande y confiable agencia de noticias de la cual son socios más de 1.500 diarios de está nación.
Alguien de la administración filtró a la AP que la CIA descubrió y frenó a tiempo un atentado terrorista en Yemen, contra un avión de pasajeros en ruta a USA. El gobierno, por razones de seguridad nacional, pidió el embargo de la noticia, a lo que accedió la AP. No obstante esta entendible cooperación de la agencia, el gobierno arremetió contra ella en otra área.
¿Cómo? Mediante el espionaje ilegal por inconstitucional de las llamadas telefónicas de 20 reporteros, incluyendo sus celulares y las centrales de las oficinas y sus domicilios. La AP se enardeció y con razón y ha presentado una protesta formal al régimen. Esas prácticas podrían darse y se dan en el tercer mundo, pero no en la primera democracia del planeta.
Si existe de por medio un asunto de seguridad nacional, la ley faculta al gobierno a hacer ese escrutinio de llamadas y comunicaciones. La agencia aludida, con los delegados del gobierno, juntos acortan el rango de informaciones susceptibles del escrutinio. Si las partes concuerdan, allí termina el proceso previo al escrutinio. Caso contrario, lo decide un juez.
Nada de eso ocurrió en este caso y ello viola la I Enmienda Constitucional que garantiza a los ciudadanes la libre expresión de pensamiento y el libre acceso a las fuentes de información. Obama quiere, como Correa, que la información sea centralmente controlada por el Estado, al igual que la economía y el mercado.
Si Obama se ha mostrado en este caso tan preocupado por el filtro de informaciones de peligro para la seguridad nacional, ¿por qué delató él al médico paquistaní que confirmó el paradero de Osama Bin Laden al norte de Pakistán? Tan pronto se divulgó su delación, el informante fue apresado.
Además, Obama hizo algo que ningún comandante en jefe de las fuerzas armadas de los Estados Unidos hubiera hecho: identificó al grupo de Navy Seals del operativo que halló y mató a Bin Laden. Tras la noticia, 16 de esos heróicos militares han sido asesinados por el Talibán. Y el cadáver de Bin Laden ¿por qué fue lanzado al Mediterráneo, como para evitar testigos?
Hay muchas sobre la identidad de Obama, porque todos los documentos que podrían aclararla permanecen selladas por orden ejecutiva. Pero es obvio que tiene afinidad por lo islámico. En Egipto apoyó a la Hermandad Musulmana en el derrocamiento de un gobernante pro Israel y pro Occidente. Le dio dinero y respaldo moral y táctico.
Se dice que la HM busca derrocar a Assad de Siria, con el apoyo de Arabia Saudita, de la cual Al Qaeda es enemiga. Para ello se encargó al embajador en Libia que negocie el envío de armas y municiones a los rebeldes de la HM en Siria para lo cual viajó de Tripoli a Benghazi. Las seguridades eran ínfimas y el embajador pidió ayuda, que fue negada. Vino el ataque del Al Qaeda y el embajador fue violado y asesinado, junto con otros tres marines que intentaron el rescate.
Obama y la canciller de entonces Hillary Clinton pretenden evadir responsabilidades en la masacre, pero el Congreso, con mayoría republicana en la cámara baja, avanza en la investigación y al parecer llegará a su objetivo de ubicar y castigar a los responsables. Como en casos parecidos, la cabeza del ejecutivo es el responsable principal.
Si a los casos del IRS, AP y Benghazi se suma el del operativo Fast and Furious (por el cual Obama entregó armamento a los narcotraficantes de México, con las que aniquilaron a mas de 100 mexicanos y a un guardia de la frontera norteamericana, para supuestamente respaldar que se prohiba aquí el derecho constitucional de los ciudadanos a portar armas) se llegaría a la conclusión de que este régimen está en ruta hacia el ocaso.
Pero toda predicción es aún pematura, pues la capacidad de maniobra de Obama y su pandilla de Chicago es increíble e impredecible. Y porque es quizás muy optimista esperar que los medios de comunicación dejen de ser panegiristas para volver a ser lo que siempe debieron ser: periodistas profesionales independientes.
Las dudas se acentúan al leer al The New York Times, biblia o buque insignia de la flotilla liberal, que trata de demoler lo trascendental de esta nación. En sus editoriales (la opinión oficial, no de articulistas) acusa  a la oposición de conspirar contra el régimen, niega los cargos sin argüir y exige cumplir agenda obamista a cualquier costo.
La lucha contra los regímenes autoritarios es más ardua mientras menos libres sean los medios de comunicación. Resta por ver si la mayoría en este país se amilana frente a una reducida minoría radical encaramada en la Casa Blanca por una jugarreta de la historia y la vuelve a colocar en su lugar. 
Lo de IRS, por cierto, trasciende las manipulaciones de este gobierno, pero la coyuntura que se ha presentado debe conducir a algo más profundo: a su disolución total, por ser fuente permanente de abuso y corrupción. Tiene que abolirse el sistema tributario actual y ser remplazado por uno más simple, como el flat tax de tanto éxito en otros países.
Con un solo impuesto a las ventas o a los ingresos, del 10% por ejemplo, se haría innecesaria la maquinaria burocrática monumental del IRS con sus mecanismos de extorsión y de fraude que se magnifican con gobiernos abusivos como el actual. Con ello, por añadidura, la economía acusaría un esplendor sin precedentes.

Friday, May 10, 2013

EL AVANCE DE LA IZQUIERDA


Es incuestionable la eficiencia de la izquierda en los últimos 40 o 50 años para debilitar al sistema democrático capitalista, no por medio de las armas y las revoluciones violentas como antaño, sino mediante la infiltración desde dentro del sistema.
La estrategia, según testimonios de ex líderes de la KGB de Rusia (se insertó un  video en un Blog anterior), fue  el resultado de constatar que la acción armada no tenía futuro. Uno de los últimos fracasos se dio con el Che Guevara, que no logró persuadir a los bolivianos y fue muerto en combate con los soldados.
Se dice que Mao Zedong, el férrero y sanguinario líder de la China Roja, dijo a Moscú que si el marxismo/leninismo/socialismo/estatismo tenía aún esperanzas de imponerse en el mundo, había que cambiar la metodología. La clave fue, y es, infiltrarse y debilitar las estructuras que sustentan el sistema liberal, aprovechando sus falencias. 
Desde entonces han actuado con sabiduría maligna. Los puntales de la estrategia fueron y siguen siendo la educación y los medios de comunicación audivisuales y escritos. Tras la II Guerra Mundial y a comienzos del decenio de 1960, hubo un movimiento envolvente en esos dos frentes y los resultados espeluznan.
La educación en sus niveles primario y secundario e incluso universitario, está controlada por el Gobierno. Los profesores pertenecen a los sindicatos de modo obligatorio. Los sindicatos están dirigidos por demócratas (que respaldan y financian a gobiernos demócratas) que imponen la curricula y bloquean cualquier intento de quienes no piensan como ellos para modificar el pensum.
En esencia, la doctrina o mandato diseminado en el sistema educativo es que los Estados Unidos no es una nación grande porque ha evolucionado en libertad, sino porque ha explotado a los pobres del mundo. Ésta evidencia, según ellos, obliga al cambio del sistema para sustituir el libre albedrío por el mandato de un gobierno autoritario que no admite discusión. 
Esta visión unilateral de la historia ha calado hondo en los estudiantes de todos los niveles y ahora ha encontrado una caja de resonancia en los medios de comunicación que emplean a los graduados inmersos en esa doctrina. Con ellos el diálogo y el debate han desaparecido, pues según ellos poseen la verdad absoluta.
Los que contradicen sus postulados son considerados de una extrema derecha que quiere volver...al pasado. ¿Qué pasado? La evolución de la historia, en lo político y social, ha sido una constante lucha entre quienes quieren asirse o permanecer en el poder sin responder por sus acciones y quienes buscan un sistema alternativo y reponsable de gobernar.
Grecia hace casi 3.000 años creó la primera democracia. En el Partenón de Pericles se reunían y deliberaban los escogidos por sus méritos para gobernar. Pero cada año, en ese mismo templo de sabioejercicio de la  política, el pueblo acudía a juzgarlos. Si se hallaba corrupción o ineptitud, se destituía a los culpables y se les despojaba de sus bienes para enviarlos al exilio por diez años. 
Desde entonces, ha habido una gama incontable de gobiernos más o menos autócratas, sean sus líderes reyes, emperadores, zares o califas. En algunos casos de excepción, hubo reinados magnánimos pero en suma el denominador común era la opresión, la injusticia y los privilegios para la clase dirigente aduladora del gran jefe.
La mayor experiencia histórica para romper esa cadena de regímenes autócratas se DIO sin duda en los Estados Unidos. Desde 1776 se afincó un sistema en el cual el autoritarismo se anula por el constante chequeo de poder entre las tres ramas clásicas del ejecutivo, legislativo y judicial, mas la garantía de alternabilidad de las autoridades, con elecciones periódicas y libres.
En esas condiciones de respeto a la libertad y la ley, floreció la economía. La competencia de los más eficientes e innovadores en el mercado libre dieron un empujón al progreso de todos, sin antecedentes en la historia. Desde luego, la aplicación puede ser imperfecta, lo ha sido en innumerables ocasiones, pero los errores se han corregido sin alterar al sistema.
Los ideólogos de la izquierda, con su equivalencia fascista e islámica, tildan de reaccionarios a quienes defienden el sistema de libertad. Cuando es precisamente lo contrario. La izquierda quiere borrar el pasado y todas las conquistas para controlar los excesos del poder, pues su ideal es un gobierno despotico y sin controles. Lo cual no es progreso, sino regresión.
Las fallas del sistema democrático a las que aluden los de izquierda no son fallas del sistema, son fallas en su aplicación. Europa está en quiebra porque el gasto excedió a los ingresos, por mantener un artificioso estado de bienestar. La democracia en Venezuela, Ecuador o Bolivia tuvo falencias por las mismas razones y las recetas de los autócratas no han mejorado el sistema: están arruinando económica y culturalmente a esas naciones.
Igual ocurre en los Estados Unidos. Barack Hussein Obama es un típico ejemplo de adoctrinación anti norteamericana. En cinco años de gobierno no ha cesado en censurar el supuesto pasado de explotación de este país y en prometer redimirlo mediante la acción iluminada de su presidencia. Allí están los resultados: un desempleo y una deuda pública sin precedentes.
El sistema aquí no falló, fue  su aplicación. La debacle de la economía fue consecuencia de la irresponsable concesión de créditos hipotecarios para la gente sin capacidad de pagarlos. El gobierno forzó a los bancos y les garantizó compensación por los créditos incobrables. Estalló la burbuja pero lejos de enmendar los errores, se los ha acentuado.
El gasto y la deuda no paran y ahora se gasta un 104% más del PIB. La burocracia ha crecido, sus sueldos aumentan y las prebendas de los sindicatos continúan con el apoyo del gobierno socialista. A ello se agrega el obamacare que se aprobó con la oposición popular y cuya aplicación aumentará sideralmente la deuda pública, al tiempo de quebrar los sistemas privados de salud vigentres.
En la arremetida contra el sistema democrático, los autócratas mienten aquí y allá. Y sus acciones no pueden ser obstruídas ni analizadas, pues la mayoría de los medios de comunicación están bajo su control directo o indirecto. El caso Benghazi para los Estados Unidos, es elocuente. El 11 de septiembre pasado, terroristas del Al Qaeda assesinaron al embajador en Libia y tres altos funcionarios, sin recibir protección ni ayuda del gobierno.
Obama y Hillary Clinton, un mes antes de la reelección presidencial, tejieron una red protectiva de mentiras. Dijeron que la muerte obedeció a una reacción popular espontánea por un presunto video anti árabe difundido por un amateur en el You Tube, que nadie vió. La verdad era que la CIA advirtió al Departamento de Estado que un ataque terrorista estaba en ciernes y que urgía protección.
Obama y Hillary la negaron, pues según ellos el terrorismo había sido exterminado por el régimen. Mitt Romney, el candidato republicano, perdió las elecciones por su vergonzante cobardía de no acusar a su rival por estos criminales incidentes. La prensa se silenció y exculpó a sus autores. No obstante, el caso al parecer no podrá ser archivado.
Los principales medios audiovisuales, tan expeditos en hurgar todo lo que pudiese afectar a los republicanos, como en el caso Watergate, esta vez dejaron de lado el periodismo investigativo. Si las escuchas de Watergate hubiesen sido implantadas a los republicanos en ese hotel por los demócratas, el incidente no habría merecido ni dos líneas en páginas interiores del New York Times.
Pero Benghazi tiene cola. Los republicanos, que dominan la Cámara de Representantes, solicitan la entrega legal de todos los emails cruzados en esas aciagas fechas. Uno de esos emails fue conocido por un reportero de la televisora ABC. En gesto que honra a la profesión periodística, el canal divulgó hoy ese hallazgo.
Es concluyente. Hillary ordenó que la versión original de la CIA (que calificó al acto de terrorista), fuera corregido para eliminar toda alusión a toda esa verdad dicha en el documeno original. Fue el punto de partida para toda la urdimbre posterior de mentiras.
Si el hecho hubiera sucedido con un presidente republicano como George W Bush, hace tiempo que habría sido interpelado y destituído por traidor a la Patria. Qué suerte correrá Obama, nadie lo puede predecir.